Guam es un territorio insular de Micronesia, la más grande y meridional de las islas Marianas. Conocida por su ubicación como “el lugar en el que comienza el día en Estados Unidos", este paraíso natural enfrenta una crisis ecológica como probablemente ninguna otra.
Según reportan medios como BBC, Guam es el hogar de 40 veces más arañas que cualquiera de sus centenares de vecinas. Y la razón es tan simple como aterradora: una especie invasora.
La Asociación Americana para el Avance de la Ciencia dice que Guam es el escenario de un “experimento natural” que, aunque indeseado, proporciona una oportunidad única para estudiar cómo funcionan los ecosistemas y cómo la perdida de un eslabón puede sembrar el caos a lo largo y ancho de un ecosistema.
La cosa es así: a mediados del siglo XX, entre 1940 y 1950, llegaron a Guam, probablemente en las bodegas de los buques cargueros, las primeras serpientes. El ecosistema de la isla resultó ideal para que prosperaran y, sin depredadores naturales abundantes, su número rápidamente se multiplicó.
Las serpientes se alimentaban principalmente de la variedad de aves de la isla, que poco a poco fueron viendo diezmados sus números. En menos de 50 años, 10 de las 12 especies identificadas fueron erradicadas y las dos restantes se encuentran en peligro de extinción, resignadas a sobrevivir en cuevas demasiado frías y remotas para las serpientes e, irónicamente, en algunas ciudades en donde esos reptiles no son bienvenidos.
¿Y las arañas? Bueno, la población de aves mantenía controlados los números de estos invertebrados, pero en ausencia de ellas la isla registró una explosión. Es un fenómeno particularmente impresionante, si se considera que las arañas de Guam son, en general, más grandes que las de las otras islas.
La Asociación Americana para el Avance de la Ciencia dice que Guam es el escenario de un “experimento natural” que, aunque indeseado, proporciona una oportunidad única para estudiar cómo funcionan los ecosistemas y cómo la perdida de un eslabón puede sembrar el caos a lo largo y ancho de un ecosistema.Hoy los bosques de la isla son una pesadilla arácnida durante todo el año, con una red casi continua de hebras plateadas que se extiende por kilómetros y kilómetros y con una sobrepoblación de tal magnitud que resulta, para todos los efectos, imposible de calcular.
Más fácil de contar son las serpientes: se estima que ya suman alrededor de dos millones. Y sin más aves para devorar, ahora las invasoras han comenzado a depredar roedores, lagartos, musarañas y otros animales pequeños.
Eventualmente, estos también se extinguirán y, entonces, creen los expertos, las serpientes comenzarán a comer serpientes.
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