Reseña del realme C53: a veces la felicidad está en las pequeñas cosas

Desde la primera vez que llegó a nuestras manos una de las ahora tradicionales cajitas amarillas de realme nos hemos acostumbrado a esperar una fórmula que la compañía ha sido consistente en mantener: teléfonos inteligentes con pantalla grande, batería generosa, rendimiento suficiente y, por supuesto, un precio bajo.

Bajo ese credo, el recién llegado realme C53 podría ser realmente -¿vieron lo que hice ahí?- el poster child de la marca.

Hablamos de un smartphone Android fabricado por la misma compañía china que nos ha dado terminales destacadas como el realme 10 y ese objeto de deseo que es la versión de Coca-Cola. Muy recientemente probamos el C55 y nos sorprendimos con sus prestaciones y, de nuevo, su precio. No parecía probable que realme pudiera mejorar esa oferta… y no lo hace, pero logra simplificarla para lanzar un terminal poderosamente persuasivo en materia de relación costo-beneficio.

Especificaciones del realme C53

Lo primero que hay que decir es que el C53 es un teléfono de gama entry, o de entrada, a la que alguna vez llamábamos sin desparpajo ‘gama baja’. Eso significa necesariamente sacrificios, en especial en aspectos que no saltan a la vista, como el procesador y el almacenamiento interno. Pero que un terminal que se vende en Colombia por alrededor de 750.000 pesos mantenga viva la promesa pantalla grande, batería generosa y rendimiento suficiente es digno de notarse... casi, casi uno diría, aplaudirse.

Porque esa fórmula hace que el C53 cumpla en las tareas cotidianas y si bien nadie lo recomendaría como un smartphone para la productividad o para el aficionado a los videojuegos, sin duda puede ser una buena opción, una bella opción, para aquellos que no necesitan más que un teléfono que los mantenga conectados durante el día.

Estas son las especificaciones del dispositivo:

Diseño y color

Nada más salido de la caja, el realme C53 se destaca por ser, a falta de un término técnico: bonito.

No hablamos solamente de su pantalla de 6,74 pulgadas (se trata, decíamos, de un smartphone grande), sino de su porte: pareciera estar hecho de vidrio, pero su cubierta trasera está, en realidad, fabricada con plástico. Dicho eso, qué plástico: el teléfono viene en dos colores, pero en realidad solo existe una: la Champion Gold.

Es decir: ¿quién escogería un teléfono negro cuando puede tener en sus manos que refleja y fractura la luz en su superficie cuando se mueve? Se trata, como con otros fabricantes chinos, de un esquema de color claramente diseñado para llamar la atención... y funciona. Lo más sorprendente es que, a pesar de su acabado brillante, el panel trasero del C53 no es, como cabría esperar, un imán de huellas dactilares.

Es, además, un teléfono muy delgado. Con apenas 7,49 mm de grosor, es claro que el realme C53 aspira a convertirse en el smartphone de cuerpo más delgado en su segmento.

Cámaras

En la parte posterior también está, como es lógico, el sistema de cámaras. De nuevo, el porte es impactante, más que un poco parecido al de un iPhone. Los lentes son grandes y están delineados por un anillo brillante y uno pensaría que está trabajando con una batería de tres cámaras como las de un alta gama promedio.

En realidad, solo uno de los anillos sostiene la cámara del teléfono inteligente y los otros dos son, en realidad, un sensor de profundidad… y un flash.

Volviendo a la cara frontal, los bordes de la pantalla son ligeramente redondeados, pero no esperes pantallas curvadas en este rango de precios. Otro sacrificio evidente en el C53 es la protección contra el agua y el polvo.

Sencillamente: no se le ocurra mojar este teléfono. De paso, no lo deje caer, porque el vidrio de su pantalla podrá ser resistente, pero no al nivel de un estándar que usted conozca, como el Gorilla Glass.

Batería y carga rápida

La del C53 es una batería Li-Po no extraíble con una, decíamos, generosa capacidad de 5.000 mAh. Este detalle es prácticamente una especificación inamovible de los teléfonos entry de ese segmento aspiracional al que apelan tantos fabricantes chinos, así que no es sorprendente.

Sí lo es, en cambio, que realme se las arreglara para poner en la caja un cargador no de 18 W sino de 33. Eso significa que este celular se carga -lo comprobamos- de cero a 50% en poco más de media hora.

En resumen, si la apriencia de un celular te importa más que a la media, y si tu uso habitual no requiere más que de una batería poderosa y una pantalla tan grande como lo permita el presupuesto, este teléfono te brinda eso, con las ventajas añadidas de la carga rápida y un precio muy, muy por debajo del millón de pesos.

Sin embargo, hay que considerar compromisos como una pantalla con poco brillo y poca resolución, con una nada impresionante tasa de actualización de 60 Hz. Las fotos que toma este teléfono son nominalmente correctas, pero distan de lo que hemos visto hacer a otros integrantes del portafolio de realme.

Y, sin embargo, es imposible no volver al tema del precio. Todas las críticas, que son válidas, se atenúan, si no se disipan, cuando se recuerda que este celular vale poco más de 700.000 pesos y, dependiendo de promociones ocasionales a veces vale poco menos de 700.000 pesos. Hay quienes piensan que la felicidad es alcanzable si se bajan las expectativas y después de probarlo varias semanas encuentro que, si ese es tu caso, el C53 es un celular que podría hacer al usuario adecuado muy, muy feliz.