Uno podría pensar que los imperfectos pero irresistibles Galaxy S8/S8+ han impulsado el crecimiento del fabricante, pero es Apple y su demanda de pantallas y chips de Samsung la que irónicamente ha favorecido al gigante surcoreano de la electrónica.
Eso es al menos lo que dejan entrever las estimaciones para el segundo trimestre fiscal que Samsung ha publicado. Según esos datos, estaríamos ante el trimestre más exitoso de la historia de la empresa surcoreana, con un increíble aumento del 72% para los beneficios.
El S8 funciona, pero la división de pantallas lo hace aún mejor
En Samsung prevén unos beneficios de 14 billones de won (10.618 millones de euros), y unos ingresos de 60 billones de won (45.506 millones de euros), unas cifras que dejarían completamente atrás las logradas en el tercer trimestre de 2013, en el que Samsung tuvo unos beneficios de 10,6 billones de won.
Aunque la empresa no ha dado demasiados detalles sobre qué divisiones han contribuido más a esos ingresos y beneficios récord, hace poco apuntaban a un gran comportamiento de su división de pantallas y componentes. Aquí los rumoreados acuerdos con Apple para suministrar las teóricas pantallas OLED de los iPhone 8 y alguno de los chips de esta firma explicarían parte de ese crecimiento.
Lo que sí que es probable es que las ventas de los Samsung Galaxy S8 y los S8+ hayan sido también impulsoras de ese gran trimestre. Kim Young-woo, analista de SK Securities, estimaba unas ventas de 45 millones de unidades este año, algo que a priori parece factible.
Conoceremos más datos y cuántos de estos terminales ha vendido Samsung en un mes, cuando la empresa ofrezca sus resultados financieros para el segundo trimestre del año. Parece que el fiasco del Note 7 va quedando definitivamente atrás.
Vía | The Verge
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