A las 09:51 de la mañana, un rayo impactaba sobre dos tanques de combustibles de la refinería de Puertollano provocando un importante incendio en las instalaciones. Dos horas después, un comunicado oficial de Repsol, la dueña del complejo, confirmaba el incendio y afirmaba que no se habían producido daños personales. Una excelente noticia teniendo en cuenta que cada día acuden a la refinería más de 2.500 personas. Por lo demás, los planes de emergencia de la compañía se habían puesto en marcha y se ha anunciado una investigación.
Aunque en un principio se había informado que no se preveía que la columna de humo afectara las zonas pobladas cercanas al complejo, el cambio del aire ha puesto en alerta a la ciudad de Puertollano y a Argamasilla de Calatrava. No obstante, según informa Repsol, la situación parece controlada. Precisamente por eso, quizás sea buen momento para hablar sobre qué hace una refinería tan grande como está a más de 200 kilómetros del mar.
¿Qué hace una refinería de petróleo como esta tan lejos del... petróleo?
Esa es una de las cosas más interesantes de la refinería de Puertollano. En países como el nuestro, donde no hay ni reservas ni yacimientos petrolíferos, las refinerías suelen estar en los puertos. Es decir, en los lugares por donde nos llegar el crudo. Así es, de hecho, en España. Hay refinerías en Coruña, Santurce, Huelva, San Roque, Tarragona, Castellón, Tenerife y Cartagena. Luego, además de eso, el país entero está recorrido por una larga red de oleoductos y puntos de almacenaje.
Sin embargo, el acceso del país al petróleo no siempre ha sido tan sencillo como lo es hoy en día. En noviembre de 1942; es decir, en plena autarquía, el Gobierno franquista creó la Empresa Nacional Calvo Sotelo de Combustibles Líquidos y Lubricantes. La idea era explotar todos los recursos y desarrollar las infraestructuras del país de cara a garantizar el suministro de este tipo de productos.
Enseguida, la Empresa Nacional puso sus ojos en las minas de carbón de Puertollano. En estas minas había una gran cantidad de pizarra bituminosa. Con el destilado apropiado, este tipo de rocas pueden transformarse en petróleo. En 1943 se empezó a construir una pequeña planta de destilado de estas pizarras que, además de combustible fabricaba lubricantes CS. Se construyó una central térmica para producir vapor y energía junto a la refinería y se utilizó el agua de la Presa del Alisillo para poner todo en marcha.
Una década después, cuando la situación del país era completamente distinta y el Gobierno estudiaba cómo abastecer de combustible al centro del país, sus ojos se pusieron en la fábrica de Puertollano. Se construyó un oleoducto de 264 kilómetros que conectaba la refinería directamente con el puerto de Málaga y se procedieron a cerrar las tres minas de pizarra que, hasta ese momento, abastecían al complejo.
El complejo de Puertollano no ha parado de crecer desde entonces y muchas de sus instalaciones supusieron en su momento innovaciones técnicas nunca vistas en territorio nacional. Desde el año 2000, además, está conectado también con Cartagena por otro oleoducto. A veces algo olvidado, Puertollano ha sido durante décadas uno de los polos industriales de la Península; sin embargo, los problemas del Campo de Calatrava y la esperaba reconversión industrial de la comarca llevan encima de la mesa desde hace años.
Imagen | 112 Castilla - La Mancha
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