Parece que en el mundo del almacenamiento de datos aún nos queda por ver, pero formatos tan particulares como el ADN quizás queden en un futuro algo más lejano y hay otros menos conocidos que siguen investigándose. Un ejemplo es lo que ha logrado un equipo de investigadores chinos, desarrollando un film de nanopartículas capaz de almacenar terabytes de información como hologramas en 3D.
Se trata del trabajo de un equipo de la Universidad Northeast Normal en China, que ha logrado que su material almacene en sólo unos nanómetros lo que cabría en más que 1.000 DVDs (que para quienes no estéis tan familiarizados con este formato físico equivale de media a unos 4,7 GB). La idea es que el almacenamiento físico pueda mejorarse a nivel de la densidad de datos, la velocidad de lectura y escritura y/o la estabilidad en condiciones difíciles.
La información de 1.000 DVDs en menos de lo que ocupa uno
No se trata ni mucho menos de un nuevo formato almacenar datos. El trabajo con el almacenamiento en hologramas empezó hacia 2005, y aquí ya dijimos que era una vía de investigación lenta, a partir de un disco holográfico de 300 GB en 2008 (Holographic Versatile Discs -HVDs-), además de un aparente coqueteo de Nintendo hacia este formato para la Wii.
A parte de aquella Biblia en un disco de cristal, poco más ha sonado a este respecto hasta que estos investigadores, en plena era de la nube, han publicado su trabajo, en el que detallan cómo es este material con el que han logrado una densidad de almacenamiento bastante llamativa. Se trata de un film de nanopartículas de plata y dióxido de titanio (TiO2), el cual es capaz de almacenar unos 8,5 TB en un fragmento de 10 x 10 centímetros y un espesor de 620 nanómetros, como comentábamos al inicio.
Pero, ¿qué es el almacenamiento holográfico? Se trata de un sistema cuya impresión de datos es mucho más eficiente al imprimir millones de bits simultáneamente (en paralelo) mediante ráfagas de láser (y no bit a bit). Lo que hace el haz en este caso es cambiar la carga de estas nanopartículas de plata, almacenándose la información como holograma 3D al afectar el láser de diferente modo a según qué partícula sea por las distintas longitudes de onda.
Además, con tal de evitar que la luz ultravioleta borre la información (uno de los principales inconvenientes de este formato), los investigadores añadieron unas moléculas capaces de capturar el exceso de electrones causado por los rayos UV. Unas moléculas que por su tamaño no afectan a la matriz de materiales semiconductores y protegen las partículas de plata del daño (y el subsecuente borrado de datos), además de que han ayudado a mejorar las velocidades de lectura y escritura.
Del laboratorio al espacio exterior
De momento han logrado escribir datos de manera eficiente en el film pudiéndose recuperar los datos a velocidad superior a 1 GB/segundo. La idea es que en un futuro estos films puedan incorporarse en pequeños chips de almacenamiento, con la idea de que gracias a su resistencia puedan usarse en condiciones tan exigentes como las espaciales (donde la radiación es muy superior).
Falta hacer los tests en exteriores porque hasta el momento están realizados dentro del laboratorio, y sobre todo saber si económicamente compensarían a nivel comercial. En 2008 hablábamos de 180 dólares (147 euros aproximadamente) por 300 GB, habría que ver qué precio tendría 1 ó 2 TB hoy en día cuando el almacenamiento óptico tradicional ha bajado considerablemente de precio en los últimos años, llegando a estar el terabyte por unos 50 euros (unos 61 dólares).
Imagen | Northeast Normal University
Vía | New Atlas
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