Desde el comienzo, Absolute Batman, el más reciente arco del hombre murciélago en los cómics de DC, dejó claro que se proponía ser su propia cosa. Este Batman no es millonario, creció junto a los personajes que conforman la galería de villanos de otras sagas y, muy importante, su madre todavía vive.
Era lógico que el Batimóvil fuera, también, una reimaginación dispuesta a pisotear las reglas o, para ser más preciso, a rodar sobre ellas.
Es así en en el segundo número de este arco, Batman revela que está al volante de una máquina de guerra colosal y brutal. A diferencia de las versiones más elegantes y aerodinámicas que hemos visto en otras adaptaciones, este vehículo es un camión industrial transformado en tanque, una bestia de metal diseñada para causar el caos y mandar lejos a otros carros, ya sean los de sus enemigos o los de la Policía de Gotham.
Su diseño tosco y agresivo, más DIY que industrial, refleja la personalidad más oscura y violenta de este Batman, un cruzado enmascarado que no duda en utilizar la fuerza bruta para imponer su justicia, si bien sin cruzar nunca la línea de su dogma: No matar.
El camión más grande del mundo
Sin ser una réplica exacta, el batimóvil 2024 está en un punto medio entre camiones mineros como el CAT 797F -como los que se usan en El Cerrejón- y el Liebherr T282 B, el camión más grande del mundo.
Eso quiere decir que hablamos de una mole metálica de 15 metros de largo, con 9 metros de largo y una altura de 7 metros. Su precio aproximado en el mercado es de 3,5 millones de dólares, así que surge por necesidad la pregunta de cómo lo consiguió un Bruce Wayne que -lo dijimos- no es millonario.
Dado su breve si bien espectacular aparición, no sabemos de qué armas dispone el batimóvil, si acaso las tiene. Nuestra suposición es que no las necesita. El vehículo incorpora, sí, unas placas en forma de murciélago que, presumiblemente, lo protegen de las balas y acentúan su uso como ariete, pero no parece que un motor de turbina o un gancho retráctil vayan a servir de mucho en un camión de 250 toneladas.
Eso sí, el tamaño y la potencia desmedida del batimóvil, que hace ver como juguetes a sus por lo demás ilustres predecesores, plantea interrogantes sobre los límites morales de Batman y las consecuencias de utilizar semejante mole para combatir el crimen.
No es, en todo caso, la primera vez que Batman usa un vehículo de dimensiones gigantescas. Si bien este es un camino original, que muchos especulan podría funcionar como una especie de "baticueva sobre ruedas", no es posible negar que trae a la mente al vehículo de The Dark Knight Returns de Frank Miller.
Como el de Absolute Batman, el de Miller era más un tanque que un automóvil, diseñado para resistir más que balas, bombas y misiles. Ambos vehículos entran más en la categoría de "máquina de guerra" que los típicos y estilizados batimóviles que hemos visto en el cine, con la única probable excepción del tumbler de la trilogía de Christopher Nolan.
Con todo, el diseño agresivo y la capacidad destructiva del nuevo batimóvil reflejan la oscuridad que se ha apoderado de Gotham City, y enfatizan el desafío de un Batman más violento y vengativo para no cruzar del todo al lado oscuro.
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