Starship Super Heavy es el sistema para largos viajes interplanetarios de SpaceX: Elon Musk desvela más detalles de su nave

El pasado viernes SpaceX mostraba un anticipo de lo que abarcaría en la presentación específica de este fin de semana: un Starship ensamblado en sus instalaciones. Se trata del cohete con el que la empresa pretende llegar a Marte y hemos sabido más detalles del proyecto Starship y sobre esos dos prototipos que se han preparado simultáneamente.

De ésos dos, el que se presentó el sábado en un evento para la prensa fue el construido en Boca Chica, Texas (Estados Unidos), el Mk1. Como ya dijimos, se trata de una especie de competición interna con el fin de llegar antes y mejor a cumplir los objetivos de la empresa en sus viajes espaciales, y ahora se ha concretado la hoja de ruta acerca de estos cohetes de 50 metros de altura.

100 personas y casi 40 motores

De lo que habló Elon Musk fue de un sistema de lanzamiento que consta de dos partes o etapas, llamado Starship Super Heavy. Las dos fases son lo que conocemos como Starship y la primera etapa, Super Heavy, que es el lanzador (donde se integran los motores).

Starship es la segunda etapa del sistema y es una nave con la capacidad de hasta 100 personas ideada para vuelos interplanetarios. Como decíamos, el de Texas ha sido el primer prototipo presentado de manera oficial (el otro se construye en Cabo Cañaveral, el Mk2), que fue construido en cinco meses usando acero inoxidable, ya que es mucho más barato que la fibra de carbono y, según Musk, "en Marte se puede modificar el acero".

Por su parte, Super Heavy es la primera fase de la estructura y se compone de 37 motores Raptor, como recogían en Space.com. Eso sí, aunque se haya planteado para viajes largos de un planeta a otro la idea sigue siendo la reutilización y esta parte regresaría a la Tierra como hemos visto en otros cohetes y vuelos de prueba de la compañía (en este vídeo se ve la idea).

Por su parte, el Starship Mk1 integra un total de tres motores Raptor, si bien la versión final tendrá seis. La idea es que Starship, a diferencia del Falcon 9, se propulse con metano y oxígeno (y no con nitrógeno), en vistas de que las siguientes versiones tengan una mayor potencia.

Aunque las cifras que son más ambiciosas son las de la primera parte, el Super Heavy, ya que se encarga de la propulsión de toda la estructura. Mide unos 68 metros de altura y puede contener hasta 3.300 toneladas de combustible que alimentarán esos 37 motores, dado que según Musk Super Heavy necesita al menos 24 Raptor para despegar. De ahí que añadiese que van a tratar de fabricarlos más rápido, pasando de 10 días por motor a dos.

No es aún el aspecto definitivo

Nos puede parecer que es muy distinto a los otros cohetes de SpaceX o a los de la NASA, pero es que el diseño que vemos no es el definitivo. Como hemos comentado, se trata de prototipos y el propio Musk explicó que el diseño sería uno de los puntos que iban a mejorar en los siguientes, hablando de un Mk3 "más fino, ligero y barato".

Eso sí, lo que se mantendrá es el material (que consideran propicio ya para Marte, como hemos comentado), y para favorecer que el acero mantenga una temperatura adecuada Starship integrará un escudo térmico para enfriar el fuselaje, compuesto de cerámica.

De estos nuevos Starship Mk3 también dijo que serían más ligeros, ya que mientras los Mk1 pesan unas 200 toneladas los nuevos pesarán 120. La capacidad del Starship Mk1 es de 150 toneladas de carga, pudiendo cargar hasta 1.200 toneladas del combustible (no necesita tanto como el Super Heavy) y con un consumo de 3,5 toneladas de oxigeno líquido por tonelada de metano líquido.

El diseño de Starship obviamente contempla el vuelo y está diseñado para que se use la propia aerodinámica para que se requiera menos combustible para aterrizar, de modo que tenga que encender los motores cuando esté a 2 kilómetros del suelo. Así, Starship se dirige a la Tierra cayendo por su propio peso y la velocidad se va reduciendo para que el gasto de combustible para aterrizar sea menor.

El primer vuelo de prueba

La agenda se mantiene y desde SpaceX hablan de un primer vuelo de prueba para Starship Mk1 este año, en uno o dos meses. La idea es que alcance unos 20 kilómetros de altura y que aterrice de nuevo en Texas, esperando que el Mk2 de Cabo Cañaveral esté acabado de construir más o menos en ese momento.

Los Mk3 y Mk4 deberían estar construidos en cuatro o cinco meses (el tiempo de construcción del Mk1), y el empresario habla de alcanzar la órbita en menos de seis meses. Veremos si se cumplen plazos también en los Super Heavy, cuya construcción se empezaría una vez estén terminados Mk3 y Mk4.

Para la llegada a Marte no hay fechas (aunque ya parece que estén estudiando sitios de aterrizaje), pero sí contemplan que en los vuelos de larga duración el cohete necesitará repostar en el espacio en alguna estación espacial. Según Musk, el primer vuelo tripulado será en 2020, así que veremos si entre el final de éste y el próximo año la nave que llevará a la Luna a unos cuantos afortunados.

Imagen | SpaceX

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