"Durante demasiado tiempo, la erradicación de la malaria ha sido un sueño lejano, pero ahora tenemos evidencia de que la malaria puede y debe ser erradicada antes 2050", explicó Richard Feachem, copresidente de la Comisión Lancet sobre la erradicación de la malaria, en la presentación de su último informe.
Y con lo de "sueño lejano" no estaba exagerando: cada dos minutos, muere un niño de menos de cinco años por malaria. En 2016, fueron 285.000 niños. Y aunque hemos mejorado mucho desde los 440.000 de 2010, países como Burundi tienen el 50% de su población infectados. ¿En serio estamos en vía de erradicar una de las enfermedades que más devastadoras de la actualidad?
Una hoja de Ruta contra la Malaria
Los datos, según el trabajo publicado en Lancet, señalan que se puede.Y no porque sea sencillo, ni porque la tendencia venga a favor. Lo cierto es que, a medida que suban las temperaturas globales y aumentan las precipitaciones en muchas zonas, los casos de malaria tenderán a aumentar en zonas donde ahora mismo está desaparecida.
Pero los investigadores señalan que si mantenemos pisado el acelerador en tres patas fundamentales, los próximos 30 años serán los últimos del paludismo. Y eso es lo interesante, lo verdaderamente noticioso del informe de la comisión Lancet: que son cosas que estamos haciendo ya.
Cómo erradicar la malaria en tres "cómodos" pasos
La gente: El primer conjunto de estrategias se centra en la evidencia de que uno de los mayores problemas que tenemos es que la malaria es muy difícil de gestionar. Lo que nos encontramos es que muchos países tienen inmensas zonas rurales deprimidas económicamente donde la gestión de la enfermedad se convierte en algo imposible.
No hay que olvidar que solo la distribución de mosquiteros ha salvado 6.8 millones de vidas en los últimos años y el principal problema para su distribución ha sido la capacitación de la administración, la falta de datos sobre malaria y escasísima formación de las comunidades locales. Solo centrándonos en esto último es un elemento clave en la hoja de ruta.
La tecnología: El segundo grupo de estrategias reconoce que necesitamos mejores herramientas para superar los obstáculos biológicos, económicos y sociales a la erradicación. Eso incluye mejores métodos de diagnóstico rápido, insecticidas de duración más larga, nuevos medicamentos; pero también técnicas de modificación genética sobre mosquitos para controlar poblaciones y frenar brotes. Esto es clave porque el Plasmodium siempre está desarrollando resistencias a los medicamentos que usamos hoy para ello.
El dinero: Y, por supuesto, la tercera pata de la lucha contra la malaria es el dinero. El informe calcula que, anualmente, hacen falta unos 6.000 millones de dólares para erradicar a la Malaria en las próximas décadas. Eso son unos 2000 millones más de lo que gastamos ahora mismo. No es demasiado si lo miramos en términos globales, pero el problema es asegurar financieramente estrategias de control que solo funcionan a largo plazo.