El Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá está estrenando un bus impulsado por hidrógeno. Este vehículo es el resultado de un proyecto concertado entre Ecopetrol, la Fábrica Nacional de Carrocerías (Fanalca) y Marco Polo o Super Polo, una firma especializada en el diseño y ensamble de carrocerías.
Con capacidad para 50 pasajeros, el bus, denominado 3RH2FC, cubrirá -a manera de experimento- la ruta Usme - Fontibón. Al hacerlo, se convertirá en el primero en operar en América del Sur, en donde solamente Brasil está desarrollando un proyecto similar.
El proyecto será presentado oficialmente el próximo 27 de marzo y entrará en operación esa misma semana. A un costo total de 22.000 millones de pesos, invertidos a lo largo de tres años, funciona también como un caso de estudio para el Ministerio de Transporte, que evalúa la viabilidad de este tipo de alternativas de transporte de pasajeros para mejorar el ambiente de la ciudad de Bogotá.
Ingeniería colombiana
Esta semana, el bus estará en la fase de prueba en el Autódromo de Tocancipá, en donde se hará el proceso de homologación para ponerlo en funcionamiento.
El Ministerio de Transporte y otras entidades han diseñado 75 pruebas que el bus deberá pasar antes de su entrada en operación. Estas pruebas no tienen precedente en el país, por lo que también representan un avance importante en la regulación futura para este tipo de vehículos.
La cuestión, en realidad, es que este bus no ha sido comprado, sino que mucha de la tecnología utilizada fue creada y desarrollada específicamente para su uso en el país. De hecho, muchos de los sistemas internos cuentan con ingeniería colombiana.
Este tipo de buses usa un proceso de electrólisis para generar energía. Una ventaja de este proceso es que puede cargar los buses en apenas minutos, en tanto que el mismo proceso en un bus eléctrico toma un promedio de 8 horas.
Su desventaja más grande está, sin embargo, en el precio. Dado que es tecnología nueva, no solamente en Colombia sino a nivel global, un bus de hidrógeno tiene un costo de 1.500 millones, mientras que uno eléctrico está en 1.100 millones. Los Diesel normales tienen un costo de 400 millones.
De la misma forma, el aumento en la infraestructura por la instalación y mantenimiento de las estaciones de carga también es un costo considerable a tener en cuenta.
Aunque el proyecto entrará esencialmente en una fase piloto, lo cierto es que tiene una visión a largo plazo de más de 10 años para traer más buses con esta tecnología al país.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.co
VER 0 Comentario