Liberar 750 millones de mosquitos modificados genéticamente, el plan de Florida para frenar la transmisión de enfermedades

Liberar 750 millones de mosquitos modificados genéticamente, el plan de Florida para frenar la transmisión de enfermedades
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El Distrito de Control de Mosquitos del Condado de Monroe, Florida, ha aprobado un plan para liberar más de 750 millones de mosquitos genéticamente modificados en los Cayos de la Florida durante 2021 y 2022. El principal objetivo de este plan es evitar la propagación de enfermedades como el dengue, transmitidas principalmente por mosquitos hembra. Este plan es similar al ya ejecutado por Australia, que liberó 3 millones de mosquitos para frenar la población de la especie o el de Google, que ya ha hecho pruebas similares en California.

Estos mosquitos genéticamente modificados, bajo el nombre OX5034, están alterados para producir crías hembra que mueren en etapa de larva. Se lograría así, de cumplir los mosquitos modificados con su propósito, reducir notablemente la población de mosquito hembra, principal transmisor de enfermedades.

750 millones de mosquitos para luchar contra los propios mosquitos

Mosquito

La liberación de más de 750 millones de mosquitos forma parte de un proyecto piloto de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) y tiene como objetivo comprobar si los mosquitos modificados genéticamente son una alternativa a los insecticidas a la hora de controlar el Aedes aegypti, una especie de mosquito que transmite enfermedades mortales, tales como el denge o el zika. La modificación de los mosquitos viene a manos de Oxitec, empresa de propiedad estadounidense con base en Reino Unido.

El mosquito OX5034 ha sido alterado para producir crías hembra que mueren en estado de larva. Su principal objetivo es evitar la transmisión de enfermedades reduciendo la población

El mosquito modificado genéticamente recibe el nombre de OX5034 y ha sido alterado para producir crías hembras que mueren en etapa de larva. El foco se pone en las hembras porque se alimentan principalmente de sangre, por ello pican a humanos y son transmisoras de enfermedades. En el caso de los machos, el alimento principal es el néctar.

Se quiere así reducir la población de mosquitos en entornos controlados, aunque desde la propia Oxitec declaraban en mayo su intención de usar dichos mosquitos de una forma "potencialmente más amplia. Por el momento, las pruebas con OX5034 se reducen a Florida y al condado de Harris, Texas, donde también se ha aprobado su uso.

"Este es un avance emocionante porque representa el trabajo pionero de cientos de personas apasionadas durante más de una década en varios países, todos los cuales quieren proteger a las comunidades del dengue, el zika, la fiebre amarilla y otras enfermedades transmitidas por vectores." Gray Frandsen, director ejecutivo de Oxitec.

El proyecto saldrá por fin adelante tras obtener aprobación local, estatal y federal, aunque no es la primera vez que se baraja el uso de mosquitos de este tipo. En 2012 Florida intentó hacer una prueba con unos mosquitos macho llamados OX513A. En este caso, estaban alterados para que tanto machos como hembras murieran en etapa de larva. Estos mosquitos ya habían sido probados en Brasil. Según el estudio que detalla las pruebas, se logró reducir en un 95% la población de Aedes aegypti.

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Pese a la eficacia que prometían las pruebas, OX513A no llegó a Florida tras la oposición de más de 100.000 personas que firmaron una petición en Change.org, según leemos en CNN. Actualmente el número de firmantes ha aumentado hasta alcanzar más de 230.000, ya que sigue habiendo oposición a estas pruebas.

"Con todas las crisis urgentes que enfrenta nuestra nación y el estado de Florida (la pandemia de Covid-19, la injusticia racial, el cambio climático), la administración ha utilizado dólares de impuestos y recursos del gobierno para un experimento de Jurassic Park. Ahora, el Distrito de Control de Mosquitos del Condado de Monroe ha dado el permiso final necesario. ¿Qué podría salir mal? No lo sabemos, debido a que la EPA se negó ilegalmente a analizar seriamente los riesgos ambientales, ahora, sin una revisión adicional de los riesgos, el experimento puede continuar." Jaydee Hanson, directora de políticas del Centro Internacional para la Evaluación de Tecnología y el Centro para la Seguridad Alimentaria

Desde el Centro Internacional para la Evaluación de Tecnología y el Centro para la Seguridad Alimentaria, organización estadounidense sin ánimo de lucro, se ha emitido un comunicado criticando la supuesta falta de análisis de los riesgos ambientales que pueden suponer estas pruebas. Si entramos a la petición en Charnge.org, vemos que el número de firmantes sigue creciendo.

Vía | CNN

Imágenes | Unsplash y Flickr

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