Tres semanas con el Galaxy S25 Ultra: lo malo, lo bueno... y lo muy bueno del flagship de Samsung

Hace algo menos de un mes, Samsung lanzó en San José, California (EEUU) la línea Galaxy S25. Junto al modelo de base, vimos una versión Plus y una versión Ultra, por no hablar de un vistazo a la versión Edge, que todavía no ha sido lanzada.

Desde entonces hemos probado el S25 Ultra, que tiene la responsabilidad de desenvolverse como el tope de una gama que acarrea considerables expectativas. Eso significa honrar determinadas necesidades en materia de hardware, pero mantener la línea estilizada, el desempeño robusto y, por añadidura, una lista creciente de funciones de IA.

Estas son las especificaciones del Galaxy S25 Ultra.

Diseño

Lo primero que se notas en el S25 Ultra es que Samsung abandonó las esquinas rectas en favor de unas curvadas y unos laterales perfectamente planos, como los que ya lucían los modelos de base y Plus del S24.

Como sus predecesores, este celular tiene un armazón de titanio y es el titanio el que inspiró la selección de colores. La variante gris que probamos demostró ser mucho menos propensa a deslizarse de superficies lisas y más reacia al molesto tema de las huellas dactilares cada vez que alguien la toma en sus manos.

Con todo, no hemos llegado aún al punto en el que este tipo de dispositivos, en particular los de la gama alta, puedan llevarse por la vida sin la tranquilidad de un forro protector.

Pero incluso así, se trata de un teléfono notablemente ligero para sus especificaciones, que resulta ergonómico y, pese a su tamaño, cómo de manejar con una mano.

La pantalla de 6,9 pulgadas es una QHD que saca el máximo de provecho de sus 2.600 nits de brillo para ser perfectamente funcional en todas las condiciones de luz.

En ella viene integrado un escáner ultrasónico de huellas dactilares que es rápido pero su desempeño resulta inconstante, supongo que por un tema de optimización de aplicaciones como las bancarias. El delgado bloque de metal y vidrio que es este teléfono está protegido por la certificación IP 68 de resistencia al agua y al polvo.

Por lo demás, el otro rasgo distintivo de la familia son los aros alrededor de las lentes de las cámaras, muy parecidas a las de los Galaxy Z Fold 6. Por lo demás, estamos ante un Galaxy, y esa es una sensación familiar.

Pero sin duda es el procesador, un Snapdragon 8 Elite desarrollado específicamente para la arquitectura Galaxy, el dato más relevante a la hora de hacer esta reseña. Es así porque es lo que explica el desempeño del dispositivo, que se beneficia de 12 Gb de RAM y al menos 256GB de almacenamiento (hay variantes de 512 GB y 1 TB).

En la práctica, esto se traduce en un desempeño estable, incluso con un número de aplicaciones abiertas, y con un mínimo calentamiento. Samsung explica este último dato por la mejora en la cámara de enfriamiento, que es un 40% más grande que la del S24 Ultra, y que usa vapor para mantener a raya las altas temperaturas, incluso en lo más agitado de varios juegos demandantes.

Cámaras

Samsung entiende que un Galaxy -en especial, un Ultra- es un dispositivo obligado a honrar una cierta expectativa en materia de fotografía y video.

En el primer apartado, los resultados son los que cabe esperar de un conjunto de cámaras que aúna cinco lentes, en el que la principal es una cámara de 200MP.

El desempeño de esta cámara no deja lugar a quejas y podría pensarse, porque tampoco lo hacía el S24 Ultra, que nada ha cambiado. Sin embargo, hay mejoras apreciables en el procesamiento de la imagen y los colores, y solo puede uno suponer que se deben al hecho de que el S25 Ultra tiene a su disposición 

un componente que convierte las imágenes a formatos digitales determinados y vela por la calidad del resultado, dando a cada intensidad de luz la exposición y el balance adecuado.

Y también es imposible negar que la integración de recursos de IA como el borrador de elementos indeseados en las fotos (Object Eraser) brinda nuevas vías hacia la foto perfecta.

El zoom funciona de la manera acostumbrada, con resultados que de seguro robarán comentarios pero que no cambian la realidad de que, una vez abandonas la seguridad del zoom óptico, los resultados implican sacrificios en el detalle. Las fotos con macro se benefician del sensor mejorado.

Y, claro, la fotografía en condiciones de baja luz no es menos que excelente. Incluso con el zoom activado, en condiciones menos que óptimas y con distintos tipos de luz, el balance de las imágenes es preciso y los detalles quedan bien dibujados, sin desenfoques ni blur.

En cuanto a video, este terminal graba 4K a 60FPS o incluso 8K at 30FPS. El foco automático es efectivo, pero vas a querer fijarlo cuando grabas en movimiento. La estabilización está a la altura de las mejores opciones en el mercado.

Adiós al S-Pen con Bluetooth

Como lo informamos en su momento, el S-Pen, ese lápiz óptico que heredó la familia S de la desaparecida línea Note, pierde este año su capacidad de conectividad Bluetooth.

Samsung dice que no era una función usada por más que un nicho del mercado, pero como integrante de ese nicho, debo decir que será extrañada. A falta del conveniente obturador en que se convertía el S-Pen, ahora solo quedan, para obturar una foto, las opciones de usar la voz, levantar la palma de la mano, usar un control remoto o pedirle a Gemini que lo haga.

En este punto, es obvio que se hizo para reducir el precio y mantener bajo control el costo, pero no deja de ser un paso… extraño.

Batería y carga rápida

Después de todas las pruebas, es necesario hablar de la batería. El Samsung Galaxy S25 Ultra tiene una celda de 5.000 mAh, como el año pasado. Este número ha llegado a ser un estpandar de la industria pero, a medida que los teléfonos hacen más y más cosas, es un hecho que la sola optimización no va a bastar.

En la pruebas, el S25 Ultra resiste sin problemas unas 7 horas de tiempo de pantalla, lo que basta para una jornada completa de uso. Sin embargo, no concibo un S26 Ultra que no incorpore una mayor batería.

En donde sí es notable el avance es en la carga, que puede ser de hasta 45W, lo que permite llevar un celular descargado hasta un ciento por ciento en apenas algo más de una hora. También está disponible una carga inalámbrica de 15 vatios así como funciones de carga inalámbrica inversa.

Funciones de IA

No escapa a nuestra atención que, al momento de lanzarlo, Samsung pasó más de media hora hablando del S25 Ultra sin hablar de hardware. Eso es porque este terminal -esta línea, en realidad- ha puesto el énfasis en sus capacidades de IA y antes de llegar al RAM y al ROM, a los MP y a los mAh, era lógico enumerar lo que la IA a bordo sabe hacer.

Algunas funciones, como Circle to Search, son conocidas pero no por eso se deja de agradecer su presencia. Otras, como el borrador de imágenes, mejoran tanto en esta iteración que es como si las viéramos por primera vez.

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Y hay otras funciones como el borrador de audio, que ayuda a eliminar el ruido de fondo en cualquier video, que son la realización de la promesa de una IA que activamente ayuda en los procesos para los que ya usamos el celular.

En todas estas herramientas es apreciable la ayuda -¿y la dependencia?- de la IA de Google, pero la integración es tan natural que parece destinada a ser. Gemini sin duda le roba el protagonismo a Bixby y su modo Live es sorprendentemente cercano a la idea de un asistente real en el teléfono.

Precio en Colombia

Por un precio que comienza en 7 millones de pesos, el Galaxy S25 Ultra no es un teléfono barato. Pero su precio, que no asusta al comprador que va tras sus especificaciones premium, refleja una oferta completa y atractiva, en la que están plasmadas todas las características que hemos llegado a esperar del tope de la gama.

Samsung tiene en esta línea, que formalmente sigue en preventa, una fórmula ganadora y por eso el S25 Ultra no la cambia, sino que destila sus características más seductoras. Llegará a las tiendas el 20 de febrero.