Todos tenemos ese jean o camisa favorita que hemos seguido usando incluso luego de sufrir algún accidente o daño, gracias a un trabajo de remiendo realzado con aguja e hilo. No obstante, no todos tenemos ni la habilidad, ni la paciencia para remendar una prenda de vestir averiada, y eso es precisamente lo que los científicos de la Universidad estatal de Pennsylvania están a punto de cambiar.
Varios equipos de investigadores, han encontrado recientemente un grupo interesante de proteínas en los anillos de los tentáculos de un pulpo, que se auto ensamblan al contacto con el agua. El espécimen en cuestión es el Loligo vulgaris, un tipo de pulpo muy común en algunas regiones de Europa, el cual contiene diminutas cantidades de la proteína LvSRT la cual puede pegarse a sí misma cuando sus enlaces de hidrógeno son presionados unos contra otros.
Lo que han hecho los investigadores hasta el momento, es crear una capa delgada de este material la cual se puede aplicar a las telas comuniones como el algodón, la lana o el lino. Debido a que nuestra ropa permanece seca la mayor parte del tiempo, las proteínas permanecerían inertes hasta que entrasen en contacto con agua.
Luego, bastaría con unir dos piezas de tela con LvSRT aplicando agua y algo de presión por un breve periodo de tiempo, para obtener un nuevo conjunto de tela que se ha reparado así mismo de una rasgadura a manera de parche. Lo increíble es que el nuevo conjunto de tela resultante, es tan fuerte y flexible como la pieza original.
Este tipo de tela auto reparable, puede llegar a tener usos comerciales muy variados, que van por ejemplo desde uniformes militares hasta vestimenta casual. Sin embargo, debido a dificultad actual para conseguir la proteína de los tentáculos del pulpo, aun se debe desarrollar un método para producirla de forma artificial, antes de poder llegar a masificar su producción.
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