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El Slimbook Pro X es un ambicioso ultraportátil Linux que brilla por sus opciones de configuración: hasta 32 GB RAM y 2 TB SSD

Slimbook es desde hace tiempo referente claro a la hora de PCs de sobremesa y portátiles basados en Linux. Este fabricante español ha vuelto a dar un ambicioso paso y ha presentado el Slimbook Pro X, un ultraportátil con un diseño y prestaciones realmente llamativas.

Para empezar, por un diseño que encierra una pantalla de 14 pulgadas en la caracasa de un equipo muy compacto. Donde brilla, no obstante, es en sus opciones de configuración. Integra unIntel Core i7 de 8ª generación, pero sobre todo cuenta con opciones notables: hasta 32 GB de RAM y hasta 2 TB de almacenamiento. Y si no te convence usarlo con alguna de las distribuciones Linux ofrecidas en preinstalación, también puedes elegirlo con Windows.

Ficha técnica del Slimbook Pro X

La configuración hardware del equipo es destacable, sobre todo si tenemos en cuenta que su procesador es el destacable Intel Core i7-8565U, un modelo con 4 núcleos a 1,8 GHz (Turbo 4,6 GHz) y 8 hilos de ejecución.

SLIMBOOK PRO X

Procesadoor

Intel i7-8565U (4 núcleos / 8 hilos, 1,8 GHz, hasta 4,6 GHz en Turbo)

GPU

NVIDIA GeForce MX250, 2 GB GDDR5

Pantalla

UPS LED 14 pulgadas, 16:9

RAM

8 / 16 / 32 GB DDR4 no soldada 2400/2666 MHz

Almacenamiento

2 ranuras SSD M.2 (opción NVMe) de 250 / 500 /1 TB
RAID 0 / 1 opcional

Webcam

720p HD, reconocimiento facial

Sistema operativo

Linux (diversas distribuciones a elegir), Windows, o ambos

Conectividad

WiFi 80.11ac, dos chipsets a elegir (433 Mbps / 1730 Mbps), conector RJ45 GbE

Audio

Sound Blaster Cinema 5, soporte micrófono digital, altavoz multicalnal, conector 3,5 mm

USB

2 x USB 3.1 Gen 1 (Tipo A)
1 x USB 3.1 Gen 1 (Tipo C)
1 x USB 2.0 (Tipo A)

Salidas de vídeo

1 x HDMI

Batería

Autonomía de hasta 11 horas, carga rápida en 1 hora, adaptador de 65 W

Otros

Lector/Grabador CD/DVD opcional

Dimensiones

320 x 210 x 16,8 mm

Peso

1,1 kg

Precio

Desde 998 euros

En esa configuración destacan también esas opciones hardware que permiten llegar a los 32 GB de RAM y a los 2 TB en dos SSD que además pueden configurarse en RAID 0 o RAID 1.

La pantalla IPS LED mate antirreflejos en formato 16:9 cuenta con una diagonal de 14 pulgadas, y además dispone de tecnología antifuga, un brillo máximo de 300 nitsy soporte del 99% del gamut sRGB.

Donde también hay nota destacada es en la presencia de una gráfica dedicada NVIDIA GeForce MX250, una nueva versión 3,5 veces más potente que la Intel UHD 620 integrada por defecto con el SoC de Intel. El equipo dispone además de un sistema para activar o desactivar esa gráfica dedicada cuando la necesitemos y de esa forma apostar por el máximo rendimiento o la eficiencia energética.

Otro de los elementos interesantes del equipo es su sistema de reconocimiento facial, que cuenta con una segunda cámara frontal que se ocupa de la medición volumétrica y que se combina con la webcam para ofrecer un sistema de autenticación más seguro.

Esta opción funciona tanto en Linux como en Windows, y permite acceder a una forma rápida y sencilla de iniciar sesión en estos sistemas operativos o, por ejemplo, de operar con permisos de superusuario en Linux cuando lo necesitemos, sin tener que introducir contraseñas.

Ultraligero y compacto, pero sin renunciar a al conectividad

El diseño del equipo llama la atención por su tamaño y peso: los responsables de Slimbook destacan cómo han logrado meter una pantalla de 14 pulgadas en un chasis que en otros equipos como el MacBook Air hubiera obligado a una diagonal de 12,8 pulgadas.

El secreto está en los marcos de esa pantalla, mucho más reducidos y que permiten lograr un aprovechamiento de pantalla notable que llega a nada menos que el 86% de todo ese frontal.

En realidad esa medición tiene algo de truco, porque el equipo sí tiene un marco inferior que forma parte de ese chasis de aluminio y magnesio y en el que solo contaremos con el logotipo del fabricante. Aún así el logro en el resto de los marcos es destacable.

Esa aleación de aluminio y magnesio acompaña a todo el chasis y no hay aquí juego de materiales: tanto el teclado como el touchpad se integran con esos tonos, y aun con un equipo con una delgadez sorprendente (16,8 mm) contamos con una oferta de conectividad excelente.

Así, tendremos dos puertos USB 3.1 (Gen 1, Tipo A), un USB-C (con interfaz USB 3.1 Gen 1, lástima que no sea Thunderbolt 3), y un último puerto USB 2.0 adicional. Echamos de menos un lector de tarjetas SD, pero sí contamos con una salida HDMI y con conector de auriculares. Incluso contamos con un conector RJ45 para conexiones de red Gigabit Ethernet, otro detalle destacable del equipo.

El teclado está disponible con un mapa en español, pero curiosamente también con disposición propia tanto para el Reino Unido como para Alemania, que utilizan otros mapas de teclado. Su aspecto es también destacable, con teclas grandes y una disposición prometedora.

Por su parte el touchpad crece en tamaño respecto a anteriores versiones de este equipo: es un 41% que el del Slimbook Pro Base, por ejemplo, y mide 11,6 x 7,2 cm. El soporte de gestos y la detección de palma son otras de las funciones nativas a un componente clave para la experiencia de usuario.

Que vivan los equipos ampliables y las opciones

Este ultraportátil de Slimbook brilla por esa capacidad de ampliación que nos brinda de cara al futuro. Tanto la memoria RAM como las unidades de almacenamiento se pueden actualizar con el paso del tiempo ya que se trata de componentes no soldados, sino que podremos intercambiar gracias a los slots de memoria y las ranuras M.2 disponibles.

El fabricante ofrece la capacidad de comprar directamente el equipo con hasta 32 GB de RAM y hasta 2 TB en unidades SSD, pero podemos ir a configuraciones más básicas y luego ampliar esos apartados por nuestra cuenta si así lo deseamos, algo que muy pocos OEMs ofrecen a los usuarios: esta es una lección que los grandes del sector deberían aprender.

Esa capacidad de elección se transmite a otros apartados del equipo, que podremos elegir con un sistema Linux preinstalado (Ubuntu, Elementary OS, Linux Mint, Manjaro, KDE Neon o Debian entre otras distribuciones soportadas), pero también con un sistema Windows 10 Home o Pro que podremos usar en arranque dual o de forma única.

La presencia de diversos teclados y la configuración opcional de los modos RAID 0 o RAID 1 se añade a la de la integración de unidades SSD con o sin soporte NVMe. Sin duda, muchas opciones para un equipo en el que quizás solo echamos de menos ese puerto Thunderbolt 3 y, ya puestos, un lector de huella digital como compañero del reconocimiento facial.

Precio y disponibilidad del Slimbook Pro X

El Slimbook Pro X tiene un precio de partida de 998 euros, y estará disponible en julio. Ese precio corresponde a la configuración con 8 GB de RAM, 250 GB de SSD (no NVMe) y sin sistema operativo, aunque la preinstalación de distribuciones Linux es gratuita.

A partir de ahí las opciones van sumando costes al equipo -el modelo cargado hasta los dientes (32 GB de RAM, 2 TB SSD M.2 NVMe en RAID 1) y con Windows 10 Pro saldría por 1.773 euros, por ejemplo.

Sin embargo lo bueno, insistimos, es que tenemos la capacidad de elegirlas para que las ofrezcan preinstaladas y de serie, o bien irlas añadiendo a nuestro ritmo sin problemas.

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