Por primera vez en la Historia de la humanidad, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha superado las 415 partes por millón. Concretamente ha alcanzado las 415.26 partes por millón según los registros del observatorio de Mauna Loa en Hawái. Hay que recordar que el consenso entre los expertos sitúa el límite "seguro" en 350 ppm. Ahí es nada.
Más CO2 atmosférico que en los últimos tres millones de años
Pero, como es habitual cuando hablamos del cambio climático, el problema ya no es la concentración, sino la tendencia. Para que nos hagamos una idea, cuando Mauna Loa empezó a registrar en 1959 las cifras estaban en 315 ppm y la mayor parte del crecimiento se ha producido en los últimos años. Según los datos la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), tres de los cuatro mayores incrementos del CO2 atmosférico se han producido en los últimos cuatro años.
Pese a que, en cierta forma, nos estamos acostumbrando a este tipo de noticias, puestas en perspectiva las cifras dan vértigo. Como explicaba Eric Holthaus, los seres humanos nunca hemos conocido un mundo como este. Tenemos que remontarnos muchos años en el tiempo para encontrar concentraciones de CO2 parecidas: unos tres millones de años según los modelos más precisos.
Y como señalaba la Organización Meteorológica Mundial a finales de 2018, “no hay indicios de inversión en esta tendencia, que está desencadenando un cambio climático a largo plazo, la subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos y un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos”.
Así se entiende mucho mejor cómo es posible que hace menos de un mes, las conclusiones de la Plataforma Intergubernamental para la biodiversidad (IPBES) afirmaban que más de un millón de especies estaban en riesgo de extinción por la contaminación y el cambio climático.