10 de marzo de 2015. Un terremoto con magnitud de 6.6 con epicentro en la Mesa de los Santos sacude ciudades como Bucaramanga, Bogotá, Medellín y Barranquilla. Hoy, 8 años después, un terremoto con epicentro en el mismo municipio sacude las mismas ciudades en exactamente la misma fecha. Aunque parezca extraño, la ciencia es clara: esto es solo una coincidencia.
Por más que la mente humana quiera buscar aspectos comunes, lo cierto es que los terremotos no siguen patrones específicos y no se pueden predecir, por más que de cuando en cuando versiones pseudocientíficas sugieran lo contrario.
¿Por qué no se pueden predecir terremotos?
Entidades como el Servicio Geológico Colombiano, el Servicio Geológico de los Estados Unidos y revistas my respetadas como Nature, están todos de acuerdo: es imposible, por el momento, predecir un terremoto.
Para poder predecir un terremoto, USGS define 3 elementos necesarios: la fecha y hora, la ubicación y la magnitud. Hasta el momento no existe ninguna tecnología que pueda entregar los 3 elementos con precisión, y cualquier intento por hacerlo no estará utilizando pruebas científicas.
De la misma manera, en muchos casos las ‘predicciones’ se refieren a frases vagas con poca claridad. La frase “va a haber un temblor con epicentro en Santander en los siguiente 30 días” no tiene mucho misterio si entendemos que los terremotos ocurren casi a diario en esa zona –el Nido Sísmico de Bucaramanga–, aunque muchos ni siquiera son perceptibles.
La foto que ilustra esta nota, de hecho, muestra cómo registró el periódico Vanguardia Liberal un fuerte sismo, de 1967, que produjo daños en el 20 por ciento de las edificaciones en la ciudad. Es por ese sismo que el del 10 de marzo de 2015 fue descrito como el temblor más fuerte en Bucaramanga en 50 años.
En ese sentido, dado que no existe información relevante, intentar buscar patrones como la fecha no tienen sustento científico.
Por más improbable que parezca, lo cierto es que el temblor del 10 de marzo de 2015 y el de 2023 en realidad no tienen ninguna relación. De hecho, hablando de temblores, han ocurrido casos incluso más extraños.
El caso mexicano
Si dos terremotos el mismo día parecen extraños, imaginemos ahora 3 terremotos el mismo día. Este es el caso del 19 de septiembre en México.
Else día de 1985 tuvo lugar un terremoto de magnitud 8.0 que dejó 9.500 muertos. Luego, el 19 de septiembre de 2017 volvió a temblar y, finalmente, el patrón pareció repetirse en 2022. Hablando con la Associated Press, el sismólogo estadounidense Paul Earle enfatizó que no hay mes ni día particular para los terremotos. “No existe evidencia física o muestras estadísticas de que un terremoto va a ocurrir en algún mes específico en México”, dijo.
Justamente el año pasado, José Luis Mateos, físico de la Universidad Autónoma de México, explicó para Bloomberg que la probabilidad de que un terremoto ocurriera 3 veces el mismo día en años apartes es de 0,00075%.
Tanto en Colombia como en México, los terremotos que pasan el mismo día son una conciencia macabra, pero al fin y al cabo solamente eso, una coincidencia.
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