Samsung Galaxy Book, análisis: un 2 en 1 que convence gracias a su gran teclado y al S Pen

En Samsung tienen claro que los convertibles se han convertido en el foco de atención del segmento de PCs y portátiles, y ya el año pasado tuvimos la oportunidad de analizar el interesante Galaxy TabPro S. Esa apuesta se ha renovado ahora con un nuevo modelo que fue presentado en el Mobile World Congress en febrero y que hemos podido analizar por fin en profundidad.

Se trata del Samsung Galaxy Book, del que hemos contado en su versión de 12 pulgadas. Esta tablet convertible hace cambios importantes, con un enfoque más ambicioso y profesional que se nutre de una funda-teclado y de un S Pen que ganan protagonismo. Veamos cómo se porta.

Especificaciones del Samsung Galaxy Book

Las mejoras en la configuración hardware son solo patentes en algunos apartados, pero desde luego son relevantes: lo más destacable a primera vista es el nuevo procesador, un Core i5-7200U de la familia Kaby Lake que es una gran elección por potencia y eficiencia. Veamos el resto de características técnicas:

Samsung Galaxy Book
Pantalla 12 pulgadas Super AMOLED (2.160 x 1.440)
Procesador Intel Core i5-7200U (Dual-core a 2,5 GHz, 15 W TDP)
Memoria 4 GB
Gráficos Intel HD Graphics 620
Almacenamiento 128 GB SSD (ampliables con hasta 256 GB vía microSD)
Conectividad 802.11ac con Bluetooth 4.1, LTE
Puertos 2 USB 3.1 (USB-C), toma auriculares
Sonido 2 altavoces estéreo
Batería 5.070 mAh (39,04 Wh)
Cámaras Posterior 13 Mpíxeles f/1.9, frontal 5 Mpíxeles f/2.2
Otros Funda-teclado con touchpad integrada, S Pen
Dimensiones 291,3 x 199,8 x 7,4 milímetros
Peso 754 g (sin funda)
Precio 1.229 euros

En esa configuración destaca también la presencia de dos puertos USB-C aunque lamentablemente ninguno de ellos proporciona una interfaz Thunderbolt 3. Ambos son USB 3.1 Gen 1, y ambos, eso sí, permiten cargar la batería del dispositivo y hacerlo además con la tecnología de carga rápida de Samsung.

Las cámaras también son destacables: contar con un sensor de 13 Mpíxeles con apertura f/1.9 da muchas más opciones si queremos usar la tablet para sacar fotos, mientras que mantenemos la espléndida pantalla Super AMOLED.

El único "pero" se lo lleva la memoria RAM incluida: contar con tan solo 4 GB nos parece un hándicap que sin ser dramático sí que puede restar puntos a la hora de trabajar con muchas aplicaciones o hacerlo con varias especialmente intensivas. El procesador da margen de maniobra, pero esa cantidad de RAM, no tanto.

En materia de conectividad el soporte de redes WiFi 802.11ac y de Bluetooth 4.1 se ve ensombrecido por otra de las características llamativas del modelo que hemos analizado: una ranura SIM que da acceso a redes de datos 4G/LTE. Hay una versión "solo WiFi" de la Galaxy Book, pero nosotros hemos analizado la que contaba con esta conectividad adicional.

El diseño, marcado por la nueva funda-teclado

No hay cambios destacables en el diseño de la tablet como tal: la nueva Samsung Galaxy Book sigue el mismo patrón que el TabPro S del año anterior y que otras tablets de este fabricante.

Nos encontramos ante un dispositivo con unos marcos notables (aquí Apple ha sido el único que los ha reducido de forma sensible en los nuevos iPad Pro) y en el que todos los bordes presentan esa ligera curva que hace que la ergonomía sea perfecta.

El metal domina toda la parte trasera y esos laterales, mientras que el frontal está dominado por el cristal que protege esa fantástica pantalla Super AMOLED de la que hablaremos más adelante.

Sí hay cambios en los puertos de conexión desde el modelo del año pasado, porque ahora contamos con esos dos puertos USB-C reversibles que permiten conectar esta tablet a un buen montón de periféricos, aunque la mayoría de ellos necesitarán algún adaptador y esos dongles que se han convertido en bendición y maldición para los defensores de este estándar de conexión.

No encontrar ningún otro tipo de puerto (salvo la toma de auriculares) sería excusable si la orientación de este producto fuera más la de un tablet cualquiera, pero es que el equipo de Samsung plantea ya una alternativa completa a todos nuestros equipos, y de hecho sus responsables lo venden como el producto que puede convertirse en nuestro único equipo para trabajar y disfrutar en cualquier escenario. Así pues, renunciar a un puerto USB-A e incluso a un conector Mini DisplayPort o HDMI nos parece una decisión comprometida.

En ese diseño la diferencia fundamental está no obstante en la funda-teclado, que da un salto cualtitativo muy importante en el Galaxy Book. Nos encontramos con un teclado en formato chiclet con una disposición, tacto y recorrido excelentes, y que también acerta con el touchpad de su parte inferior.

Esa funda permite convertir al tablet en un portátil gracias a la parte que protege la trasera de la tablet, que se abate parcialmente para situar esa característica cuña sobre la que es posible apoyar la pantalla sin problemas. No solo eso: el sistema magnético de sujección permite ajustar esa inclinación casi tanto como queramos, lo que le da aún más valor a este accesorio clave para un 2 en 1 como este.

Tampoco tenemos ninguna pega con el sistema magnético que permite acoplar el tablet a la funda-teclado, y que además se usa también para ofrecer ese punto de apoyo que da acceso al "modo portátil" cuando lo necesitamos.

Rendimiento del Galaxy Book: notable alto

Como decíamos, la apuesta de Samsung ha cambiado radicalmente con la integración de los Core i5-7200U, unos procesadores "en toda regla" que ganan muchos enteros en potencia frente a la serie Core M que se utilizó en los Galaxy TabPro S.

Eso se nota en las pruebas de rendimiento, donde como podría esperarse esta tablet convertible se comporta de forma notable, compitiendo de tú a tú con portátiles tradicionales y dejando atrás a rivales muy dignos gracias a ese procesador.

Samsung Galaxy TabPro S (Core m3-6Y30) Lenovo Yoga 900 (Core i7-6500U) Dell XPS 13 (Core i5-5200U) Samsung Galaxy Book (Core i5-7200U)
PCmark Home 2.526 2.841 2.216 3.160
PCmark Creative 3.005 3.722 3.280 3.962
3DMark Cloud Gate 3.955 5.472 5.180 4.962
3DMark Ice Storm 15.047 60.246 50.172 50.491

Esas buenas cifras en el rendimiento de la CPU y la GPU están acompañadas de un rendimiento aceptable de la unidad SSD de 128 GB (fabricada por Liteon). En CrystalDiskMark obtuvimos velocidades de lectura y escritura secuencial de 545 y 510 MB/s respectivamente. Son buenas para tratarse de una tablet convertible, pero la nueva generación de unidades M.2 NVMe ofrece rendimientos que doblan y triplican esas cifras sin problemas.

La última de las pruebas, Geekbench 4, nos dio como resultado 3.633 puntos en Single-Core y 6.805 puntos en Multi-core, lógicas teniendo en cuenta que estamos lidiando con un procesador con tan solo dos núcleos y que además tiene un TDP de tan solo 15W.

En este diseño, por cierto, contamos con un ventilador que refrigera el calor generado por esos componentes, algo que hace que aparezca un ligero bufido cuando el equipo está sometido a una carga intensiva. Esa refrigeración mantiene a raya las temperaturas, pero no evita que con mucha carga la parte trasera se caliente bastante.

En esas pruebas pudimos por tanto comprobar que el rendimiento que podemos esperar de este equipo es notable, y desde luego si uno busca un sustituto de garantías para trabajo y ocio (juegos exigentes no, claro) este Galaxy Book puede ser un candidato más que solvente en este ámbito y formato.

Así se trabaja (y disfruta) con el Galaxy Book

El funcionamiento del nuevo tablet convertible de Samsung es desde luego impecable en todos los escenarios. Lo comprobamos en nuestras sesiones de pruebas con él, en las que de nuevo esa pantalla Super AMOLED brilló con luz propia. Quizás en esta ocasión notamos una pantalla algo menos saturada de color en su configuración nativa, algo que seguramente agradecerán aquellos que buscan colores más neutros.

Sea como fuere, la calidad de la pantalla vuelve a ser espectacular, y esa resolución 2K ayuda a que el consumo de batería no sea excesivo. Esa batería de 5.070 mAh, no obstante, es algo corta para usuarios más exigentes en este ámbito, y eso se nota en su autonomía.

En nuestras pruebas con reproducción de vídeo continuo se acercó a las 8 horas, que se redujeron un poco (algo más de siete) en un uso más convencional en modo portátil con sesiones de navegación mientras escuchábamos música o veíamos algún vídeo.

En este punto es donde entra el cargador rápido de Samsung, que en realidad no lo es tanto: para recargar completamente la batería de 0 a 100 se tardan casi tres horas.

Las cámaras del Galaxy Book también cumplen de forma notable, y como se puede apreciar el sensor de 13 Mpíxeles ayuda mucho a obtener buenos resultados si las condiciones de luz acompañan. La apertura f/1.9 también se agradece con poca luminosidad, aunque como siempre en esas condiciones tendremos problemas sin el flash. La aplicación "Cámara" de Windows para sacar fotos es simple en su interfaz, aunque sí que hay un pequeño pero perceptible retardo desde que sacas la foto hasta que efectivamente esta se realiza.

La funda-teclado, como decíamos anteriormente, es un elemento que desde luego ha mejorado de forma notable desde que el año pasado probáramos el Galaxy TabPro S. Una serie de pruebas rápidas con los tests de mecanografía de 10fastfingers nos permitió comprobar que no perdemos velocidad (90-95 palabras, que es lo que suelo lograr con otros teclados).

El tacto es muy agradable, la separación es correcta y la fuerza necesaria para que se recoja cada pulsación es, creemos, la adecuada. Buen recorrido y buena disposición, y otro elemento importante: es retroiluminado, algo que garantiza que podremos usarlo en entornos con baja iluminación o incluso a oscuras.

Eso sí, el teclado queda totalmente plano sobre la superficie en la que lo apoyemos, algo que resulta ergonómicamente algo peor que esa nueva avalancha de teclados que como en el Surface Pro se "elevan" ligeramente gracias a unos imanes en el borde superior. Ese efecto cuña no está disponible en la carcasa oficial de Samsung.

El touchpad cumple perfectamente con su cometido, aunque es algo reducido para un equipo de 12 pulgadas. Aún así el soporte de gestos táctiles es perfecto, y el tacto y tiempo de respuesta también son más que decentes.

No hay por tanto fisuras en esta funda-teclado salvo quizás por el hecho de que tendremos que acostumbrarnos a su mecanismo para plegarlo y servir de apoyo a la tablet. No es tan "natural" como el las fundas de los iPad o los Surface Pro 4, pero como en muchos otros apartados, todo es acostumbrarse.

Un S Pen cada vez más protagonista

El S Pen también aporta mejoras interesantes, sobre todo porque ahora contamos con 4.096 niveles de presión posibles que hacen que el reconocimiento en escritura y sobre todo dibujo sea más preciso. El retardo en ese reconocimiento es mínimo, y desde luego la experiencia de tomar notas o realizar pequeñas obras de arte personales es estupenda.

Samsung de hecho aprovecha muy bien la experiencia de sus phablet Galaxy Note con el soporte de Air Command. Si acercamos el lápiz a la pantalla y pulsamos el botón nos encontramos con una serie de opciones que nos permiten capturar la pantalla, escribir notas rápidas o realizar anotaciones sobre aquello que tengamos delante.

Incluso es posible realizar anotaciones con la pantalla apagada cuando la tablet queda bloqueada, y a partir de esas acciones tenemos otras que permiten por ejemplo almacenar esa captura o compartirla de diversas formas.

El S Pen ha cambiado ligeramente de diseño y ahora es más achatado en dos de sus laterales. Mantiene el clip y en esta revisión tiene una punta de 0,7 mm que da mayor precisión a los trazos.

El lápiz no necesita recargarse, lo que hace aún más cómodo y directo todo su funcionamiento, y el foco que Microsoft ha puesto en Windows 10 con las últimas actualizaciones y la mejora de la tecnología Windows Ink hace que el S Pen cobre aún más relevancia para quienes quieran sacarle provecho.

La experiencia con este accesorio es fantástica gracias a todas esas características, algo que pudimos comprobar al hacer un rápido boceto con la versión de evaluación de Autodesk SketchBook. El reconocimiento de la palma de la mano es también perfecto y no hay problema en apoyarla en la pantalla para dibujar.

La propuesta software, con Samsung Flow como protagonista

El Samsung Galaxy Book está gobernado por Windows 10 Home, y como suele suceder con la mayoría de fabricantes del mercado, el sistema operativo llega con algunas sorpresas inesperadas en forma de bloatware.

En este caso destaca la presencia de 'Candy Crush Soda Saga' de un extraño 'March of Empires: War of Lords', y de enlaces a descargas de juegos como 'Fallout Shelter' que de hecho están anclados en el menú de inicio. No molestan demasiado, pero una vez más este tipo de prácticas no gustan a quien se ha gastado más de 1.000 euros en un ordenador como este.

Entre esas propuestas están algunas de la propia Samsung, incluidas la ya citada Air Command, Samsung Show Window (para enviar la pantalla a otro monitor) o Samsung Notes para tomar notas. Hay además una especie de huevo de Pascua: el equipo tiene un viejo salvapantallas con una animación 3D muy básica con las palabras "GalaxyBook" rotando en pantalla.

Sin embargo la que destaca aquí es Samsung Flow, una herramienta que permite que varios smartphones puedan trabajar de forma conjunta con la tablet de Samsung. Para ello deberán estar equipados con Android 6.0 o superior, tener un sensor de huella y contar con soporte WiFi Direct y Bluetooth 4.1.

Si cumplís con los requisitos podréis aprovechar las capacidades que brinda este software, como compartir contenidos rápidamente, sincronizar notificaciones y contestar mensajes del móvil desde el ordenador (sin tener por ejemplo una pestaña del navegador con la versión web de WhatsApp) o proteger nuestro ordenador aprovechando el sensor de huella dactilar del móvil.

Pudimos probar todas esas funciones con un Galaxy S7, aunque en el caso de la función SmartLock con la huella dactilar el proceso es más bien engorroso, ya que para desbloquear el portátil con el móvil tendremos que realizar dos operaciones.

La primera es colocar el smartphone sobre el sensor NFC del portátil (en la parte inferior derecha del teclado, se muestra con el logo de esta tecnología). En segundo, situar el dedo en ese sensor del móvil para desbloquear la sesión del Galaxy Book, algo que además tarda unos instantes que uno nota claramente. El sistema no es especialmente cómodo por esa necesidad de tener el smartphone "pegado" al sensor NFC del portátil para poder usar esa opción.

Es una pena que Samsung no preinstale además alguna herramienta de dibujo para poder aprovechar las prestaciones del S Pen. La herramienta de toma de notas puede servir para empezar a probar nuestras dotes artísticas además de tomar notas, pero en lugar de alguna de las opciones bloatware instaladas hubiera sido probablemente buena idea preinstalar alguna herramienta de este tipo.

Samsung Galaxy Book, la opinión y nota de Xataka

En la propuesta de Samsung encontramos desde luego muchos aciertos, y los errores no son especialmente graves. Echamos de menos algún puerto adicional aparte de los USB-C, una crítica que se extiende a otros fabricantes que parecen no querer facilitar la transición a este tipo de conexión.

Sin embargo como decimos el Galaxy Book es un producto muy completo, aunque no es en absoluto barato. Es fácil compararlo con los nuevos Surface Pro de Microsoft, que en esta configuración de CPU, memoria y SSD costarían 1.439 euros (con teclado y lápiz), y aquí en precio/prestaciones parece salir ganando, aunque ciertamente el equipo de Microsoft tiene otras virtudes.

Es por tanto una propuesta interesante y desde luego muy competitiva por precio y prestaciones frente a los Surface Pro y, por supuesto, frente a otros rivales en este formato. Parece que Samsung se ha puesto las pilas en un mercado cada vez más atractivo para los usuarios.

8,75

Diseño9,0
Pantalla 8,75
Rendimiento8,25
Teclado/trackpad9,0
Software8,5
Autonomía8,0

A favor

  • Como siempre en Samsung, pantalla excepcional
  • La funda teclado cumple a la perfección su cometido
  • El mejor S Pen de la historia de Samsung

En contra

  • Solo puertos USB-C, que viva el #donglelife
  • Algo más de bloatware de lo deseable
  • La autonomía pierde algunos enteros

El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

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