Colombia es el país más madrugador, pero también el menos productivo según la OCDE

En Colombia, la hora promedio en la que las personas se levantan es a las 6:31 a.m. El país supera por mucho a Indonesia, cuyo promedio es a las 6:55 a.m. e incluso a Japón, que se levanta a las 7:09 a.m.

Así lo revela el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre productividad por hora trabajada, según el cual Colombia tiene la triste distinción de no solamente ser uno de los países con horas laborales -48-, sino también uno en donde cada hora es menos productiva comparada con otros países.

La OCDE estima que una hora de trabajo en Colombia genera un valor de 19,5 dólares a la economía local. Este valor está por debajo de los de países como México, Costa Rica y Chile, por no hablar de los de países como Dinamarca o Luxemburgo, en donde la hora trabajada supera los 100 dólares.

Respecto a la hora de levantarse, lo cierto es que muchos factores afectan la comparativa. Ciudades como Bogotá tienen uno de los peores tráficos del mundo, y siempre hay que contar con el tiempo que se pierde en trancones o debido al mal clima. De hecho, la firma de movilidad Inrix estima que la ciudad perdió un estimado de 122 horas al año, solamente en los trancones.

De la misma forma, a nivel nacional hay personas que se levantan más temprano para enviar a los niños al colegio, preparar el desayuno, etc.

Punto para el trabajo remoto

Sin embargo, también es innegable que estos números muestran que el mito de que más horas trabajadas significa más productividad se está derrumbando por completo. Esto es especialmente verdad cuando tenemos en cuenta que elementos como el trabajo remoto puede significar hasta un 20% de aumento en productividad.

De cualquier manera, la estadística es marcadamente negativa, especialmente si se compara con las de países europeos como Francia, en donde trabajan 35 horas por semana pero logran una productividad de más de 4 veces la de Colombia y otros países de la región.

Un factor que podría demostrar ser esencial en esta ecuación es el tecnológico. Dado que los países europeos han adoptado nuevas tecnologías más ágilmente, sus jornadas laborales tienden a ser más productivas.

Países como Colombia, en cambio, todavía tienen bastante camino por recorrer para reducir los números de trabajos informales y mejorar las condiciones de los trabajadores.