Dos reacciones tempranas distintas a la crisis del coronavirus y dos consecuencias a largo plazo diametralmente opuestas: así se resume lo que durante las últimas semanas ha pasado en Bérgamo y Lodi, dos provincias italianas que, aunque solo están separadas por escasos 60 kilómetros, se han convertido en un ejemplo crudo, cercano e incontestable de la importancia de las respuestas rápidas.
Sin embargo, resulta casi imposible quedarse ahí. Mientras el número de contagios y fallecimientos en España sigue creciendo, hay una pregunta que sobrevuela todos estos análisis de evoluciones epidemiológicas y restricciones estatales: ¿somos Bérgamo o Lodi? ¿Llegó la cuarentena total a tiempo o, si no llegó, podemos hacer algo para alejarnos del peor escenario?
Lodi vs Bérgamo
No pasó mucho tiempo entre que las autoridades italianas confirmaran el primer caso de coronavirus en Codogno (Lodi) el 21 de febrero y que Bérgamo detectara los primeros casos en su provincia. Tres días, para ser exactos. La diferencia fundamental fue otras: que mientras los 10 municipios más afectados de Lodi fueron puestos en cuarentena el 23 de febrero, Bérgamo tuvo que esperar hasta el 8 de marzo para tener operativas medidas equivalentes.
De hecho, hasta ese fatídico domingo para Italia, Lombardía y Véneto solo habían suspendido clases y empezado a cancelar grandes eventos públicos. Y esas dos semanas y media fueron fundamentales. Como han descubierto Jenn Dowd, Melinda Mills y su equipo de la Universidad de Oxford, en Lodi, donde se aplicaron medidas agresivas de forma muy rápida, se pudo controlar el crecimiento de casos. Es decir, se pudo "aplanar la curva". En Bérgamo, con medidas mucho más tardías, la situación se descontroló. Con esto en mente, ¿qué está pasando en España?
¿Quién es Lodi y quién es Bérgamo en el brote español?
En España, a efectos prácticos, no hemos tenido un caso parecido al de la provincia de Lodi. Excepto el breve confinamiento de Igualada, el resto de medidas que se han tomado son análogas al caso de Bérgamo y, de hecho, las medidas serias de distanciamiento social se aplicaron en todo el país de forma simultánea. En ese sentido, no podemos hacer un paralelismo exacto entre la situación italiana y la española.
Sin embargo, lo que sí tenemos en España son distintas comunidades autónomas llegando a la cuarenta total en distintos estadios de evolución de la epidemia. Como comentábamos ayer, las medidas de distanciamiento social no tendrán un impacto inmediato. Por eso, durante los próximos días, no tiene demasiado sentido sobredimensionar la importancia de las cifras diarias, las curvas de evolución o las comparativas entre países y territorios. Hoy por hoy, lo más interesante quizás sea trazar una foto fija de las circunstancias en las que cada comunidad llegó al confinamiento total.
En la gráfica inferior, podemos ver esa fotografía desde dos puntos de vista. Por un lado, aparece el total de casos que se han detectado en cada comunidad autónoma y en el que sobresale, como se ha repetido en los últimos días, Madrid. Por el otro, la gráfica recoge la densidad del coronavirus. Es decir, el número de contagiados por cada millón.
Esta última es una cifra fundamental porque, en un entorno bastante homogéneo como el español (con protocolos de diagnóstico y conteo comunes en todo el territorio nacional), nos permite entender mejor la evolución de la enfermedad en cada comunidad (y su alcance real ponderando las distintas poblaciones). De hecho, sorprende comprobar que La Rioja, la octava región por número de casos, encabeza el ránking de comunidades por densidad de la epidemia.
No obstante, como hemos repetido en varias ocasiones, no es tan importante el número de casos como la estructura del brote. En este caso, mientras hay señales que sugieren que la Rioja podría estar "aplanando su curva" progresivamente, comunidades como Madrid, Cataluña o Castilla-La Mancha no mostraban signos de estabilización antes de entrar en cuarentena. Tendremos que esperar para que esto ocurra.
En los próximos días, iremos monitorizando la evolución de las distintas regiones españolas para tratar de entender cómo está reaccionando la epidemia ante las medidas aprobadas. Sin embargo, no se trata de algo analíticamente fácil porque los datos necesitamos tardarán en estar disponibles. Serán unos días largos, pero, como hemos visto en otros países, este parece el camino.