El pasado 7 de agosto Elon Musk amenazó en su cuenta de Twitter con retirar a Tesla de la cotización, haciéndola de nuevo una compañía "privada" (en el argot financiero estadounidense) asegurando tener los fondos suficientes para recomprar todas las acciones en circulación a un precio de 420 dólares cada una (un 23% por arriba de su valor en el momento de publicar aquel mensaje).
Aquel amago no se materializó, aunque tuvo la reafirmación con un fondo soberano saudí en los días posteriores. Todo se terminó de desmontar unas semanas después, cuando Musk admitió que la compañía seguiría siendo cotizada porque "así lo quieren sus inversores". Ahora la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos ha acusado a Elon Musk de fraude por haber hecho aquel anuncio sin tener la intención de cumplirlo realmente, como informa Bloomberg.
Objetivo: sacar a Musk de la dirección de Tesla
En el informe presentado por el Distrito Sur de Nueva York de la Comisión, el cual insertamos debajo de estas líneas, se explica que aquel famoso tuit fue apreciado como "falso por engañoso" y que indicaba "falsamente" que podría recomprar las acciones de Tesla si quería, fijando una cantidad por ellas muy superior al precio de mercado en aquel momento.
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El precio de las acciones, naturalmente, subió repentinamente tras este anuncio, algo que hizo que comenzaran las investigaciones en torno al asunto. La falsedad que señala la Comisión radica en que Musk ni siquiera había discutido con los inversores que se fuese a llevar a cabo un acuerdo así, y mucho menos sus términos, incluido el precio de los 420 dólares por acción, pero a la postre sí terminó incidiendo en el precio del valor:
"Las declaraciones falsas y engañosas de Musk causaron confusión y perturbación significativas en el mercado de las acciones de Tesla y el consiguiente daño a los inversores. [...] Musk hizo sus declaraciones públicas falsas y engañosas sobre retirar a Tesla de la cotización usando su teléfono móvil en mitad de la jornada mercantil. No discutió el contenido de esas declaraciones con nadie más antes de publicarlas ante sus más de 22 millones de seguidores de Twitter y ante cualquier persona con acceso a Internet. Tampoco informó al Nasdaq de que tenía la intención de hacer este anuncio, como exigen las reglas del Nasdaq".
Antes incluso de aquel tuit del 7 de agosto, la Comisión de Bolsa y Valores ya estaba investigando a Tesla por sus proyecciones de producción de automóviles, el caballo de batalla más complicado de la compañía en los últimos años.
Este nuevo frente consolida el delicado momento por el que atraviesan tanto la empresa como su CEO: a los desmanes recientes de Musk se han unido las decenas de renuncias de empleados en los últimos meses. La cotización ha ido acompasada a estas malas noticias y al cierre del mercado de hoy apenas sobrepasaba los 300 dólares.
El objetivo final de esta demanda es una orden judicial que prohíba a Musk dirigir una compañía cotizada, el tipo de petición habitual en las acusaciones de la Comisión, así como multas económicas que no han sido especificadas en el comunicado. La cotización de la empresa ha caído un 10% en el after-market. Desde Xataka hemos contactado con Tesla para obtener sus declaraciones a esta noticia sin haber recibido respuesta en el momento de la publicación de este artículo.