Más de una década después de su fallecimiento a los 56 años, Steve Jobs sigue siendo una figura controvertida. Sus métodos de gestión, a menudo descritos como tóxicos, han sido objeto de debate. Hay gente que reconoce su genio pero resiente al día de hoy sus malos tratos.
Sin embargo, para Andy Cunningham, una de las primeras colaboradoras de Jobs, que la contrató en 1983 para el lanzamiento de la primera computadora Macintosh, estas prácticas fueron necesarias para alcanzar la excelencia que caracteriza a Apple… y un gran paso en su propio camino de superación personal.
En una entrevista con el portal francés JeuxVideo, Cunningham recordó su experiencia trabajando con Jobs. La experta en marketing asegura que el fundador de Apple era una persona “exigente y perfeccionista”, que no aceptaba nada menos que lo mejor. Esto, según Cunningham, podía ser estresante y frustrante, pero también era una fuente de motivación.
'Un líder excepcional'
"No era fácil trabajar con Jobs", reconoce Cunningham. "Era un perfeccionista y esperaba lo mismo de los demás. Pero eso me ayudó a ser mejor en mi trabajo".
Cunningham afirma que Jobs la despidió en cinco ocasiones, pero que siempre consiguió recuperar su trabajo. Según ella, Jobs era consciente de su valía y sabía que era esencial para el éxito de Apple. Con él tiempo, ella llegó a reconocer, también, su propio valor y a mostrarlo a otros.
"Jobs era un líder excepcional", afirma Cunningham. "Era capaz de ver el potencial de las personas y sacar lo mejor de ellas. Eso es lo que hizo de Apple una empresa tan exitosa".
El carácter de Jobs era complejo y contradictorio. Era un genio creativo, pero también podía ser un tirano. Sin embargo, su legado es incuestionable. Apple es una de las empresas más exitosas del mundo y ese éxito se debe en gran medida, dice Cunningham, a la visión y la determinación de Steve Jobs.
La historia ha reconocido su participación en la génesis de la leyenda de Jobs y por eso su personaje aparece en la biopic que se estrenó en 2015. La interpretó la actriz australiana Sarah Snook, a quien multitudes llegarían a conocer como Shiv Roy en la exitosa serie dramática de HBO Succession.
No todo en la película es la historia que Cunningham recuerda. Ella, aclara, no ayudó a lanzar el iMac, pero los productores la pusieron allí de todos modos. Hoy es la fundadora y directora de Cunningham Collective, una empresa de marketing con sede en San Francisco.
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