Seguro que más de uno habéis consultado YouTube para realizar reparaciones en electrodomésticos, para alguna que otra chapuza en casa o para reparar la pantalla de un móvil o sustituir algún componente en un PC o un portátil. Pues bien: resulta que YouTube no solo nos ayuda a nosotros a realizar esos procesos, sino que hasta los doctores lo utilizan como guía para aprender a hacer ciertas operaciones quirúrgicas antes de realizarlas.
El descubrimiento es sorprendente y ha hecho que los expertos muestren ahora su preocupación y pidan un filtrado de contenido mucho más especializado en este ámbito. Un doctor de hecho ha visto un filón, ya ha puesto en marcha la empresa Osso VR dedicada exclusivamente a crear videotutoriales que ayudan a los doctores a preparar sus operaciones en entornos virtuales antes de realizarlas en quirófanos reales.
YouTube, ayúdame a operar unas cataratas
La idea se le ocurrió al doctor Justin Barad, que a menudo se encontraba con un procedimiento que no había hecho o que tenía que manejar algún instrumento que nunca había usado en una operación. La solución estaba en YouTube, un servicio que convirtió en complemento educativo y que llegó a formar parte de sus procedimientos en el quirófano para irle guiando en tiempo real mientras operaba.
Aquello impulsó un proyecto que ahora se ha hecho realidad en forma de startup. Con Osso VR este médico ha puesto a disposición de sus colegas de profesión una plataforma en la que consultar procedimientos y videotutoriales con los que preparar sus operaciones.
La experiencia de Barad se ha convertido en algo común en el ámbito de la medicina. La CNBC indicaba cómo en una investigación propia había descubierto miles de vídeos en YouTube en los que se muestra cómo se llevan a cabo diversos procedimientos médicos. Algunos de esos vídeos tienen más de un millón de visitas y permiten observar cómo se operan unas cataratas, cómo se da a luz o cómo se hacen operaciones de cirugía estética.
Estos vídeos han acabado convirtiéndose en una valiosa herramienta para los doctores, que suben sus propios procedimientos para ayudar a otros médicos. Un estudio realizado a principios de 2019 revelaba que hay ya más de 20.000 vídeos de este tipo frente a los 500 que había en 2009.
Una idea fantástica que YouTube debería moderar y filtrar
Los médicos parecen estar encantados con este tipo de auydas, aunque algunos advierten de los riesgos. El Dr. Oliver Aalami, cirujano cardiovascular en el Hospital de Stanford, indicaba tras ver un vídeo y usarlo para una operación que "fue de ayuda, pero creo que algunos de esos vídeos deberían ser verificados. Un poco como lo que hace Twitter con sus emblemas azules".
Como sucede con otros tipos de tutoriales, hay vídeos más fiables que otros. En otro estudio reciente se comprobó que había 68.000 vídeos relacionados con un procedimiento llamado "inmovilización distal por fractura de radio". Los expertos evaluaron esos contenidos en base a su nivel técnico y educativo, y solo 16 de esos vídeos lograron pasar el filtro, y algunos de ellos no ofrecían información verificable sobre si quien realizaba esos procedimientos y su cualificación médica.
Los algoritmos de YouTube tampoco ayudan y en ocasiones recomiendan vídeos en los que la técnica elegida no se aplica de forma óptima, algo que por ejemplo ocurría con vídeos del procedimiento llamado colecistectomía laparoscópica en los que la mitad mostraban el uso de técnicas y maniobras no especialmente seguras.
Ese filtrado y proceso de curación de contenidos es muy costoso, y solo los médicos pueden hacerlo con garantías. Google parece estar al tanto de la situación, indican en la CNBC, y por ejemplo ha comenzado a exigir que en esos vídeos se usen títulos descriptivos. El máximo responsable en el área de salud de Google, David Feinberg, destacaba en una reciente conferencia que muchos cirujanos acaban acudiendo a YouTube, y dejó implícita esa necesidad de gestionar esos contenidos.