SpaceX anunció que está lista para lanzar pruebas de un servicio de conectividad directa a móviles comunes y corrientes utilizando su constelación de satélites de órbita terrestre baja, Starlink.
Aunque los celulares ya tienen internet y aunque los satélites ya se conectan a teléfonos, este sería el primer producto de consumo que enlace un sistema satelital a un smartphone sin modificar, a través de un plan con un operador convencional.
Sin embargo, esta aplicación ha provocado duros cuestionamientos por parte de AT&T y la Rural Wireless Association (RWA), quienes argumentan que el uso del espectro móvil por parte de la constelación de satélites de SpaceX para este servicio podría causar interferencias con las redes terrestres comerciales que operan en la actualidad.
Para ofrecer servicios móviles directos, Starlink necesitará satélites nuevos. Por eso, a comienzos de octubre, SpaceX pidió a la FCC permisos para lanzar y probar su satélite de segunda generación a partir del primero de diciembre.
Por ese motivo, AT&T y la RWA instaron a la Federal Communications Commission (FCC) a rechazar la solicitud de SpaceX de un permiso temporal y pidieron ordenarle a la empresa de Elon Musk obtener primero la aprobación de la Oficina de Ingeniería y Tecnología de la FCC.
SpaceX calificó esas afirmaciones como infundadas y acusó a AT&T y a la RWA, a la que describió como “portavoz de Dish”, de estar orquestando “una campaña desesperada de última hora”.
No escapa a la atención de los expertos que en agosto del año pasado SpaceX se asoció con T-Mobile para ayudar al operador a brindar servicios a áreas no atendidas, y que parte del acuerdo incluye el desarrollo de un servicio satelital directo a móvil.
Celulares satelitales
En el caso de que Musk ponga la tecnología donde ha puesto sus declaraciones, los clientes de T-Mobile podrían conectarse a los más de 4.800 satélites de SpaceX de manera directa, con teléfonos inteligentes no modificados.
En la actualidad, la constelación de satélites de Musk proporciona servicio a clientes de todo el mundo a través de terminales Starlink, que actúan como intermediarios para facilitar la conectividad entre los satélites orbitales y los dispositivos de los usuarios finales.
Inicialmente, probablemente en algún punto de 2024, los servicios ofrecidos se limitarían a mensajes de texto, y se espera que los servicios de voz y datos se agreguen en 2025.