Hay tarjetas de visita y tarjetas de visita. Por encima de todas ellas probablemente esté la de George Hilliard, un ingeniero de sistemas embebidos especializado en integrar componentes en dispositivos diminutos, un trabajo que le ha permitido crear una tarjeta de visita espectacular.
La razón es simple: Esa tarjeta de visita integra los componentes necesarios para convertirse en un PC cuando lo necesitas. Integra Linux, y poder utilizarla de este modo demuestra el milagro de la miniaturización y de un sistema operativo que se adapta a virtualmente cualquier formato y necesidad.
Un microordenador de 3 dólares
El propio Hilliard contaba cómo había logrado desarrollar este proyecto en su blog, y comenzaba indicando que ya había visto otras tarjetas de visita con componentes electrónicos integrados. Muchas de ellas se comportaban como unidades USB de memoria y otras como curiosos instrumentos musicales, pero ninguna ha logrado lo que ha logrado Hilliard: convertirse en un PC funcional.
Para ello este ingeniero ha integrado el puerto USB que sirve para conectarlo a un ordenador y que hace que si iniciamos el ordenador desde este dispositivo se arranque con una sesión Linux en unos 6 segundos. En esa sesión se muestra la unidad Flash y también un puerto de serie virtual que permite que nos abramos una terminal de comandos para interactuar con ese PC.
Hilliard ha logrado integrar un fichero README, una copia de su CV, algunos de sus trabajos fotográficos e incluso juegos clásicos de Unix como 'fortune' o 'rogue'. Para ello ha usado un procesador ARM y un pequeño chip flash de 8 MB en el que caben el gestor de arranque o bootloader (256 KB), el kernel del sistema (1,6 MB) y el sistema de ficheros raíz (2,4 MB).
El espacio restante está disponible para el usuario y el directorio /home está preparado para poder almacenar ficheros de ese usuario sin problemas, un logro que además presume de precio de risa: todos los componentes cuestan 3 dólares.
Componentes baratos pero funcionales
Este ingeniero comenzó el trabajo eligiendo el procesador, un chip de Allwinner llamado F1C100 que incluye tanto la RAM como la CPU y que compró a través de Taobao. Los PCBs los consiguió también baratos: 10 de ellos por 8 dólares a través del servicio JCL.
Su trabajo le da acceso a herramientas clave para lograr el resultado: usó por ejemplo un horno especial para integrar todos los componentes y también una herramienta de recorte láser que tuvo que utilizar con precisión para lograr el resultado adecuado para que las conexiones con por ejemplo los pines del procesador funcionaran correctamente.
Igualmente sorprendente es el hecho de que se las ingeniase para soldar y colocar los componentes a mano en un proceso en el que no usó plomo y que por tanto se ajustaba a la directiva europea RoHS de restricción de sustancias peligrosas en aparatos electrónicos.
El resultado final es sorprendente, aunque obviamente tenga algunas limitaciones importantes. Por ejemplo, no hay entrada/salida o conectividad a redes, y tampoco tenemos mucho espacio disponible. Sin embargo la capacidad de iniciar una sesión de consola Linux y disfrutar del clásico juego de dragones y mazmorras 'rogue' o de usar un pequeño intérprete de Python es realmente llamativo.
El creador ofrece además todos los esquemas y el código fuente del proyecto en su blog, algo que permitirá que cualquier aficionado a este campo pueda crear su propia tarjeta de visita... o mejorar quizás la que Hilliard ha creado. Todo un pequeño milagro tecnológico, desde luego.
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