24 noches muy buenas: el año 2018 en imágenes del espacio y de cielos espectaculares

El Hubble, Chandra y otros observatorios espaciales nos están dejando aún estos días imágenes preciosas del universo, también los observatorios terrestres de cielos muy caprichosos. Y hemos pensado que hoy Nochebuena es un buen momento para sacar el baúl de los favoritos en el que hemos guardado aquellas que más nos han gustado durante este año y reunir 24 impresionantes imágenes espaciales de 2018.

Hemos intentado crear una selección variada, en la que se intercalan fotografías que han sido obtenidas al procesar la información que los científicos e ingenieros reciben en imágenes de rayos X y otros tipos de tecnologías, y otras tomadas con cámaras reflex, por aficionados que con mayor o menor suerte (y paciencia) han conseguido capturar un cielo espectacular. Así que, para amenizar un poco la lectura y daros menos dosis de palabras y más de píxeles, aquí va una ronda de capturas desde el espacio y desde la superficie.

Cada vez os vemos mejor, vecinos

La exploración espacial ha experimentado cierto auge en los últimos años, poniéndonos objetivos cada vez más lejanos y ambiciosos. Ahora tenemos los ojos ya muy cercanos al Sol con la sonda Parker, también muy lejanos con la misión New Horizons, y entre una y otra una serie de observatorios espaciales que van escrutando el cosmos y dándonos cada vez más y mejor información.

De hecho, aunque está teniendo algún contratiempo más de lo habitual, la idea es jubilar a uno de los más míticos que hasta el momento sigue regalándonos verdaderas maravillas de imágenes: el telescopio Hubble, que sin apenas renquear espera que el observatorio James Webb (JWST) esté listo para tomar su testigo. Mientras tanto vamos recibiendo imágenes tanto de ellos como de los que tenemos en tierra, por no hablar de las fotografías que toman algunos particulares, en algunos casos logrando verdaderas maravillas plasmando la Vía Láctea o algún evento atmosférico. Así que, sin más dilación, allá van.

Enero

En el inicio del año la NASA nos regaló una interesante "foto del día", aunque mejor dicho fue cosa de Kerry-Ann Lecky Hepburn, que desde el desierto de Atacama capturo la Vía Láctea en todo su esplendor el día 15 de enero, cuando Júpiter y Marte se encontraban cercanos a nosotros. Sobre el horizonte y hacia la derecha (dirección sur) se ven también las nubes de Magallanes, uno de los "misterios" de nuestro universo.

Hablando de noches buenas, observar auroras boreales es algo espectacular, y si podemos guardar el recuerdo en fotografía además de en la retina aún mejor. En Xataka Foto nos dan consejos para fotografía nocturna, también si queremos hacernos con la Vía Láctea como en la fotografía anterior, y algunos de ellos pueden servirnos para capturar este fascinante fenómeno atmosférico si estamos en una latitud propicia.

Crédito: Martinelli

Febrero

En el segundo mes del año asistíamos a un lanzamiento... Sin precedentes. Pero no precisamente por interés científico o por ir más lejos que nunca, sino por dejarle al espacio como regalo un Tesla Roadster (como si no le hubiésemos dejado ya suficientes objetos). No está de más recordar una instantánea tan particular.

Imagen: SpaceX

Nos vamos algo más lejos con la segunda de este mes, hasta la nebulosa IC 405, conocida como la nebulosa de la estrella llameante por presentar un aspecto similar al de un humeante incendio (aunque en realidad se trata de hidrógeno interestelar en su mayor parte). Lo que destaca en esta foto es la estrella AE Aurigae (hacia el centro, de color azul, lo cual indica que alcanza temperaturas altas).

Crédito: Martin Pugh

Marzo

Lo que vemos en la primera imagen que recuperamos de marzo es una región cercana a la nebulosa Orión. Se trata de una gran agrupación de nebulosas y estrellas, así como los llamados objetos Herbig-Haro (objetos HH). Aunque casi mejor ir a la versión interactiva de la fotografía que puso la NASA (y os enlazamos en el pie de foto), ya que al pasar el cursor por encima aparece el nombre de cada objeto.

Del pre-jubilado Hubble vamos a abusar un poco, porque lo que contribuye aún merece tanto la pena como esta fotografía (aunque en esta ocasión hay más fuentes). Se trata de una imagen combinada con los datos del telescopio VISTA y el Hubble de la nebulosa de cabeza de caballo, a unos 1.600 años luz de nuestro planeta.

Imagen: ESO, VISTA, HLA, Hubble Heritage Team (STScI/AURA) (procesado y edición de Robert Gendler)

Abril

Abril viene con un montonazo de galaxias, de múltiples formas y orientaciones, pertenecientes al clúster SDSSJ0146-0929 (no tenemos nombre común en este caso), aunque lo que llama la atención es lo que vemos al centro: un anillo de Einsten. Se trata de un fenómeno debido al paso de la luz de objetos distantes a través de una gran masa, como es en este caso este clúster, y de nuevo el Hubble nos da un buen punto de vista.

Lo que vemos aquí es la nebulosa del velo (NGC 6960), obtenida con filtros de banda estrecha. Los tonos azules y verdes se corresponden a oxígeno gaseoso mientras que los rojos son del hidrógeno atómico.

Mayo

Más contribuciones del Hubble, en esta ocasión para otra foto bastante impactante: la de la nebulosa MGC 1032 partiendo el espacio en dos. Se trata de una galaxia en espiral (aunque no se aprecie desde esta perspectiva) a unos 100 millones de años luz de nuestro planeta.

Bajamos un rato a la Tierra para apreciar las vistas que en ocasiones y en ciertos lugares los astros y su luz nos regalan. En esta ocasión se trata de una puesta de sol al norte de Alabama, en el monte Lewis, pudiendo ver en la parte superior a Júpiter y tres de sus satélites.

Crédito: Roy Spencer

Junio

Volvemos un momento a la Tierra para apreciar otra bonita imagen, esta vez coronada por la Vía Láctea y escoltada en el suelo por una manada de estromatolitos, fósiles que datan de unos 3.700 millones de años. La imagen está tomada en el oeste de Australia.

Crédito: Jingyi Zhang

Saltamos de la Tierra a Marte para añadir una simpática imagen. Se trata de un selfie de Curiosity, uno de los rovers que pululan por la superficie del Planeta Rojo, en el que muestra los efectos de una tormenta de polvo, aunque fue Opportunity el rover que más fue afectado por una de estas tormentas.

Julio

No es la nebulosa de la hélice, pero esta fotografía también nos recuerda a un gigantesco ojo propio de película fantástica. Se trata de la nebulosa del anillo (M57), a unos 2.000 años luz de la Tierra, en este caso observada al combinar infrarrojos y luz visible.

El Hubble tira de su cámara de campo amplio (WFC3) para mostrarnos la galaxia NGC 6744. Tiene algunas similitudes con nuestra Vía Láctea, como el hecho de tener una región central con estrellas más viejas (y amarillas), de ahí que hablen de una "hermana mayor".

Agosto

Otro trabajo cooperativo entre Hubble y Chandra, de modo que nos permite ver la galaxia ESO 137-001 a unos 220 millones de años luz. Explican en la NASA que la espiral se desplaza a unos 7 millones kilómetros/hora, dejando en su camino un rastro de gas y polvo.

Crédito: NASA, ESA, CXC

Para contrastar con los cálidos azules de la foto anterior, la otra que hemos sacado del baúl de los recuerdos en el que es uno de los meses más calurosos de nuestro año es ésta de la nebulosa del alma, una nebulosa de emisión en la constelación de Casiopea. Lo que vemos son ondulaciones debidas a los vientos de estrellas jóvenes masivas en una nebulosa que lleva al menos unos cien años en expansión, siendo una composición de tres exposiciones en distintos colores (rojo para el hidrógeno, amarillo para el azufre y azul para el oxígeno).

Septiembre

Dos protagonistas en la primera fotografía del mes de inicio de curso: una gran galaxia con un anillo y otra más pequeña, a la izquierda. Explican en la NASA que para que este anillo resulta de la disrupción gravitacional que se produce cuando una galaxia pasa a través de otra, de modo que el gas interestelar se condensa, y en este caso parece que es la "pequeña" galaxia de la izquierda la que provocó esa gran rosquilla estelar.

En septiembre el Hubble también nos daba esta fantástica imagen de la galaxia NGC 4036 a 70 millones de años luz en la constelación de la Osa Mayor. Pese a su nombre tan poco familiar, se trata de una galaxia que es relativamente conocida debido a sus irregulares emisiones de polvo y a tener lo que se conoce como un centro de tipo LINER (Low-Ionisation Nuclear Emission-line Region), que define unas particulares líneas de emisión. Lo mejor: que brilla tanto que puede observarse con un telescopio amateur.

Octubre

Oxígeno (azul) y rojo (hidrógeno y azufre) del bucle de Barnard, una nebulosa de emisión cuyo origen se considera una supernova de hace dos millones de años. La imagen es el resultado de la composición de cientos de fotografías, la cual costó más de doscientas horas de terminar.

Crédito: David Lindemann

Una galaxia que también es en cierto modo una hermana de la Vía Láctea es NGC 5033, a unos 40 millones de años luz. Tiene un tamaño similar al de nuestra galaxia y como ésta tiene estrellas en formación en los brazos de la espiral (zonas azules), aunque no tiene la barra central que sí tiene la Vía Láctea.

Noviembre

Esta foto es una composición de imágenes que van desde finales de abril hasta el 5 de noviembre con el fin de plasmar el conocido como movimiento retrógrado de Marte. Una denominación que se le dio erróneamente al realizar las observaciones, pero que en realidad se debe a la posición relativa entre la Tierra y el Planeta Rojo y a que ésta gira 1,88 veces más rápido que Marte.

De Juno podríamos reunir años enteros de imágenes que son una verdadera pasada, así que también tenía que tener aquí su hueco. Ella y Júpiter, cuyas nubes, tormentas y demás fenómenos de su atmósfera ha capturado tan bien como en esta ocasión, durante su 16º vuelo a unos 7.000 kilómetros del planeta.

Diciembre

Andrómeda es una de nuestras vecinas, la gran galaxia más cercana que tenemos (y también se parece bastante a la Vía Láctea). Se trata de uno de los objetos del catálogo de Messier del que aquí hablamos, concretamente del M31, y su difusa luz se debe a los cientos de miles de millones de estrellas que la componen.

Crédito: Robert Gendler

Para el broche final hemos elegido esta maravilla que la NASA compartía hace unos días de la mano de la cámara de rayos X de Chandra (aunque combinado con óptica del Hubble). Se trata de un remanente de supernova producido por una estrella masiva cercana a la pequeña nube de Magallanes.

Imagen | [https://www.missionjuno.swri.edu/news/jovian_close_encounter](NASA/JPL-Caltech/SwRI/MSSS/Gerald Eichstädt/Seán Doran)

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