Marte es un objetivo atractivo, difícil pero "cercano", pero puestos a explorar otros planetas y habiendo echado un ojo a Venus, Júpiter y Saturno, ¿por qué no ir a Mercurio? Este pequeño vecino del Sol es el objetivo de la misión BepiColombo, la cual despega en unas horas hacia dicho planeta.
Hablamos un poco de ella al enumerar las principales misiones que nos esperaban para este año. Tal y como era previsto, y algunos meses después de que la sonda Parker saliese hacia el mismo Sol, en octubre ha llegado el momento estelar de BepiColombo y no está de más repasar en qué consiste esta interesante misión espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) con colaboración de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA).
Pero, ¿qué se nos ha perdido en Mercurio?
Tal y como explica la propia agencia, BepiColombo es la primera misión de la ESA hacia Mercurio. Bautizada así por Giuseppe Colombo (científico cuya contribución fue imprescindible para el diseño de las misiones a este planeta) y con una duración prevista de un año, llegará a finales de 2025 si no hay ningún imprevisto que la retrase.
¿Y por qué ir hasta Mercurio? ¿Por qué soportar temperaturas de hasta 350 grados centígrados? Además de apuntarnos un tanto como especie colonizadora insaciable de nuevo, los objetivos de esta misión son bastante variados y van más allá de conocer algo mejor el planeta más cercano a nuestra estrella.
BepiColombo va a Mercurio para recabar** datos sobre el interior, la estructura, la composición, la geología y sus cráteres**. Uno de ellos, el del impacto del final de la misión Messenger (que se acercó a Mercurio entre 2011 y 2015), se aprovechará para analizar los materiales del subsuelo con menor exposición al exterior que el resto e la superficie.
También se analizará la composición, estructura y dinámica de la magnetosfera y la atmósfera residual del planeta, así como intentar averiguar algo más del origen del campo magnético (muy débil y asimétrico) y que puedan encontrarse pistas del origen y evolución de un planeta tan cercano a una estrella. Además, se aprovechará para probar la teoría de la relatividad general de Einstein, que como ya vimos se sigue comprobando su validez en algunas misiones actuales.
Tecnología nueva a prueba de fuego
Lo que se ha enviado hacia Mercurio son dos satélites, uno europeo y uno japonés, con una tecnología específica y nueva para resistir las extremas condiciones del planeta. Hasta un 83% de la tecnología que se ha usado en la misión es nueva, según explicó Sara de la Fuente, ingeniera de telecomunicaciones y coordinadora de planificación científica y operaciones de BepiColombo en el Centro Europeo de Astronomía Espacial de la ESA en Madrid a El Mundo. De hecho, se usará parte de ella en la misión Solar Orbiter (que irá al Sol en 2020).
Se ha empleado un sándwich de titanio y aluminio que encierra un material cerámico multicapa de 2,5 centímetros de espesor, con el que debería resistir esas altas temperaturas que llega a alcanzar el planeta. La antena de comunicaciones también va revestida de una pintura especial para también preservarla de ese calor. El satélite europeo además lleva un radiador para disipar el calor.
Lo destacable también, más allá de las protecciones para el calor y el frío (que son unos -180 grados centígrados de noche), es el sistema de propulsión. Son más de cinco años de viaje y para ello se ha optado por un sistema de propulsión eléctrica, no propulsión química como es lo habitual.
El largo viaje empieza en breve
Así, está todo preparado para que en unas 17 horas BepiColombo deje atrás la exosfera terrestre rumbo a Mercurio, concretamente a las 3:45 horas del sábado (horario peninsular español, 20:45 de hoy viernes en México y Colombia y 22:45 en Chile y Argentina). Lo hará con un cohete Ariane 5 cuyas imágenes ya han compartido en Twitter.
En la misión, por cierto, hay algo de contribución española y de marcada importancia. Empresas como ALTER, CASA, Crisa, Iberespacio o Rymsa han desarrollado partes de la estructura del módulo de transferencia, los paneles solares, el aprovisionamiento de componentes electrónicos y parte del sistema que disipa el calor (los caloconductos, tuberías internas que contienen amoniaco), como explicaba Mauro Casale, físico de la ESA y jefe del segmento de tierra científico de BepiColombo a El Mundo en el artículo que antes enlazábamos.
Habrá que esperar algunos años para recibir todos los datos de BepiColombo (con la esperanza de que llegue a su destino), pero sólo unas horas si queremos presenciar su lanzamiento desde la Guyana Francesa. Podéis verlo en la web de la ESA, empezando la retransmisión a las 3:15 de la madrugada (hora peninsular española).
Imagen | ESA
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