La expansión de Uber parece casi imparable, y solo algunas ciudades y algunos países han planteado barreras a una actividad que para el sector de los taxistas plantea una competencia que no se puede permitir hasta que no se regule. En Nueva York un enorme colectivo de casi 9.000 taxistas ha demandado a Uber, mientras que en España la empresa sigue luchando por ofrecer su servicio aprovechando las VTC (licencias de arrendamiento de vehículos con conductor).
Los procesos de regulación de Uber son en realidad referencia para otros muchos negocios y startups en los que ese concepto de economía colaborativa -por mucho que el calificativo sea engañoso- también puedan crecer en su actividad, y Airbnb es el perfecto ejemplo de ello.
Los taxistas de Nueva York ya no lo soportan
Como revelan en Reuters, según la demanda presentada por la llamada Taxi and Limousine Commission, el número de trayectos realizados con Uber ascendió a los 3,82 millones entre abril y junio de 2015, mientras que los tradicionales taxis amarillos de la ciudad estadounidense realizaron 3,83 millones de trayectos.
Eso ha hecho que los precios, ingresos y beneficios caigan de forma notable, y también se argumenta que esa expansión de Uber ha provocado la bancarrota de 22 empresas relacionadas con el sector del taxi. Los demandantes piden daños y perjuicios, además de menos trabas regulatorias, como el programa según el cual la mitad de los taxis deberían estar preparados para discapacitados en 2020.
Mientras en nuestro país Uber sigue tratando de reactivar el servicio casi un año después de haber sido vetada aquí. Para ello persigue un objetivo: el de liberalizar el mercado de las licencias VTC, algo a lo que los taxistas se oponen frontalmente.
Según indican en El Español, a esas intenciones de Uber se le suman los intereses de Cabify, otra de las que trata de remodelar el sector del transporte privado en nuestro país, y que trata de plantear una posición conciliadora. La propuesta persigue liberalizar las licencias VTC, pero hacerlo de forma que haya limitaciones en su servicio.
Allí ponían el ejemplo de México, donde las licencias VTC están liberalizándose pero solo se conceden en contratación de trayectos vía móvil y siempre previo pago de un impuesto adicional a las operadoras de estas licencias. Los servicios de taxi tradicionales serían cubiertos por los taxistas de toda la vida. La CNMC tendrá que emitir unas conclusiones tras la consulta pública que realizó a principios de año.
Vía | Reuters | El Español
En Xataka | Un día con un conductor de Uber
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.co
VER 0 Comentario