El programa Artemis quiere devolver al hombre a la Luna -y llevar también a mujeres astronautas por primera vez-, pero ahora se ha descubierto que la radiación en la superficie lunar es 2,6 veces la que por ejemplo sufren los astronautas en la Estación Espacial Internacional y 200 veces más que a la que estamos expuestos en la Tierra.
Eso ha hecho que los científicos adviertan del peligro que eso plantea para futuras misiones en la Luna, sobre todo las que quieren establecer bases de operaciones permanentes. Dichos refugios, aseguran algunos científicos, deberían ser subterráneos para proteger a los astronautas de esa radiación.
200 veces más radiación que en la Tierra
Un estudio publicado a principios de octubre en la revista Science permitió mostrar los niveles diarios de radiación a los que estarían expuestos los astronautas que trabajasen en la Luna.
"Si piensas en gente que esté en la Luna durante largos periodos de tiempo —por ejemplo en una estación de investigación científica durante un año o dos— esos niveles comenzarán a ser problemáticos".
La solución para estos científicos es la hacer refugios subterráneos. Robert Wimmer-Schweingruber, uno de los responsables del estudio, explicaba que "cubrir tu hábitat con suficiente cantidad de tierra lunar debería funcionar".
En las misiones Apollo los astronautas también llevaban instrumentos para medir la radiación, pero se midió la radiación total desde que despegaron de la Tierra hasta que volvieron a ella, y no se aisló la que les afectó únicamente en nuestro satélite. Ahora ha sido posible obtener esos datos gracias a los datos recolectados por la nave china Chang'e 4, que aterrizó en enero de 2019.
Esas mediciones han permitido determinar un problema que podría ser una amenaza para los astronautas que visiten la Luna durante periodos extendidos de tiempo, y eso hace que a la hora de plantear los refugios que se construyan allí, estos estén precisamente preparados para proteger a los astronautas de dicha radiación.
Imagen | Foster & Partners
Vía | UPI