Quizás el tema principal de este artículo es un entrañable recuerdo para ti, quizás aún no lo has pasado a esa sección o quizás no sepas de qué vamos a hablar, pero si pensamos de claves en la historia de la digitalización de la música y del formato mp3 inevitablemente hay que hablar de la propia historia de Winamp. Un software que llegaba a tu ordenador de una manera u otra para escuchar tus mp3 favoritos y crearte tus listas (con el tiempo).
Olvidemos el flat design, el material design y todas las interfaces modernas para recordar este precedente de otros reproductores, que tampoco fue estrictamente el primero. ¿Quién lo creó y qué motivaciones hubo? ¿Por qué fue perdiendo protagonismo? Si lo conoces probablemente la nostalgia te invada durante un ratito, si lo desconoces probablemente sepas los motivos de su declive.
El caldo primigenio de Winamp y de la música digital
La popularización de internet, el abaratamiento de sus tarifas y la digitalización de la música hicieron que el ordenador fuese tomando el papel de fuente y reproductor de nuestras canciones. En cuanto a esto, es imposible obviar un capítulo de esta historia en el que la piratería estaba a la orden del día, con protagonistas como el KaZaA o el eMule (quizás más común y más prolongado en el tiempo según país).
De la manera que fuese, el ir obteniendo una cantidad importante de canciones en formato mp3 hizo que los reproductores fuesen bastante más requeridos y alguien pensó que lo que se ofrecía hasta el momento (Windows Media Player, Real Player, etc.) no satisfacía las necesidades o no daba opción a que lo hiciese, concretamente Justin Frankel y Dmitry Boldyrev (antiguos estudiantes de la Universidad de Utah). Éstos dos crearon el germen del reproductor, lo que venía a ser una interfaz gráfica muy sencilla para hacer más cómodo el uso de AMP (Advanced Multimedia Products, el que se considera el primer reproductor de *.mp3) en sistemas Windows (una barra de título y una barra de menús con unos pocos comandos de reproducción).
En 1997, Frankel creó Nullsoft, su compañía, y Winamp 1 fue lanzado. No era el único reproductor alternativo creado para escuchar este formato de música, pero sí el que aunaba características como la creación de playlists o la reproducción aleatoria, todo en una interfaz que solía resultar bastante intuitiva. En breve se popularizó, llegando a estar entre los softwares más descargados en los últimos 10 años.
Lo que empezó siendo un software gratuito se acabó con la versión 1.5, momento en el cual la licencia freeware pasó a ser shareware, de modo que los usuarios disponían de 14 días de prueba gratuitos después de los cuales estarían obligados a pagar 10 dólares. El programa se popularizó hasta el punto de que Frankel llegó a ganar 100.000 dólares al mes. Y el éxito tampoco pasó inadvertido para la que era una gran compañía de la época, AOL, que compró el software a Nullsoft por 80 millones de dólares, de hecho se quedó además el servicio de streaming y el protocolo de SHOUTcast.
La intención era crear una plataforma de radio online de cabecera como Pandora o Last.FM unificando los catálogos de Winamp y Warner Music, pero no lo lograron (la existencia de unas y la ausencia de la otra es la prueba). Eso además coincidía cronológicamente con el lanzamiento del iPod y su plataforma de venta de canciones, iTunes, que aunque llegaba algo rezagada a la revolución mp3 tuvo su papel en normalizar la compra de mp3 en detrimento la piratería en Estados Unidos.
AOL acabaría desmantelando Nullsoft en diciembre de 2003 y Frankel abandonó la nueva compañía matriz en enero de 2004. En Rocknerd citan a Rob Lord, de Nullsoft, en relación a la adquisición de AOL y a lo que pudo haber sido Winamp de no haber sido gestionado por AOL de la manera que fue.
No hay otra razón de que Winamp no esté donde está ahora iTunes además de la mala gestión por parte de AOL que empezó inmediatamente tras la adquisición.
Un repaso por las versiones
Según lo familiar que te sea Winamp (si eras usuario desde el principio, de última hora o si no lo has usado jamás), se te habrá quedado en la retina una interfaz u otra, pero puede que las más populares fuesen a partir de la 1.9, cuando se añadieron bastantes nuevas funciones y elementos. En el blog Old Versión hacen su particular tributo a la app mostrando algunas de las interfaces de estas versiones.
Como comentamos antes, la primera versión fue la 0.2 (abril de 1997), que ya iba más allá del texto plano para presentar una interfaz con los elementos básicos de un reproductor (título, botones de reproducción, bitrate, modo de salida de audio, etc.). El fondo gris oscuro que pasaría a ser seña de identidad vendría con la 0.92, además de la barra superior con las líneas amarillas, y en la 1.0 se añadiría a ésta un ecualizador gráfico, el editor de listas, un analizador de frecuencia y la barra de búsqueda.
La versión 1.6 inició otra de las características que mejor recepción tuvo: la personalización. Además, iban ampliando el soporte de distintos formatos, como MIDI, *.wave y CDs, los cuales llegaron con la versión 1.91. Esta interfaz con el ecualizador ocupando gran parte de la misma y la pantalla para las listas de reproducción puede que os sea bastante familiar.
Con la versión 2.0 vino el Advanced Visualization Studio (AVS) por defecto (hasta ese momento era un plug-in por separado), que permitía crear animaciones dependientes del ritmo a la carta. Pero fue** en 2002 cuando llegó Winamp 3**, tras la compra de AOL y completamente reescrita a nivel de código, incorporando una biblioteca multimedia, interfaz renovada y la única adaptada a Linux de todas las existentes (y soporte de vídeo desde la 2.9), aunque hubo cierto rechazo al consumir demasiados recursos del sistema y ser algo inestable.
Con la versión 5 en diciembre de 2003 se acabarían de converger las bases de código de Winamp 2 y 3, tratando de incluir lo mejor de cada una, con una interfaz renovada en base a la de la versión 3 soportaba las skins de la 2, así como sus plug-ins. Posteriormente, la versión 5.5 coincidiría con el décimo aniversario en 2007 de la app (llamada 'The 10th anniversary edition'), que unificó los módulos en una sola ventana y añadió soporte en lenguas más allá del inglés.
El adiós que quedó en aviso
¿Murió Winamp? Sí tuvo al menos un aviso de sentencia se anunció el fin de su disponibilidad para el 20 de diciembre de 2013, tras 15 años de existencia. Un anuncio que venía tras una serie de despidos en abril de ese año en AOL Music (división a la que pertenecía Winamp) y al auge del streaming.
Llegado ese día no, no desapareció, y lo que había era cierta abundancia de rumores de su compra para la cual sonaban nombres como la mismísima Microsoft. Pero finalmente no fueron los de Redmond los que pusieron el capital por mantener viva esta parte de la historia del mp3, sino que fue la compañía belga Radionomy, un agregador de cadenas de radio online que ya contaba con más de 6.000 estaciones de radio.
No obstante, esta compra no trajo demasiados movimientos para el famoso reproductor y a finales de 2015 fueron Vivendi Group quienes se hicieron con gran parte de las acciones de Radionomy. A principios de 2016 llegaba a los titulares que habría una nueva versión de Winamp, encaminado a pulirlo de las librerías para las que Radionomy no tenía derechos de uso.
Ahora, más de un año después, seguimos esperando esa hipotética versión, pero eso no significa que Winamp esté muerto. Podéis dirigiros a su web oficial para descargar las versiones para Windows o para Mac, web que reza esa eterna promesa de que "hay novedades en camino" (de hecho, aunque las versiones no son nuevas, la comunidad está activa en los foros hasta a día de hoy).
Incluso llegó a haber versión para Android en 2010 (con última actualización en 2013), aunque hoy en día la batalla de la escucha de música en formato digital es cosa del streaming a grandes rasgos, ya sea en ordenador o en dispositivos móviles.
Sea como sea, el caso es que Winamp sigue vivo y funcionando para quien opte por la obtención de música en mp3 y no la reproducción que permiten los servicios de streaming, con la personalización como seña de identidad y reclamo. Mientras podamos descargar la app y usarla, no nos queda otro remedio que acabar este post de repaso con la frase que todo fan mantiene: larga vida a Winamp.
Imágenes | Old Version, Ars Technica
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