Tras la muerte de un hombre de 78 años en Padua y la sucesión de nuevos casos en Lombardía y el Véneto, al Gobierno Italiano no le ha quedado más remedio que admitir la gravedad de la situación y poner a 50.000 vecinos de localidades limítrofes con el brote original en aislamiento. De repente, y sin previo aviso, el coronavirus se ha instalado en el corazón de Europa.
Aunque 28 infectados pueden parecer pocos en un país de más de 60 millones de habitantes, la aparición de un brote de estas características ha dejado fuera de juego a buena parte de las autoridades italianas y les ha obligado a cerrar todos los locales públicos (comercios, escuelas, iglesias, oficinas del gobierno, etc...) y a recomendar a los ciudadanos no salir de sus casas en los próximos días.
Y es que, mientras en Corea del Sur se duplican los contagios y en Irán siguen aumentando los fallecidos, la irrupción del virus en un espacio sin fronteras de más de 500 millones de habitantes ha hecho saltar todas las alarmas. El Covid-19 ya está aquí: ¿Y ahora qué?
¿Qué está pasando en Italia?
Nadie sabe de dónde viene el brote: Con todo, ese no es el principal problema. El problema crítico es que no está claro cuál ha sido el foco del contagio, ni hay ningún vínculo epidemiológico conocido hasta el momento que permita tomar medidas más eficaces y restrictivas. Hablamos de un brote, a miles de kilómetros, sin relación concreta con el brote original y esto tiene desorientados a los expertos que rastrean los municipios de Lombardía y Véneto intentando descubrir la clave del brote.
**"Se acaba el tiempo": **Con este escenario, es inevitable pensar en las palabras del doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, este mismo viernes: "Se acaba el tiempo para evitar una propagación mundial del coronavirus chino". “Aunque el número total de casos fuera de China sigue siendo relativamente bajo, estamos preocupados por la cantidad de casos sin vínculo epidemiológico claro, como los antecedentes de viaje o los contactos con un caso confirmado”.
¿Qué pasa ahora? Aunque las autoridades europeas llaman a la calma, los sistemas sanitarios de todos los países de la Unión están expectantes. Hasta que no se aclaren todos los detalles del brote italiano no se puede hacer una estimación precisa de la evolución de la epidemia en el continente. Como comentábamos en el caso de Corea del Sur, el grueso de las medidas se ha orientado a impedir que el virus entrara en la Unión.
Una vez que está dentro, en un entorno de tanta movilidad, la situación cambia y, en los próximos días, se aprobarán los cambios necesarios en los protocolos correspondientes. No obstante, en términos generales, la situación no cambia demasiado en los hospitales y centros de salud españoles. Ante la diversificación de rutas epidemiológicas, tendremos más casos sospechosos; pero el balón está sobre el tejado italiano. De lo que sean capaces de descubrir dependerán las próximas semanas de toda Europa.