Queremos ir a Marte y a muchos destinos que no están a la vuelta de la esquina, pero la idea es progresar en las tecnologías que actualmente tienen los cohetes y sus motores para que los viajes sean más eficientes y cortos en la medida de lo posible. La NASA lleva tiempo investigando alternativas, y con la Misión Artemis se estrenará una nueva propulsión eléctrica.
Como comentó la NASA en su momento el nuevo programa Artemis será el encargado de llevar al próximo hombre y a la primera mujer a la Luna. Jim Bridenstine, administrador de la NASA, comentó que había que desarrollar el sistema de alunizaje del lander que llevará a los astronautas, además de terminar la fabricación del cohete SLS y la cápsula Orion, así como nuevas tecnologías de exploración. Y con este anuncio ya sabemos un poco más de la propulsión que al parecer nos volverá a llevar a la Luna.
Las pruebas en tierra firme han salido bien
Como ocurre en los automóviles, la propulsión eléctrica con respecto a la tradicional tiene algunas ventajas y también inconvenientes y aspectos a mejorar. Se trata de usar energía eléctrica para acelerar el propulsor, y según explica la ESA se trata de que esta energía mejore el desempeño de los motores con respecto a los convecionales (que describen como "sistemas químicos", con la ventaja de que la propulsión eléctrica requiere mucha menos masa para acelerar una nave con respecto a la química y es mucho más eficiente en teoría, si bien se ve limitada por la cantidad de potencia eléctrica que hay disponible en el vehículo.
El propulsor usado en los sistemas eléctricos varía según el motor y puede ser un metal líquido, un gas o incluso uno convencional, pero en el caso de este nuevo sistema que anuncian la NASA y Aerojet Rocketdyne han usado xenon (un gas). Se trata de los motores Advanced Electric Propulsion System (AEPS), los cuales está previsto que se usen como hemos dicho e Artemis.
El AEPS ha sido probado con éxito, operando a 12,5 kilovatios en los tests realizados en el Jet Propulsion Laboratory (en Pasadena, California, EEUU). Este motor ha demostrado trabajar de manera estable a unos niveles de potencia de entre 4,2 y 12,5 kilovatios, los cuales según Eileen Drake (presidenta y CEO de Aerojet Rocketdyne) son los necesarios para operar en el Power and Propulsion Element, el sistema que viajará a la Luna con todo lo necesario para explorarla.
La idea es que dos AEPS se empleen en la aeronave, capaz de producir hasta 60 kilovatios con su sistema de propulsión eléctrica solar de alto rendimiento. Cada unidad tendrá un controlador de flujo de xenon y una unidad de procesamiento que controlará la energía eléctrica que llega al motor. Según explican, 5.000 kilogramos de xenon darán para 50.000 horas de actividad.
Cuatro años para terminar todo lo necesario
Los planes son que la NASA lance la unidad de potencia y propulsión del programa Artemis en 2022, para que la llegada a la Luna de los astronautas se produzca en 2024.
Ya vimos que la intención de llegar a la Luna es común en otras agencias y empresas, de hecho Bezos fue claro y se ofreció a ayudar a la NASA para cumplir su objetivo de llegar a la Luna en 2024 (teniendo su propio plan, Blue Moon). También está, como no podía faltar, SpaceX de Elon Musk, también con su propio proyecto #DearMoon y con un gran historial de colaboraciones con la NASA.
Imagen | NASA
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