Si tienes un sistema con un procesador de la familia Skylake de Intel y lo estás usando en un equipo con Windows 7 o Windows 8.1, cuidado: será mejor que actualices a Windows 10 en los próximos 18 meses. Ese es el tiempo que Microsoft garantizará el soporte para estos procesadores en este sistema operativo.
Según Microsoft, tras el 17 de julio de 2017 solo los parches de seguridad "más críticos" serán distribuidos a esas plataformas, y solo estarán disponibles si "no arriesgan la eficiencia o compatibilidad" de Windows 7 y Windows 8.1 en sistemas con micros que no sean SKylake. De hecho Microsoft va más allá: los futuros Kaby Lake de Intel, Snapdraon 820 de Qualcomm y Bristol Ridge de AMD solo se soportarán oficialmente en WIndows 10.
Simplifica la vida de la industria, complica la de los usuarios
El objetivo de esta medida es claro: obligar a los usuarios que adquieran futuros equipos nuevos a que lo hagan siempre con Windows 10 -o futuras versiones del sistema operativo- ya que aunque es probable que otras versiones anteriores funcionen de forma más o menos normal con esos micros, también es probable que su funcionamiento no sea especialmente estable.
Esta decisión está especialmente orientado a las empresas que han actualizado sus equipos a Skylake pero no han migrado esos mismos equipos a Windows 10. En PC World aparecen algunos equipos con Skylake que estarán soportados durante ese periodo de 18 meses, y en Microsoft indican que las necesidades de soportar un sistema operativo como Windows 7 que fue "diseñado hace casi 10 años antes de que los SoC x86/64 existieran" son demasiado grandes.
Los nuevos procesadores de la familia SKylake introducen un mayor control de la gestión de energía y también hay tecnologías como USB-C con Thunderbolt 3 que introducen nuevas complejidades para las que Windows 7 nunca fue preparado. Esto simplificará la vida no solo de Microsoft, sino de los desarrolladores de componentes y drivers que podrán centrarse en mejorar esos controladores para Windows 10, pero es probable que no guste a los usuarios, que se verán forzados a migrar a Windows 10 si no quieren correr el riesgo de que sus equipos puedan ser menos estables.
Vía | AnandTech