Hay un auge global de edificios inteligentes, y Colombia tiene todo por ganar

El tamaño del mercado global de edificios inteligentes se valoró en 67.000 millones de dólares en 2021 y debería crecer, si se cumplen los pronósticos, hasta los 328 mil millones para el final de la década. Desarrollos como el despliegue de redes 5G impulsarán la adopción de tecnología y por eso marcas como Siemens, Honeywell y Schneider Electric apuestan por el desarrollo de soluciones de construcción y administración de superficies inteligentes.

Según el más reciente estudio del analista IndustryARC, se estima que habrá un aumento anual de 9,8% en la inversión de la industria de la automatización de edificios hasta el 2027. Los nuevos modelos de negocio del sector de infraestructura deben estar cada vez más encaminados, por lo tanto, hacia el cumplimiento de índices y estándares que imponen las normativas locales, con el desarrollo de proyectos en donde se involucren procesos sostenibles y de automatización.

En el mercado de tecnologías de automatización de edificios inteligentes por categoría, el segmento de edificios comerciales representa la mayor parte, de hasta el 34% en 2021. Esto se debe a la viabilidad financiera para implementar la tecnología y la necesidad de conservación de energía.

Para los países de Latinoamérica, el concepto de edificios inteligentes ya es conocido, sin embargo, se sigue explorando su implementación, teniendo avances notorios centrados principalmente en la experiencia de los usuarios y los beneficios costo eficientes para las empresas. Pero expertos como Daniela Mora, directora de la unidad de negocio Digital Energy para el Clúster Andino en Schneider Electric, creen que se aproxima una nueva era para la industria.

Entre las distintas razones para ello, la experta destaca beneficios como la optimización de recursos, derivada de el uso de sistemas tecnológicos que se caracterizan que monitorean el consumo de energía, agua y otros recursos. Al volver inteligente el control de la iluminación, aire acondicionado o el riego de las zonas verdes, se gestionan esos gastos de forma correcta y sostenible.

Por añadidura, dado que los edificios son los responsables de aproximadamente el 30% de las emisiones de CO2, la construcción o transformación de un edificio inteligente es un aporte concreto de la industria al cumplimiento de las metas planteadas por el país en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.

Ahorro en el mediano plazo

Si bien en estos momentos los costos en materiales y del servicio de energía se categorizan como dos aspectos en alza, el mantenimiento de los sistemas de los edificios es clave para generar ahorros y evolucionar o migrar a un mantenimiento basado en condiciones. En el mediano y largo plazo, esto hace que los edificios inteligentes resulten menos caros de mantener.

Es cierto que Latinoamérica aún no es reconocida por los edificios inteligentes, pues es un ámbito de gran competitividad, en el que otras regiones tienen una innegable ventaja. Pero precisamente por esto, los especialistas en el ramo ven una oportunidad. Un caso de éxito reciente en Colombia es Terranum, que desarrolla y opera proyectos inmobiliarios y han implementado en la totalidad de sus edificios la solución EcoStruxure Building de Schneider Electric. Sus cifras dan cuenta de un aumento en la eficiencia energética del 15% al año, optimizando recursos de mantenimiento en un 10% y la solución de problemas de forma remota en un 30%.

En el futuro, los sistemas integrados y de electricidad 4.0 (soportada por fuentes de energía renovable combinadas con inteligencia artificial, computación en la nube y otras herramientas de la era digital, para obtener la maximización de la eficiencia energética.) se convertirán en las principales necesidades para los edificios inteligentes del nuevo mundo, las cuales son indispensables para el desarrollo y cumplimiento de este tipo de proyectos que combinan tecnología y sostenibilidad.