La búsqueda ha terminado. Cuando Brian Krzanich dimitó como CEO el pasado mes de junio tras violar los códigos de conducta de la empresa, en Intel tuvieron que actuar rápido para nombrar como CEO interino a Bob Swan, que desde 2016 había sido el Chief Financial Officer de la empresa.
Ahora el consejo de administración ha decidido convertir ese puesto temporal en uno permanente y ha anunciado que Bob Swan es el nuevo CEO de Intel. La nueva era es probablemente una de las más difíciles de toda la historia de Intel, con la empresa afrontando el empuje de las soluciones ARM no solo en móviles, sino también en escritorio.
Un CEO con el que afrontar una nueva era
Los propios responsables de Intel mencionaban los retos de esta nueva etapa en ámbitos como "el centro de datos, la inteligencia artificial y la conducción autónoma". Todos ellos campos en los que otras empresas como NVIDIA están empujando muy fuerte y con las que Intel tendrá que competir para ofrecer soluciones competitivas mientras nos hace olvidar un 2018 lleno de problemas.
Lo mismo ocurre con el mundo del PC, que a pesar de seguir en mejor forma de lo que muchos piensan sigue estando a la sombra del smartphone. No solo eso: la arquitectura ARM que domina de forma absoluta el mundo de los dispositivos móviles está comenzando a tratar de ofrecer soluciones específicas para llegar al mundo del escritorio. Lo estamos viendo en los convertibles con Windows basados en ARM, y la propia hoja de ruta de ARM para los próximos años lo demuestra.
Para combatir en esos frentes Intel tiene ante sí dos proyectos especialmente interesantes: el salto a los 10 nanómetros que por fin se hará realidad a finales de 2019 y esas gráficas dedicadas que llegarán en 2020 y podrían plantear un nuevo rival al duopolio de AMD y NVIDIA.
El séptimo CEO en 71 años de historia
Bob Swan no llega a este puesto de la nada: el séptimo CEO de la historia de Intel llevaba desde octubre de 2016 en un cargo de máxima responsabilidad en la empresa: era su Chief Financial Officer, el responsable último de las finanzas de este gigante de los semiconductores. En los últimos siete meses ha ejercido como CEO interino, algo que a buen seguro le ha permitido prepararse para esta etapa como CEO permanente.
Su experiencia directiva es enorme: antes de unirse a Intel fue un alto directivo de General Atlantic LLC y en Applied Materials, además de ser el CFO de eBay durante nueve años.
Esa vasta experiencia en puestos financieros podría definir el futuro de Intel en los próximos meses y años. Es especialmente llamativo que el consejo de administración haya elegido a alguien con esa experiencia como CFO y no a alguien con un background más ingenieril, como ha sido la norma en la mayoría de CEOs de Intel.
Un breve recorrido por la historia de la empresa permite entender un poco más esa trayectoria. En los 71 años desde que Intel se fundó en 1968 sus siete CEO han sido los siguientes:
- Bob Noyce (CEO desde 1968 a 1975): Ingeniero en física, trabajó en Shockley Semiconductor para fundar Fairchild Semiconductor y, posteriormente Intel junto a Gordon Moore.
- Gordon Moore (CEO desde 1975 a 1987): Ingeniero en química y física, con la misma trayectoria inicial que Noyce, y toda una leyenda de la informática gracias a la ley que lleva su nombre.
- Andrew Grove (CEO desde 1987 a 1998): Ingeniero en química, trabajó en Fairchild Semiconductor y fue uno de los primeros miembros de Intel.
- Craig Barret (CEO desde 1998 a 2005): Ingeniero en ciencia de Materiales, se unió a Intel en 1974.
- Paul Otellini (CEO desde 2005 a 2013): Licenciado en economía, comenzó a trabajar en Intel en 1974.
- Brian Krzanich (CEO desde 2013 a 2018): Ingeniero en química, comenzó a trabajar en Intel en 1982.
- Bob Swan (CEO desde 2019): Licenciado en Administración de Empresas.
Como puede observarse, Swan es junto a Otellini el único con una formación no técnica, pero además es el primero de los CEO de Intel que no ha pasado prácticamente toda su carrera en la empresa antes de convertirse en CEO de la misma. El reto es, desde luego, enorme, y le deseamos toda la suerte del mundo.