Esta semana Intel presentó sus nuevos procesadores Intel Core de 9ª generación para equipos de escritorio, y la apuesta era clara: potenciar el gaming. Dicho lanzamiento ha generado una gran polémica, porque los resultados de las pruebas oficiales que comparaban los Core i9-9900K con los AMD Ryzen 7 2700X habían sido realizados en condiciones de desventaja para los micros de AMD.
En realidad no ha sido Intel quien ha hecho esas pruebas, que encargó a una empresa especializada llamada Principled Technologies. Los datos apuntaban a que los nuevos micros de Intel eran "hasta un 50% más rápidos en videojuegos que los Ryzen", pero la afirmación es exagerada, ya que en esas pruebas se configuraron los AMD Ryzen de forma que su rendimiento se veía perjudicado. La empresa ha admitido el error y rehará las pruebas, pero el daño está hecho.
Unas pruebas en desigualdad de condiciones
Al realizar las pruebas Principled Technologies ya partió de una comparación injusta, ya que enfrentó al AMD Ryzen 7 2700X que cuesta 319 dólares con los Intel Core i9-9900K que costarán 530 dólares (en lotes de 1.000 unidades).
Esa comparación de procesadores en distintas gamas de precio ha sido en realidad una primera crítica a un proceso que se ha visto salpicado de decisiones cuestionables, a saber:
- Ventilación: utilizaron el ventilador de serie de los Ryzen, mientras que aprovecharon un ventilador Noctua más avanzado (NG-U14S) para refrigerar el Core i9-9900K, algo que podría impactar sensiblemente los resultados de unas pruebas que exigen mucho a estos procesadores y que al hacerlo provocan que se necesiten buenas soluciones de refrigeración. La empresa explicaba cómo la idea era utilizar el mismo Noctua NH-U14S para los AMD, pero que como no iban a hacer overclocking en estos micros y "AMD dice" que su ventilador es un buen ventilador, "mantuvimos el ventilador Wraith Prism nativo de los AMD Ryzen 7 2700X".
- Núcleos capados: AMD cuenta con una opción llamada "Game Mode" que desactiva la mitad de los núcleos para mejorar el rendimiento en juegos de los procesadores Threadrupper, pero no está diseñada para los Ryzen. Aún así, la firma activó este modo y provocó que el procesador con 8 núcleos solo pudiera utilizar cuatro. Eso evita que ciertos juegos y benchmarks que sí aprovechan esos núcleos extra favorecieran de nuevo al micro de Intel, que funcionó en todo momento con todos sus núcleos activos.
- Memoria: en Principled Technologies configuraron la máquina basada en el AMD Ryzen aprovechando cuatro módulos de memoria que perjudicaban el soporte de los controladores de memoria dual-channel de esos procesadores. Es mucho más conveniente usar solo dos módulos para aprovechar al máximo ese soporte, y los cuatro módulos no ayudaban a mejorar las pruebas. Como explican en TechPowerUp, esa configuración provoca además que las frecuencias de trabajo de las memorias se vean limitadas a pesar de que los módulos usados eran de 2933 MHz.
- Resolución: se ha criticado también la resolución de 1.920x1.080 píxeles elegida para las pruebas. En Principled Technologies argumentan que la decisión estaba centrada en probar el rendimiento de las CPUs y no desviar trabajo a las GPUs, además de indicar que según los datos de Steam, más del 60% de los usuarios juegan a esta resolución. Sin embargo, un procesador en el que uno gasta más de 500 dólares probablemente no esté orientado a un equipo para jugar en 1080p, y los críticos demandaban pruebas a otras resoluciones.
Los responsables de Principled Technologies han respondido a las críticas con una explicación de las decisiones tomadas (algunas las hemos mencionado ya), pero se han comprometido a corregir alguno de los parámetros que eligieron en las pruebas originales para volver a realizar las pruebas de nuevo y publicar nuevos resultados.
Por su parte, en Intel han emitido un breve comunicado indicando que los resultados de las pruebas eran coherentes con lo que la propia Intel observó en sus benchmarks internos, aunque también apuntan a revisión de las pruebas y sobre todo a futuros análisis independientes:
Agradecemos profundamente el trabajo de la comunidad de analistas y esperamos que en las próximas semanas las pruebas adicionales sigan demostrando que el procesador Intel® Core i9-9900K de 9ª generación es el mejor procesador de juegos del mundo. Principled Technologies llevó a cabo esta prueba inicial utilizando sistemas que se ejecutan según las especificaciones, configurados para mostrar el rendimiento de la CPU y ha publicado las configuraciones utilizadas. Los datos son consistentes con lo que hemos visto en nuestros laboratorios, y esperamos ver los resultados de las pruebas adicionales de terceros en las próximas semanas.
Queda por ver cuáles son los resultados revisados de las pruebas por parte de Principled Technologies, pero sobre todo será interesante comprobar en análisis de medios especializados cómo salen parados los nuevos procesadores Intel Core de 9ª generación.
Vía | TechPowerUp