Es irónico comprobar cómo es ahora, en la era Post-PC, en la que estamos viendo equipos de sobremesa y portátiles espectaculares tanto en diseño como en prestaciones. Aquellas cajas grises y aburridas han dado paso a soluciones mucho más ambiciosas en todos los apartados, y el HP Omen X es una bestial prueba de ello.
En HP llevan tiempo dándonos sorpresas con sus propuestas en este mercado, pero si hay una que destaca en el territorio del gaming es este HP OMen X que sorprende desde el primer momento por su singular diseño, pero que va más allá de ese efecto espectacularizador con una configuración y rendimiento envidiable. En Xataka hemos tenido la oportunidad de analizarlo y disfrutarlo, y estas son nuestras conclusiones.
Un diseño enorme y muy pintón
Lo primero que sorprende del equipo es lo grande que es. Aunque en soluciones de gaming esto no es tan extraño, el HP Omen X es realmente enorme tanto en dimensiones como en peso, pero eso no impide que el diseño general sea espectacular.
El Omen X tiene forma de cubo, pero para apoyarse no aprovecha una de sus caras, sino que dispone de un soporte en cuña que hace que sobre una mesa el cubo parezca mantenerse sobre uno de sus bordes: mirándolo de frente uno presencia un cuadrado girado 45 grados, pero es que a ese efecto se le unen los cuatro "subcuadrados" que conforman el llamativo sistema de LEDs configurables que le dan especial personalidad al equipo.
Ese diseño en rombo ofrece ventajas curiosas: el acceso al interior del equipo se puede realizar mediante un panel trasero que da un acceso más cómodo al interior del equipo, pero además tenemos cuatro bahías extraíbles para unidades externas que hacen que en el apartado de almacenamiento tengamos opciones suficientes para cubrir todas las exigencias.
El exterior de ese cubo está dominado por el negro, pero en buena parte del equipo nos encontramos con un curioso patrón de rejilla que ayuda a la ventilación de todo el sistema, alimentada por 3 poderosos ventiladores de 120 mm. El sistema de ventilación es especialmente llamativo, con tres cámaras refrigeradas por separado para una mejor gestión térmica.
De hecho en este caso contábamos con una solución de refrigeración líquida propia de HP para la CPU, algo que que se combina con los citados paneles de rejilla y que es crucial para que las temperaturas a las que trabaja el equipo estén siempre bajo control. Este sistema permite además sacar más partido del procesador en tareas de overclocking.
Hay que señalar que en nuestras pruebas quedó claro que cuando se le pide trabajar de verdad, el equipo es más ruidoso de lo que esperábamos, con un zumbido evidente del ventilador que estaba conectado al circuito de refrigeración líquida. No era especialmente molesto, pero sí claramente audible. El problema no lo es tanto si tenemos en cuenta que al jugar a videojuegos la mayoría de usuarios hacen uso de cascos que evitan estas molestias, pero es algo que no queríamos dejar de comentar.
Resulta curiosa la inclusión de un conjunto de pequeñas herramientas a modo de "kit de supervivencia" detrás de uno de los "subcubos" del frontal, algo que permite abrir el equipo y cambiar componentes sin tener que acudir a herramientas adicionales. El propio equipo ya nos invita a hacer esas mejoras ya actualizaciones hardware.
HP OMen X, tienes muchas luces
Una de las opciones más llamativas de este equipo es su sistema de iluminación LED, compuesto de nueve zonas iluminadas (dos por cada cuadrado, más una adicional para el logo), que podremos configurar a medida con la utilidad Omen Control que HP preinstala en el equipo.
Es posible aprovechar este sistema para algo más que para llamar la atención, ya que podremos comprobar las temperaturas del equipo con códigos de colores, o incluso hacer que estos LEDs se iluminen al ritmo de la música que estamos reproduciendo en cada momento.
El efecto es desde luego llamativo pero no necesariamente chillón, todo un acierto para un equipo que desde luego ofrece esta opción clásica de los equipos de gaming con mucha elegancia.
Especificaciones a lo bestia y con invitación a actualizar
Es interesante indicar que HP no solo vende el equipo con diversas configuraciones hardware: también es posible comprar la caja como tal y disfrutar tanto del sistema de iluminación como del diseño térmico. No es una opción especialmente barata (cuesta 549 dólares en Estados Unidos, en España no parece estar disponible), pero desde luego la calidad de construcción podría convencer a muchos usuarios.
HP Omen X (900-001ns) | |
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Procesador | Intel Core i7-6700K |
RAM | 32 GB DDR4-2133 SDRAM |
Almacenamiento | SSD de 512 GB PCIe NVMe M.2 + disco duro SASTA de 3 TB 7.200 RPM |
Tarjeta gráfica | NVIDIA GeForce GTX 1080 (8 GB GDDR5) |
Conectividad | WiFi 802.11ac, Bluetooth 4.0 |
Puertos de conexión | 8 x USB 3.0, 2 x USB-C, auriculares/micrófono, salida audio óptica, RJ-45, Lector de tarjetas 3 en 1, 1 x DVI, 1 x HDMI, 3 x DisplayPort |
Dimensiones | 50,52 x 40,6 x 51,53 cm |
Peso | 28,2 kg |
Sistema operativo | Windows 10 Home 64 bits |
Precio | 2.999 euros |
El enorme tamaño del equipo (es un cubo "casi perfecto" de medio metro en todas sus dimensiones) engaña, porque en realidad en el interior nos encontramos con una placa base Micro-ATX (HP Munich-S, chipset Z170, Socket LGA 1151) que fue elegida por esos tres compartimentos en los que se divide el interior y que a pesar de tener unas dimensiones más reducidas que las placas ATX convencionales da margen de sobra para actualizar.
Eso no hará falta a medio plazo, porque la configuración con la que nos llegó el equipo era difícilmente criticable: el equipo de HP no se anda con minucias, y cuenta con algunos de los componentes más poderosos del mercado. El procesador Intel Core i7-6700K es una buena opción precisamente por esa "K" que revela que podremos aprovechar todo su potencial con overclocking, por ejemplo. Y si queríais memoria, tres tazas, porque en esta configuración el equipo llega con 32 GB de memoria DDR4.
Sin embargo una de las protagonistas de esta configuración hardware es la tarjeta gráfica, una GTX 1080 que como hemos comprobado en nuestras pruebas cumple con todo lo que podría esperarse de ella. Su rendimiento es sencillamente bestial, y no hay videojuego que se le resista a las resoluciones más populares actualmente.
Esta configuración también es una garantía si lo que queremos es disfrutar de juegos de realidad virtual y contamos con las Oculus Rift o las HTC Vive: en ambos casos dispondremos de rendimiento más que suficiente para mover esas experiencias sin problemas, aunque nosotros no hemos evaluado ese apartado y nos hemos centrado en videojuegos "tradicionales".
La conectividad está asegurada tanto por su puesto Gigabit Ethernet como por el soporte WiFi 802.11ac o Bluetooth, pero además contamos con un importante número de puertos de conexión entre los que destacan los dos puertos USB-C que lamentablemente (uno de los pocos peros que se le pueden poner al equipo) no ofrecen interfaz Thunderbolt 3, sino USB 3.0.
Para compensar ese apartado HP ofrece opciones llamativas. La primera de ellas es una serie de cuatro bahías extraíbles para unidades de almacenamiento SATA adicionales por si necesitamos más capacidad en este ámbito. Esta es lógicamente una de las razones por las que ese enorme cubo es tan enorme: las cuatro bahías necesitan su propia cámara por si llegáramos a aprovecharlas.
La segunda, sorpresa singular, es la presencia de una grabadora de CD/DVD "escondida" en uno de los laterales del cubo, un elemento que probablemente no vayamos a utilizar mucho pero que desde luego puede llegar a ser muy práctica en ciertos escenarios, sobre todo cuando muchos juegos siguen distribuyéndose con copias físicas en DVD.
Rendimiento: más rápido, más alto, más fuerte
Los equipos dedicados al gaming se distinguen por ofrecer lo mejor que ofrece el mercado en cada momento, y el HP Omen X no es una excepción. Esa configuración es desde luego mejorable (hay micros más potentes y configuraciones SLI que podrían combinar dos GTX 1080), pero estamos ante una apuesta que nos garantiza unas prestaciones de sobresaliente.
Eso se comprueba en primer lugar en las pruebas sintéticas, que nos permiten evaluar ese rendimiento bruto para poder tener esa primera percepción de lo que nos puede ofrecer esa configuración. En dichos resultados queda patente que este equipo no se despeina ante nada.
Hemos querido comparar el HP Omen X con equipos algo distintos en enfoque: el HP Envy Curved 34 —un Todo-en-Uno con un rendimiento aceptable para ese formato—, un portátil muy popular como el Dell XPS 13, y un portátil de gaming, el ASUS RoG GX700, que pudimos probar este año. Las pruebas dejan claro el enfoque de cada producto por prestaciones, y desde luego este HP Omen X se comporta de forma fantástica en todos los terrenos, pero lo hace especialmente bien en las pruebas gráficas.
Para completar esos análisis realizamos una serie de pruebas adicionales de rendimiento en cinco videojuegos diferentes en los que analizamos —gracias a FRAPS— la tasa de fotogramas mínima, máxima y media que se alcanzaban en cada uno de ellos.
Las pruebas con 'Battlefield 1', 'Rise of the Tomb Raider' y 'Dirt Rally' se realizaron en todos los casos con resolución 1440p y calidad 'Ultra' y todas los parámetros gráficos puestos al máximo para tratar de poner en aprietos a la GTX 1080, y también quisimos evaluar el comportamiento de dos juegos algo más antiguos, 'Crysis 2' y 'Tomb Raider', la anterior entrega de la saga. Los resultados son los siguientes:
Como se puede apreciar, la tasa de fotogramas por segundo media no bajó en ningún caso de los 60 fotogramas por segundo, y repetimos: hicimos las pruebas con todo a tope y en resolución 1440p. Los rendimientos variaban ligeramente al activar por ejemplo DX12 en los títulos que soportan esa nueva versión de DirectX (en ROTTR había un aumento de menos de 1 FPS de media).
Por supuesto aumentaban de forma notable si jugábamos a resolución 1080p (en Crysis 2 por ejemplo pasábamos a una tasa media de 122 FPS). No pudimos realizar las pruebas en resolución 4K por no disponer de un monitor de prueba para este escenario, pero estos datos apuntan a un rendimiento que aún bajando de forma sensible hará que muchos de estos juegos sean jugables a esa resolución siempre y cuando bajemos la calidad gráfica y no juguemos con las preferencias 'Ultra' que dan el máximo nivel de detalle en todos los apartados.
La conclusión es obvia: si buscas un equipo para jugar, el HP Omen X no te decepcionará. La combinación de ese procesador, esa memoria y sobre todo esa tarjeta gráfica hacen que sea difícil encontrar una situación en la que este equipo no vaya a comportarse como uno esperaría. Y sin embargo, hay una pega fundamental en todo este repaso. Hablamos de ella en nuestras conclusiones.
HP Omen X, la opinión y nota de Xataka
Hace 10 años que HP se hizo con un fabricante de PCs y portátiles aspiracionales llamado Voodoo PC. Aquella división se encargaba de ofrecer equipos de locura para usuarios exigentes, muy al estilo de lo que Alienware hacía primero por sí sola y luego como parte de Dell. La adquisición le permitió a HP contar con una garantía importante de calidad en este segmento, y esa apuesta se ha ido renovando cada cierto tiempo, algo que demuestra este HP Omen X.
El DNA de Voodoo PC sigue estando en este y otros equipos del fabricante, y desde luego si alguien está innovando en formatos en PCs de escritorio y portátiles en los últimos tiempos, esa es HP, que nos ha regalado soluciones sorprendentes en los últimos meses entre las que destacan el HP Sprout o los recientes HP Pavilion Wave.
El HP Omen X es claramente distinto a esas propuestas, pero confirma ese mimo con el que HP sigue tratando ciertos nichos de usuarios que desde luego tienen opciones destacables para elegir. El equipo cumple con todo lo que uno esperaría de un PC dedicado al gaming, empezando por un diseño diferencial y llamado a destacar y terminando por un rendimiento sobresaliente.
El problema, claro, es el precio: los 3.000 euros de esta propuesta hacen que pocos puedan permitirse este pequeño gran lujo, pero el problema no es esa cantidad, sino el hecho de que existen propuestas más económicas y equivalentes en rendimiento. Los ejemplos son variados y hay combinaciones para todos los gustos, pero desde PCPartPicker es posible encontrar equipos como este que por 1.048,75 euros ofrecen esa potencia.
Aquí está claro que estamos pagando ese espectacular diseño de la caja y opciones como las de las bahías extraíbles que desde luego pueden ser muy interesantes. El problema con este último apartado es precisamente que cada vez más suele bastar con tener una buena unidad de sistema y otra de apoyo para datos, por lo que tener esas bahías extra, aunque curioso, no parece especialmente crucial, pero además impone otro coste inquietante: esas bahías para unidades extraíbles son responsables importantes del tamaño de la caja, que de hecho es sorprendentemente grande y pesada para luego acabar haciendo uso de una placa micro-ATX.
El panel LED también es llamativo, pero en último término uno debe preguntarse si le importa tanto lo que se ve como lo que no, y el ahorro puede ser tan importante que es difícil recomendar el equipo salvo a usuarios que valoren realmente ese apartado. El problema no es que el HP Omen X sea un equipo bestial: el problema es que su precio también lo es.
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de HP. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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