Europa es uno de los objetos celestes más alucinantes que existen. Sabemos que tiene un océano, que es muy probable que pudiera albergar vida y que, si todo va bien, la visitaremos muy pronto.
La NASA ha confirmado la existencia de grandes géiseres de agua que llegan a alcanzar los 200 kilómetros de altura. Esto nos permitirá estudiar con detenimiento el océano de la luna de Júpiter sin tener que atravesar físicamente la superficie del planeta.
No, no fueron extraterrestres: eran geíseres
"Sorprendente". Esas han sido las palabra más repetidas desde que la semana pasada la Nasa avisara de que hoy iba a hacer un anuncio sobre la evidencia de una actividad sorprendente en Europa que, según el comunicado, "podía estar relacionada con el océano subsuperficial". Y así ha sido.
El comunicado de la NASA disparó las especulaciones y muchos medios comenzaron a hablar de la posibilidad de que hubiéramos encontrado vida. Algo razonable porque la misma agencia espacial norteamericana ya había explicado que había "una sólida evidencia de que existiera un océano de agua líquida bajo su superficie y que pudiera reunir condiciones para la vida".
Finalmente, como ya habían avisado, no se trataba de 'vida' pero el hallazgo hace que encontrar esa posible vida se convierta en algo mucho más sencillo. No son aliens, pero es algo interesante.
Una sorpresa relativa
En 2012, el Hubble "observó vapor de agua en la región del polo sur". En la imagen se puede ver las zonas donde se detectaron los espectros del oxígeno y el hidrógeno. No estaba confirmado y otras lecturas habían descartado la existencia de géiseres, pero la comunidad científica lo daba casi por hecho.
El descubrimiento de la NASA es interesante y nos permitirá descubrir muchas cosas sobre la luna más prometedora de Júpiter, pero no es precisamente una sorpresa. Eso sí, gracias a este descubrimiento, los próximos proyectos que enviaremos a Europa lo tendrán mucho más fácil.
Imágenes | NASA