Hace unas horas aparecía finalmente la confirmación de un acuerdo que venía fraguándose desde hace tiempo: Foxconn se ha hecho con Sharp, por la que pagará un total de 6.200 millones de dólares.
Hace tiempo que Sharp atravesaba una etapa difícil a nivel operativo y financiero, y tras varias ofertas por parte del célebre fabricante taiwanés, el acuerdo por fin ha sido alcanzado. Ahora Foxconn se hace con la tecnología de Sharp sobre todo en materia de paneles para dispositivos móviles, y si hay un gran beneficiado adicional del acuerdo, ese es Apple. Puede que esa haya sido precisamente la motivación principal de Foxconn a la hora de invertir esta enorme cantidad de dinero en la operación.
Pantallas, pantallas y más pantallas
La tecnología de Sharp lleva tiempo destacando en el segmento de la movilidad, pero en realidad sus paneles se aprovechan en otros muchos dispositivos. Un buen ejemplo son los Dell XPS 13 y 15, cuyas pantallas IGZO con tecnología Infinity Display y esos marcos de dimensiones tan reducidas son precisamente responsabilidad de la empresa nipona.
Ya dijimos en nuestro análisis de los recién renovados Dell XPS 13 cómo curiosamente esos diminutos marcos no habían sido utilizados por ningún otro fabricante del mercado, y el acuerdo de Foxconn y Sharp precisamente apunta a que en un futuro hipotético también podríamos verlos por ejemplo en los futuros MacBook, algo probable si tenemos en cuenta la obsesión por el diseño que suele regir en los dispositivos de este fabricante.
Pero donde es evidente que Sharp mantiene una posición muy relevante es en el de las citadas pantallas para dispositivos móviles. Hace tiempo que Apple intenta introducir mejoras notables en estos componentes, y por ejemplo vimos como su interés por las pantallas de zafiro acabó costándole algún que otro disgusto tras el fracaso de su alianza con GT Advanced Technologies.
La empresa de Cupertino no se quedó ahí, no obstante, y precisamente ha presentado las tecnologías 3D Touch y Force Touch como claves de sus relojes inteligentes y sus nuevos smartphones durante el año pasado. Sin embargo el próximo paso parece ser igualmente ambicioso, y ya se habla de la intención de Apple de integrar la tecnología OLED en las pantallas de los iPhone.
Foxconn gana terreno a Samsung como proveedor de componentes de Apple
Esa ambición de Apple parece que podría no tener una, sino dos novias: los encargados de fabricar este tipo de pantallas OLED podrían ser tanto Foxconn -ahora que cuenta con los recursos de Sharp- como Samsung, de la que también se ha sabido que ha realizado una fuerte inversión para poder también ser capaz de desarrollar esta tecnología en dispositivos móviles.
En Apple, no obstante, parecen no querer depender del fabricante surcoreano para la producción de diversos componentes en sus smartphones: los últimos rumores apuntan a que la alianza estratégica que Apple y Samsung mantenían en materia por ejemplo de microprocesadores -aunque sean enemigos encarnizados en el terreno de los móviles de gama alta- podría estar condenada a su fin. The Electronic Times revelaba hace apenas unos días que Apple habría elegido a TSMC como la única fabricante de los futuros chips Apple A10.
Eso sacaría a Samsung de una ecuación en la que había estado anteriormente, ya que fue corresponsable junto a TSMC de la fabricación de los Apple A9. No ocurrió lo mismo con los Apple A8, que sí fueron producidos de forma única y masiva por TSMC, y aunque poder contar con dos socios en la fabricación puede ser buena idea para tener un plan B por si alguna de las dos no llega a cumplir con los requisitos, parece que en Apple quieren cerrar la puerta a cualquier alianza con Samsung.
Esta estrategia quedaría consolidada con la compra de Sharp, y de hecho los rumores que aparecieron al desvelarse que Foxconn podría adquirir Sharp incluían datos sobre la potencial participación de capital de Apple y/o de la participación de ejecutivos de Apple en el consejo de administración de Sharp tras la operación.
No se ha confirmado nada al respecto, pero la realidad es que la planta número 1 de Sharp en Kameyama está específicamente destinada a fabricar las pantallas de los dispositivos móviles de Apple. La firma ya invirtió casi 1.000 millones de dólares para convertir aquella planta -en la que se fabricaban paneles HDTV- en una factoría de producción de pantallas LCD, y ahora parece claro que el movimiento de Foxconn está dirigido a que tanto el talento en Sharp como la capacidad de producción del gigante nipón den una nueva ventaja competitiva a una Apple que desde luego parece implicada en la operación.
En Xataka | Apple ya tiene la patente que apunta a futuros iPhones con pantalla curva