El espacio es un negocio extremadamente complicado. Tanto que, normalmente, es uno de esos entornos donde la épica retiene aún todo su sentido: en cada lanzamiento, empresas y agencias espaciales se juegan mucho más que el liderazgo de la nueva carrera espacial, se juegan su futuro. Literalmente. Un fallo puede ser la diferencia entre la gloria y la ruina. Esta semana estaremos ante uno de esos días críticos para SpaceX.
Si todo sale según lo previsto, los 60 satélites que pondrá en órbita el Falcon 9 Block 5 esta semana serán la primera "piedra" de Starlink, el plan para proveer de internet en todo el mundo gracias a 12 000 satélites diseñados, operados y explotados por la propia SpaceX. Hablamos de un proyecto de más de 10 000 millones de dólares, pero también del primer gran lanzamiento tras el golpe que supuso el fallo de la Crew Dragon el mes pasado.
Tres, dos, uno... Starlink
Tras tres años de planificación y mucho dinero de algunos de los principales actores de Internet, en marzo de 2018 la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) dio luz verde a SpaceX para poner en marcha Starlink. El proyecto pretende poner en órbita 4 425 satélites en un periodo de cinco años y triplicar con ello el número de cacharros operativos que orbitan la Tierra. No obstante, se trata solamente de la primera fase de una red de más de 12 000.
La idea sonaba tan loca como revolucionaria y la autorización obligó a competidores como Bezos o Zuckerberg a mover ficha, pero antes de vender la piel del oso, hay que cazarlo. La autorización de la FCC exigía a Elon Musk que al menos el 50% de la red estuviera en órbita y operando antes del 29 de marzo de 2024.
Por fin, tras tanta espera, está todo listo para la gran prueba. Los 60 satélites que lanzará SpaceX esta semana (y que Musk nos enseñó el sábado pasado) siguen siendo 'demos'. Es decir, aunque Musk ha explicado estos días que (a diferencia de los Tintin del año pasado) los satélites de este lanzamiento tendrán el diseño final, lo cierto es que carecerán de funcionalidades básicas como la comunicación inter-satelital que será básica en el proyecto definitivo.
El gran explorador o solo el transportista
Musk también ha avanzado que “probablemente saldrán mal” muchas cosas en esta primera misión y que harán falta seis lanzamientos más para lograr una pequeña cobertura (y 12 para una moderada). Sorprendentemente, se trata de un aviso muy juicioso dado que, aunque no es una cifra récord de satélites para SpaceX (el año pasado lanzaron 64 de una tacada), supone un momento crucial en el despliegue de su Starlink y cualquier fallo puede convertirse en un varapalo importante.
Porque en el fondo, lo que realmente está en juego es la capacidad de SpaceX para ser algo más que un transportista aeroespacial. Todos sabemos que Musk no tiene sueños pequeños y que la ambición de la empresa es ir mucho más allá de donde nadie a ido jamás. No obstante, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. No nos llevemos a engaño, SpacesX ha conseguido hacer cosas asombrosas, pero sus proyectos requieren seguir haciéndolo mientras una competencia más silenciosa, pero igual de ambiciosa le pisa los talones.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.co
VER 0 Comentario