Últimamente el cifrado y la encriptación son temas recurrentes, y aspectos como el cifrado de extremo a extremo se han convertido en reclamos en apps de mensajería, por ejemplo. Pero la privacidad y el poder comunicarnos de manera secreta nos ha gustado desde siempre, y eso en Mattel ya lo vieron para los más pequeños. Quizás no la recuerdes o quizás tuviste una, pero la antesala de los mensajes codificados fueron las máquinas de escribir de Barbie.
Mattel se asoció con la empresa eslovena Maheno para fabricar una serie de máquinas de escribir infantiles aparentemente normales, pero que escondían la característica de poder escribir en código, de modo que los textos no podían leerse si no se poseía la tabla de descifrado u otra máquina. Pero lo llamativo es que era una función oculta que no siempre se descubría.
"E" de electrónica y de encubierta
Estos modelos de máquina de escribir infantil de Mattel y Mehano fueron cuatro y no todos poseían la función oculta de la escritura codificada. En la web Cryptomuseum las agrupan con algunas de sus características y fotografías.
- E-115: a partir del modelo básico que vendía Mehano directamente (el gris más sencillo) surgió la variedad Barbie con más color, y sería en el que se basaron todos los posteriores. Tenía la primera versión de electrónica (revisión A), es decir, una placa base, el microcontrolador de 24 pines
- E-116: éste no tuvo variedad de Barbie (es decir, sólo existió la de Mehano). Es posible que tampoco incluyese la función del encriptado.
- E-117: se ahorraron algunos costes en la electrónica.
- E-118: el último modelo, vendido hasya 2015. Con cambios de diseño y también con una reducción de costes en (la fabricación de) componentes, con una placa base de menor calidad que las anteriores.
Por lo demás eran aparentemente unas máquinas de escribir normales, con su cinta, su carrete y sus teclas, aunque por supuesto el diseño se alejaba bastante de una máquina de escribir para adulto corriente como pudiese ser una Olivetti. Pero en lo que más se distinguían es en esa función oculta de escribir en código.
Esta función consistía en un alfabeto sustitutivo conocido como MASC con cuatro variantes (KEY 1, 2, 3 y 4). Según veíamos en Cryptomuseum, para acceder al modo encriptado había que presionar a la vez las teclas de mayúsculas (shift) y bloqueo de mayúsculas (lock) en combinación de una de las teclas que están destacadas en la siguiente imagen según lo que deseásemos, si activar uno de los códigos o el modo para descodificar (las teclas no quedaban plasmadas en el papel y tenían que pulsarse simultáneamente las tres que fuesen).
¿Cómo daba el usuario entonces con esta función? O bien le llegaba el chivatazo por el boca a boca (hablamos de hace casi 20 años) o bien era de ese tipo de usuarios que se lee los manuales de instrucciones, dado que estas combinaciones especificas de teclas sólo estaba indicada en dicho manual. En PRI.org incluyen un pequeño simulador del codificado de esta máquina (aunque no especifican cuál).
Los condicionantes para el codificado: el país y el género
Un dato curioso es que el producto estaba enfocado para niñas de a partir de cinco años, por lo que al producto inicial (la E-115) se le dio posteriormente otro aspecto menos austero con colores rosas y lilas (probablemente por la arcaica relación de este color con el género femenino). Así, se consideró que, debido a este target según género, el público femenino no estaba interesado en esta característica y, aún teniéndola, no se especificó en el manual.
Además, debido a las diferencias lingüísticas en los teclados y sobre todo a los firmwares distintos, en ocasiones las instrucciones para codificar eran distintas. En ocasiones algunas variedades no incorporaban esta función, como en la versión francesa de la E-116. También podía ocurrir que el texto codificado en una versión de un país no pudiese ser descodificado en la de otro (por ejemplo entre francesa e inglesa).
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