Competir en la gama alta es muy complicado, más aún si tenemos en cuenta el precio. Por eso, tras ver lo que terminales de algunos fabricantes como OnePlus o Xiaomi ofrecen por prácticamente la mitad de precio de otros rivales, nos planteamos hasta qué punto merece la pena una u otra opción.
Durante un mes hemos estado probando el Xiaomi Mi 8 para comprobar si convence y si las buenas sensaciones que nos dejó en la review se mantienen con el uso continuado en el día a día.
El mes de uso del Xiaomi Mi 8, en vídeo
Diseño renovado al que le falta personalidad
El Mi 8 presenta cambios de diseño con respecto al Mi 6, su modelo anterior, y que hacen hacen que este teléfono se adapte a las tendencias de 2018: es más atractivo y, en general, mejor. Pero que siga las tendencias también provoca la sensación de estar frente a un teléfono más: al diseño de este Mi 8 le falta personalidad.
Con esto no queremos decir que sea un diseño malo, al contrario. Es un teléfono bonito, elegante, con un cuerpo unibody de cristal y metal en los bordes que queda genial. Pero hay que asumir que a día de hoy es muy difícil destacar y Xiaomi no lo logra.
Por otro lado, me gusta que el lector de huellas se encuentre en la zona delantera, especialmente porque suelo consultar la hora sin levantar el teléfono de la mesa pero, es lógico que se pase a la trasera si queremos ese mayor aprovechamiento del frontal. No obstante, lo que importa es que funcione bien y éste lo hace muy bien. Es fácil acceder a él gracias a la posición en que está ubicado y el reconocimiento de huella es rápido.
En cuanto a otros detalles del diseño, puede que la protuberancia y disposición de las cámaras no guste a todo el mundo o que, por ejemplo, no simpaticemos demasiado con el notch. Aunque, después de estas semanas, todo eso ha quedado muy en segundo plano para nosotros. Por un lado, el notch se integra bien con la mayoría de aplicaciones que podemos usar en el día a día y, respecto a la protuberancia de las cámaras, nuestro uso ha sido con la funda que Xiaomi integra con este Mi 8, por lo que esta desaparece.
Quizás, como punto negativo podríamos decir que al tratarse de un teléfono con la trasera de cristal es algo resbaladizo, aunque eso tampoco me ha generado problemas y no he tenido ningún susto.
Lo que sí es evidente es que resultará un poco más "sucio". Aquí dependerá de lo minucioso que seas pero, aun siendo de lo más cuidadoso del planeta, este teléfono se llenará de huellas (y se hará más patente sobre todo en la versión de color negro).
Otro detalle que hemos podido observar tras este mes de uso son las micro abrasiones. A pesar de introducirlo dentro del bolsillo del pantalón o apoyarlo sobre la mesa con la mayor delicadeza del mundo, será complicado que evitemos estas pequeñas marcas. Este detalle quizás a muchos les sea relevante pero, teniendo en cuenta el acabado cristal de la trasera, bien nos vale acostumbrarnos o bien hacer uso de una funda protectora.
En definitiva, con un diseño que gusta aunque no sorprenda, que se sube al carro de lo actual sin ser llamativo en alguna de sus líneas, el Mi 8 es atractivo y se siente genial en mano.
Una pantalla a la altura de las expectativas
Si hay un elemento que afecta tanto al apartado estético como de experiencia de uso es la pantalla. Aquí Xiaomi decidió apostar por un frontal que nos recuerda muchísimo al iPhone X. Hay pequeñas diferencias, como ese borde inferior, pero si miramos la zona superior y su notch será complicado diferenciarlos a simple vista.
Dejando atrás esas similitudes con el iPhone X, que no tienen que significar nada negativo, lo que nos interesa de esta pantalla es su rendimiento. Tras un mes usándolo en todo tipo de situaciones he de decir que su panel AMOLED de 6,21" con resolución FULLHD+, espacio color DCI-P3 y soporte HDR10 cumple con las expectativas.
No es la mejor pantalla del mercado pero por contraste, ángulos de visión, brillo y representación de color, más que válidos gracias al HDR10 y al DCI-P3, nos da prácticamente todo lo que un usuario exigente busca en una pantalla.
Por supuesto hay momentos donde, si tienes opciones de comparar con pantallas mejores (como, por ejemplo, cuando la luz incide diréctamente sobre él o en ángulos de visión bastante forzados), el panel de Mi 8 no llega a la excelencia, pero sí que cumple muy bien, permitiéndonos así disfrutar con calidad de series, películas, juegos o incluso editar fotografías, entre otras tareas, algo que terminales con un precio superior no siempre es posible.
Si somos más exigentes, especialmente en temas de calibración, gracias a sus opciones de software podremos ajustar apartados como la temperatura de color o el contraste, obteniendo así una imagen más adecuada para cada uno de nosotros según preferencias personales.
Lo último en hardware para el teléfono más top de Xiaomi
El Mi 8 es un terminal que cuenta con lo último en hardware, integrando un Snapdragon 845, 6GB de RAM y tres opciones de almacenamiento: 64GB (opción analizada), 128GB y 256GB. Todo esto acompañado de toda la conectividad que se espera de un terminal que busca competir en el sector más alto.
Aquí, por potencia bruta no podemos reprocharle nada. Su hardware rinde a un gran nivel, tal y como pudimos ver en la review. Después de haber probado aplicaciones de alto rendimiento, como pueden ser juegos exigentes como 'Asphalt 8' o 'PUBG', nos queda totalmente claro que su conjunto de hardware ha cumplido las expectativas, sin lags, cuelgues ni cierres inesperados.
Así que, para entender mejor todo lo que puede ofrecer, es mejor hablar del software.
MIUI no es una capa que derroche pureza
MIUI es uno de esos aspectos diferenciadores de los terminales de Xiaomi, a excepción de sus apuestas con Android One. La capa de personalización ya va por su versión 9.5 y en este caso corre sobre Android 8.1.
MIUI no es la definición gráfica de sistema Android "puro". Su diseño dista de lo que ofrece Android Stock, de lo que vemos en sus terminales como el Mi A2 y Android One. Y eso es tanto positivo como negativo.
Si sois de los que os sentís más cómodos con la experiencia limpia de Android o iOS, aquí os costará tal vez un poco más adaptaros debido a la gran cantidad de opciones que MIUI ofrece. Aun así, la experiencia con MIUI ha mejorado mucho en las últimas versiones.
Sin cierres o cuelgues inesperados, sin lags y con una fluidez a la hora de acceder a la multitarea, transiciones entre menús, apertura de aplicaciones, etc... MIUI en este Mi 8 no le resta puntos. Es más, incluye algunos extras que hacen que esa "falta de pureza" gane puntos o mejore en ciertos aspectos la experiencia de uso. Por ejemplo:
- El apartado para calibrar y el contraste de la pantalla que permite personalizarla de forma precisa al gusto de cada usuario.
- Opciones de "doble toque en pantalla para despertar" y la de "levantar para reactivar", que ayudan en la productividad de cada día.
- Si no nos gusta el notch del frontal, podremos ocultarlo a través de los ajustes superponiendo una franja negra bajo él. Esto también mejora la simetría.
- O, por ejemplo, el sistema de gestos de MIUI. Aún hay que perfilar detalles pero es uno de los más prácticas y eficientes implementados en Android.
Como apunte final al apartado software, en la versión internacional por ahora no tenemos reconocimiento facial, pero sí os podemos hablar de él porque en la versión china lo hemos probado y funciona muy bien. Tanto para ocasiones en las que la luz es suficiente como cuanto esta escasea, aunque sin llegar a la oscuridad absoluta, el Mi 8 posee un de los mejores sensores de reconocimiento facial que hemos probado hasta el momento.
Así que, hasta que llegue vía OTA, habrá que ser pacientes y recurrir a la huella como sistema de seguridad biométrico.
Gran experiencia en fotografía, siempre que la luz te acompañe
Si hay un apartado donde más le exigimos a un gama alta es en el fotográfico. Dejando a un lado los datos técnicos, de los que ya hablamos durante la review, vayamos directo a la experiencia y resultados. ¿Está a la altura del resto del teléfono la experiencia con este Mi 8? ¿Es la mejor? Lo vemos.
Las cámaras de este Mi 8 cumplen bastante bien en prácticamente cualquier situación. Con una representación de colores realista, un contraste y detalle bastante acertados, las fotografías que podremos obtener con la cámara principal de este teléfono nos gustan.
En situaciones de diferencias de exposición bastante acentuadas, el HDR se comporta bastante bien capturando correctamente tanto las luces como las sombras. Aunque, cuando las condiciones de luz no son las más adecuadas (como, por ejemplo, pasado el atardecer o en interiores con poca luminosidad), la calidad de las fotografías baja un poco. Pero con pericia, sabiendo aprovechar al máximo su aplicación y conocer cómo funcionan los controles manuales, podemos obtener resultados llamativos.
Por supuesto, este Mi 8 también cuenta con el modo desenfoque gracias a esa segunda lente teleobjetivo que, además, se comporta bien en cuanto al zoom.
Aquí Xiaomi siempre ha destacado y, con condiciones de luz y ángulo adecuados, las fotografías con desenfoque que podremos obtener son realmente increíbles. Aunque, como era de esperar, si el elemento a fotografiar tiene una geometría un poco extraña (como, por ejemplo, plantas, hierba, o formas poco definidas), el resultado no será el más correcto. Pero eso ocurre tanto en este Mi 8 como en otros terminales. A fin de cuentas, hay que detectar los bordes del objeto en primer plano, separar del fondo, etc... y no es una tarea tan sencilla como parece.
Cámara delantera que cumple con su comentido pero ¡OJO!, cuidado con el HDR
En cuanto a la cámara delantera, sin ser usuarios que nos sacamos selfies de forma recurrente, los resultados son los que esperábamos.
Fotografías correctas si la luz es apropiada y, cuando esta falla un poco, también se refleja en la calidad. Pero hay cosas interesantes en esta cámara delantera. La primera es que contamos con modo retrato que, a pesar de ser mediante software, permite obtener resultados que nos gustan bastante.
El único punto a tener en cuenta es que la gestión del HDR con esta cámara aún no parece estar lo suficientemente optimizada, por lo que será frecuente ver cómo los cielos quedan en más de una ocasión completamente quemados.
En cuanto al vídeo, para ambas cámaras, los resultados son bastante competentes a falta de un par de mejoras. La cámara principal nos permite grabar vídeo hasta en 4K a 30fps mientras que la delantera lo hará en 1080p a esta misma tasa de fotogramas. Además, Xiaomi implementa detalles para los amantes del vídeo que facilitan la grabación y ayudan a mejorar la edición: estabilización de imagen, la compresión de vídeo en H.265 o los modos de cámara lenta hasta 240fps y de Time Lapse.
De todos modos, la aplicación de cámara podría ofrecer opciones extra para una mejor grabación de vídeo, como el control manual de la exposición o el enfoque.
Audio y autonomía salvados por la campana
En cuanto a la batería, contamos con 3.400mAh, que están en la media de lo habitual para un móvil de este tamaño y prestaciones. Pero los números no lo son todo y, además, depende mucho de cómo usemos el teléfono cada uno.
En nuestro caso, hemos llegado sin mayores problemas al final del día cuando usábamos el teléfono para tareas como redes sociales, fotografías o navegar por internet. Sin embargo, en alguna ocasión tuvimos que pasar por el enchufe para esos días que exigíamos un poco más de rendimiento para juegos, grabación de vídeos o usando el Mi 8 para sesiones largas de contenido multimedia.
Por fortuna, gracias a la carga rápida del Mi 8 esto no es un gran problema y tener un 50% aproximadamente en 30 minutos o la carga completa en menos de 2h es algo que se agradece cuando se es usuario intensivo. Y puede que no sea la más rápida del mercado pero, sin duda, cumple bastante bien.
Por otro lado está el sonido. Los altavoces no son los mejores en cuanto a calidad y potencia respecto a otras opciones que encontramos en el mercado. Pero algo que nos ha encantado son las opciones de personalización que Xiaomi nos da cuando usamos auriculares externos. Aquí combinados con sus propios auriculares la experiencia puede ser muy diferente ya que, podremos adaptar el sonido a nuestro gusto personal.
Por ejemplo, personalmente me gusta la música con bajos potentes. Así que, en las opciones que MIUI ofrece, potencié este apartado y la experiencia mejoró considerablemente.
En nuestra experiencia de uso hemos comprobado como el sonido mejora bastante cuando optamos por auriculares, tanto inalámbricos como por cables. El sonido mejora con bastante más profundidad y una compensación de bajos más correcta que con el altavoz interno.
Eso sí, tendremos que hacer uso del adaptador para USB-C que viene en la caja cuando recurramos a auriculares con cable porque el Mi 8 no tiene conexión de jack, un detalle molesto para algunos y salvable para el resto de los que nos hemos adaptado a ello nos guste o no.
La opinión de Xataka
El Mi 8 de Xiaomi ya era un buen terminal tras nuestra review y lo sigue siendo tras estas cuatro semanas de uso. La experiencia de uso tanto por diseño, con una sensación en mano muy buena, un rendimiento increíble apoyado por un software optimizado, a pesar de los gustos personales de cada uno, no dejarán indiferente a nadie.
Si sumamos que a nivel de cámara cumple bastante bien en la mayoría de situaciones aunque, tenga algunos puntos que mejorar en cuanto a la cámara delantera, pues está claro que quien sea fan de la marca aquí encontrará su teléfono más top. Y quien esté buscando un terminal capaz de competir con los mejores sin gastarte tanto dinero igual.
No obstante, para muchos creemos que seguirá siendo difícil elegir qué smartphone comprar sobre unos 500€.
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