Cada tres meses lo mismo. Así estamos desde que en mayo Google iniciase la ronda de anuncios de empresas que rompían su relación comercial con Huawei. El veto que se planteaba como parte de la guerra comercial entre China y Estados Unidos se quedaba poco después en agua de borrajas gracias a las exenciones que ha ido planteando de forma consecutiva el Departamento de Comercio de EE.UU.
Esas exenciones de tres meses se han ido repitiendo de forma consecutiva desde que comenzó esta singular persecución comercial a Huawei, y esta es la cuarta vez que EE.UU. prorroga la activación de un veto que eso sí, ha tenido un efecto claro en Huawei: la firma lleva tiempo preparando su plan B para evitar la dependencia de esas empresas norteamericanas.
Un veto que está, pero como si casi no estuviese
Las cosas han sido especialmente delicadas en el terreno de los smartphones: sus Mate 30 Pro se lanzaron con Android pero sin los servicios y aplicaciones de Google, algo que planteaba una experiencia de uso incómoda en muchos apartados para los usuarios.
Aún así la firma ha logrado convertirse en el segundo en ventas de smartphones en 2019 a pesar de esta presión comercial, y los responsables de Huawei de hecho han contestado al anuncio del Departamento de Comercio de forma contundente:
Extender la Licencia General Temporal no tendrá, en ningún caso, un impacto sustancial en los negocios de Huawei. No obstante, esta decisión no cambia tampoco el hecho de que Huawei sigue recibiendo un trato injusto.
Los responsables de Huawei afirman que la inclusión de esta empresa en la 'Entity List' —la lista negra comercial— de EE.UU. "ha sido más perjudicial para los EE.UU. que para Huawei" por el impacto económico que ha tenido en las empresas americanas con las que Huawei colabora.
En todo este tiempo Huawei ha ido moviendo ficha en muchos ámbitos, y el desarrollo de HarmonyOS —por ahora, relegado a televisores— se une a la citada decisión de lanzar sus últimos Mate 30 Pro sin los servicios y aplicaciones de Google.
Todo apunta a que tomará la misma decisión con sus inminentes P40 y P40 Pro, algo que sí podría afectar las ventas de estos terminales. Mientras tanto las cosas son algo distintas con sus equipos portátiles: Microsoft puede seguir colaborando con ella, lo que ha permitido que por ejemplo sus últimos Matebook estén basados en Windows 10.