Los astrónomos del Observatorio Austral, situado en la zona norte de Chile, han presenciado un fenómeno insólito: la desaparición de una estrella a manos de un agujero negro supermasivo.
El evento, que se ha producido a 215 millones de años luz de la Tierra, ha permitido a los astrónomos estudiar el fenómeno conocido como "evento de disrupción de marea" que hacen que cuando una estrella se acerca demasiado al horizonte de sucesos de un agujero negro supermasivo, acaba destrozada experimentando la llamada "espaguetización".
Así es como un agujero negro supermasivo "se traga" una estrella
Los telescopios de este observatorio se combinaron con los de otras organizaciones en todo el mundo para contemplar cómo la estrella acababa devorada por ese agujero negro supermasivo.
Matt Nicholl, principal investigador del suceso y miembro de la Royal Astronomical Society en la Universidad de Birmingham, explicaba cómo "la idea de un agujero negro "tragándose" una estrella cercana parece de ciencia ficción, pero es exactamente lo que ocurre en un evento de disrupción de marea".
Cuando se produce este evento, algunos hilos de material estelar acaban en el agujero negro durante el proceso de 'espaguetización', lo que provoca un fugaz hilo muy brillante de luz que fue el que detectaron estos astrónomos. Este asombroso fenómeno hace que también se generen desechos de la estrella que salen proyectados hacia fuera, y eso dificulta a menudo la observación del evento.
Esta vez pudieron captar el fenómeno de forma temprana y pudieron ver "la cortina de polvo y desechos que se formaba a medida que el agujero negro lanzó un poderoso flujo de material con velocidades de hasta 10.000 km/s".
El fenómeno, etiquetado como AT2019qiz, se produjo en una galaxia en espiral de la constelación de Eridanus. La estrella afectada, afirman los astrónomos, tenía aproximadamente la misma masa que nuestro Sol, y perdió cerca de la mitad de esa masa en el agujero negro, que era un millón de veces más grande en tamaño.
El estudio del fenómeno AT2019qiz puede convertirse según este grupo de astrónomos en una especie de "piedra Rosetta" para interpretar futuros eventos de este tipo que ayudarán a entender cada vez mejor cómo se comporta la materia en esos entornos de gravedad extrema de los agujeros negros supermasivos.
Vía | Scitech Daily