Nokia 8 Sirocco, análisis: el desafío a la alta gama con un procesador "antiguo"

Hay fabricantes que pueden permitirse la licencia de jugar con nuestra nostalgia y de sacar modelos algo distintos, y Nokia (bajo el manto de HMD) ha tirado de ambas cosas con un modelo especial de Nokia 8. Tanto que marca una nota distinta con su diseño tanto en general como a nivel de catálogo propio, y vemos si tanta curva es funcional en el análisis del Nokia 8 Sirocco.

En principio nos pareció que podría no ser demasiado cómodo, aunque con el tiempo que se tiene para la toma de contacto esto no puede valorarse de manera completa, como el resto de características. Un móvil más "cuadrado" entre tanto 18:9, con curvas que nos son familiares, sin jack de audio, un procesador anterior y la pertinente firma de Zeiss a su espalda, ¿resultará la fórmula Sirocco en el la nueva era de Nokia con Android One?

Ficha técnica del Nokia 8 Sirocco

Nokia 8 Sirocco

Dimensiones y peso

140,9 x 73 x 7,5 milímetros, 177 gramos

Pantalla

5,5 pulgadas pOLED con resolución de 1.440 x 2.560 píxeles

Procesador

Qualcomm® Snapdragon 835

RAM

6 GB

Almacenamiento

128 GB (ampliables)

Software

Android 8.0 Oreo (Android One)

Cámaras

Trasera: 12 megapíxeles f/1.75 + 13 megapíxeles f/2.6 (Zoom óptico)
Frontal: 5 megapíxeles f/2.0

Conectividad

Wi-Fi 802.11ac, Bluetooth 5.0, GPS

Batería

3.260 mAh

Otros

USB-C, sensor de huellas, carga inalámbrica

Precio

697 euros

Nokia 8 Sirocco, review en vídeo

Diseño: marcando la diferencia con un recurso conocido

No somos pocos los que nos preguntamos qué quedaba de la vieja Nokia en la nueva, la del Android puro por bandera y el metal por piel. Un fabricante que pasó a la historia en parte por diseños muy locos, de dudosa comodidad pero que representaban una ruptura total con lo establecido: el factor forma tipo barra con teclado físico.

De ahí que cuando conocimos al Nokia 8 Sirocco nos invadiese un poco la sensación de dejà vu, aunque no tanto por presentar un diseño rompedor, sino por intentar hacer algo distinto dentro de su propia familia y quizás mostrando que "ellos también pueden". Lo hacen con una curvatura de la pantalla a ambos lados que no nos parece precisamente un soplo de aire fresco al retrotraernos a cuando lo hizo Samsung en aquel Galaxy S6 Edge (a ambos lados y muy bien aplicado, no como el Note Edge) y que ha perpetuado en sus siguientes Galaxy. Distinto sí, innovador no.

Cristal curvado delante y detrás, con acabado en brillo también para el metal que dibuja los bordes. El terminal es diferente, es curioso, elegante y atractivo (según gustos siempre), pero pese a lo fino y relativamente compacto que es resulta algo pesado, al menos en comparación con terminales de dimensiones cercanas.

Nokia 8 Sirocco Nokia 8 iPhone 8 LG Q7 Xiaomi Mi 6 Huawei P20
Dimensiones (mm) 140,9 x 73 x 7,5 151,5 x 73,7 x 7,9 138,4 x 67,3 x 7,3 143,8 x 69,3 x 8,4 145,2 x 70,5 x 7,5 149,1 x 70,8 x 7,7
Pantalla (pulgadas) 5,5 5,3 4,7 5,5 5,15 5,8
Superficie del frontal (cm2) 102,86 111,66 93,14 99,65 102,37 105,56
Volumen (cc) 77,14 88,21 67,99 83,71 76,76 81,28
Aprovechamiento 81,1% 69,4% 83,2% 81,9% 71,4 80,7%
Peso (g) 177 160 148 145 168 165
Batería (mAh) 3.260 3.090 3.300 3.000 3.350 3.400

Más que las curvas en ambas caras, lo que llama más la atención y se nos hace algo extraño es que no sea alargado como la mayoría de sus coetáneos. El Nokia 8 Sirocco tiene un "rompedor" ratio de pantalla de 16:9, dejando a un lado también esta moda. También porque aquí tampoco hay lugar para esa muesca que ha inundado el panorama desde el iPhone X (que aunque no fue el primero logró que se propagase por el resto de marcas).

Es un terminal que al menos en color negro resulta elegante, han conseguido que los acabados y las formas le den cierto toque de distinción o exclusividad. Los materiales además son de calidad, y cabe decir que aunque la trasera de cristal no se libra de la maldición de las huellas, el acabado en este caso no es tan imán de éstas como en otros casos, pero eso sí, resbala bastante.

Los bordes no son demasiado agradables en principio, pero te acabas acostumbrando y no hay una sensación cortante o molesta tras dos o tres días con él

Pero quizás lo que más nos puede intrigar al ver este terminal, sobre todo después de las primeras impresiones, es qué tal resulta ese afilado borde en el día a día. En principio no son demasiado agradables, sobre todo si ante lo compacto del terminal intentamos manejarlo con una sola mano (lo cual implica apretarlo más y que se nos "claven" los bordes), pero cierto es que te acabas acostumbrando y que no hay una sensación cortante o molesta tras dos o tres días con él. De hecho, al final resulta una ayuda para que pueda agarrarse mejor y evitar deslizamientos

La bandeja para la SIM (no hay lugar aquí para nada más) y los botones están integradísimos en este fino borde, justo en la parte más delgada (que está en torno los 2,53 milímetros), sobresaliendo lo justo para que podamos ubicarlos e identificarlos con mayor facilidad tanto con contacto visual como a ciegas. Un borde negro con acabado en brillo y bisel en plata que únicamente se ve interrumpido por las bandas, situadas en los extremos superior e inferior, a un solo lado.

Teniendo un grosor de 7,5 milímetros se coloca entre los móviles más finos, estando algo por encima del iPhone 8 y casi como el Xiaomi Mi 8. Como éstos, tampoco dispone de jack de audio y la superficie de su base se reparte para el altavoz, el USB tipo C, el micrófono y la banda.

Eso sí, en la parte trasera tenemos dos cámaras con los acabados siguiendo la línea del terminal (y la firma Zeiss en medio, eso que no falle), pero que sobresalen de manera considerable. Integrarlas es a todas luces imposible por el mínimo de espacio que requieren de manera habitual y teniendo en cuenta las dimensiones del móvil, y de este modo queda una joroba que será la superficie de apoyo al dejarlo sobre una superficie, (justo sobre un discreto lector de huellas que sí está muy bien integrado).

Pantalla: Nokia "se atreve" con los 16:9 sin notch

Hablábamos antes de déjà vu con los Galaxy S6 y su pantalla curvada, y esto se mantiene también en algunos aspectos de su uso más allá del diseño. En el caso del Nokia 8 Sirocco tenemos una pantalla P-OLED de 5,5 pulgadas, con resolución 1.440 x 2.650 píxeles (unos 534 píxeles por pulgada) y, como ya hemos comentado, proporción de 16:9.

Nada mal en cuanto a aprovechamiento del frontal, superando a todos los Nokia anteriores incluyendo su hermano estándar y mayor, el Nokia 8, saltado de los sesentas y casi setentas a un 81,1%. Para gusto de quienes prefieren la simetría, el frontal del Sirocco la mantiene tanto en horizontal como en vertical, con unos 3 y 9 milímetros de borde.

Nokia 8 Sirocco Nokia 8 Nokia 7 Plus Nokia 6.1 Nokia 3.1
Pantalla (pulgadas) 5,5 5,3 6 5,5 5,2
Aprovechamiento 81,1% 69,4% 77,2% 73,2% 69,4
Tipo de pantalla P-OLED IPS IPS IPS IPS
Resolución 1.440 x 2.560 1.440 x 2.560 1.080 x 2.160 1.080 x 1.920 720 x 1.440
Píxeles por pulgadas 534 554 403 403 310
Las 5,5 pulgadas según Nokia (con el Nokia 8 Sirocco y el Nokia 8), Apple (con el iPhone 8 Plus), LG (con el LG G7) y HTC (con el HTC U11), de izquierda a derecha.

Bien a nivel de detalle y de brillo, los 600 nits de brillo máximo son suficientes para hacer frente al sol cuando sus rayos inciden más directamente sobre la pantalla. Eso sí, el brillo automático tiene algún retraso puntual al ajustarse, sobre todo al pasar de una situación menos iluminada a otra con más luz. En ocasiones ocurre durante la app de cámara, resultando algo más molesto.

Tratándose de un OLED, da unos colores vivos (sin pasarse de saturación) y unos negros profundos, pero no hay que inclinarlo mucho para que aparezca una decoloración azulada (un poco como con el Note Edge) y siempre tendremos las sombras que la curvatura de la pantalla proyecta y que ya mencionamos en la toma de contacto.

Aceptable también a nivel de contraste y sensibilidad táctil, que es "demasiado correcta" como consecuencia de la curvatura. Los toques accidentales ocurren con frecuencia, tanto por sujetar el móvil con una mano (por la parte interior de los dedos) como al sostenerlo en horizontal al usar la cámara, con lo cual muchas veces no se accionará el botón de disparo por interpretar la sujeción en los bordes como tap.

La curvatura de la pantalla ocasiona un "sombreado" y facilita que haya toques accidentales

La temperatura del panel viene un poco fría de fábrica, pero sin llegar a haber blancos azulados (más allá de se reflejo que comentábamos antes por la inclinación. Podemos activar la pantalla ambiente y la activación por doble toque, pero aquí hablamos de Android One y no hay ninguna opción para personalizar la temperatura, la saturación o el contraste como sí vemos en MIUI, EMUI y otras capas de software.

Con Android One los ajustes para la pantalla serán los básicos del sistema, sin añadidos.

Quizás también debido a la ausencia casi absoluta de personalización (tenemos la app de cámara) la curva no tiene funcionalidad ninguna. Algo que reprochábamos al Galaxy S6 Edge, con el cual también comparte el hecho de que al ver un vídeo tengamos reflejos y sombras en la curva, por no hablar de que a medida que abrimos el ángulo de visión quedará una pantalla más apagada en contraste con un borde que, al estar siempre en un ángulo menor con respecto a nuestra visión, se verá mejor.

Rendimiento: tiempos pasados no fueron mejores, pero sí suficientes

Algo que ya destacamos en su salida es que el que se perfiló como buque insignia de Nokia, o como producto más exclusivo y destacado, nacía ya con un procesador del año pasado. No se trata de un SoC menor ni mucho menos, dado que el Snapdragon 835 que monta es el tope de gama de Qualcomm para 2017, aspirando como mínimo a tener rendimientos como el Samsung Galaxy S8+, el OnePlus 5T o el Moto Z2 Force, que no está nada mal.

La desventaja en este sentido está más en el hecho de que pueda quedar obsoleto antes que otros móviles de su misma generación, aunque probablemente con esto el coste final sea menor. Sólo en HMD (y en las empresas implicadas) sabrán por qué sus móviles más potentes han incluido éste y no el Snapdragon 845, así que dejamos esto a un lado y vemos cómo rinde este procesador y el resto de componentes.

Del software hablaremos a continuación, pero la ligereza en este sentido siempre contribuirá a que el trabajo de la electrónica brille un poco más y eso se traduzca a una mejor experiencia de usuario. En este caso esto se cumple y no hay ninguna sorpresa (para bien): fluidez y potencia son una constante entre las curvas de este Nokia 8.

Fluidez y potencia son una constante en este Nokia 8 Sirocco

No hay nungún lag ni cierres inesperados ni siquiera cuando tratamos de ejecutar a la vez varias apps pesadas y exigentes, aunque se trate de software con alta carga gráfica como PUBG, cuyos menús (muy pesados) se mueven bien. Ningún retraso ni tirón tampoco en la navegación por el sistema ni sus transiciones, así como el despliegue de la multitarea o la ejecución en doble ventana.

Eso sí, como suele ocurrir en estos casos la combinación de delgadez y materiales conductores juega una mala pasada en cuanto a la disipación y notamos muy pronto el aumento de temperatura con el trabajo de los componentes. Sin necesidad siquiera de ejecutar un juego o una app multimedia ya podemos notar que el dorso del teléfono sube su temperatura (sobre todo si estamos a 30 grados centígrados como ocurre ahora en la zona donde lo hemos analizado), y esto se incrementa bastante si jugamos (a los pocos minutos).

A la izquierda las temperaturas con el móvil en reposo, al centro cuando hacemos un uso poco exigente (pero ya empezamos a notar el calor) y a la derecha cuando ya empieza a molestar un poco el aumento de temperatura durante un juego.

No es algo grave y no implica que haya parones o cierres en el software, podemos seguir jugando un rato aunque notemos ese aumento de temperatura (sobre todo en el extremo donde se ubican las cámaras traseras). Pero la sensación de calor que llega a dar no es agradable y al final siempre hemos preferido dejarlo enfriarse un poco antes de seguir con otra partida.

Para quienes tomáis los benchmarks como referencia, os dejamos una tabla comparativa con los resultados del Nokia 8 Sirocco de los tests habituales, de tú a tú con otros rivales de configuración similar.

Prueba

Nokia 8 Sirocco
(Snapdragon 835 + 6 GB RAM + Adreno 540)

Sony Xperia XZ1
(Snapdragon 835 + 4 GB RAM + Adreno 540)

OnePlus 5T
(Snapdragon 835 + 8 GB RAM + Adreno 540)

Google Pixel 2
(Snapdragon 835 + 4 GB RAM + Adreno 540)

Huawei Nova 2
(Kirin 659 + 4 GB RAM + Mali-T830 MP2)

AnTuTu

208.021

140.805

171.310

175.000

74.998

GeekBench (Single / Multi)

1.940 / 6.702

1.833 / 5.718

1.981 / 6.531

- / 6.282

892 / 3.258

3DMark (IceStorm Unlimited)

42.705

38.805

40.368

38.800

12.243

PCMark Work

7.232

6.886

6.778

8.731

4.861

Los desbloqueos más convencionales

En plena moda del reconocimiento facial, la mayoría de veces basado en la información que puede proporcionar la cámara frontal y no en sistemas avanzados como los del iPhone X, Xiaomi Mi 8 u OPPO Find X, el Nokia 8 Sirocco no incorpora esta función. Para desbloquear este terminal podemos optar por los sistemas tradicionales por software (código o patrón) o bien por el lector de huellas.

El lector está en la parte trasera, como decíamos en el apartado de diseño, colocado en un punto bastante cómodo a la hora de colocar el dedo. La lectura es eficiente y muy rápida, incluso llega a funcionar con la yema algo humedecida.

Si no cogemos el terminal y tiramos de otro desbloqueo en pantalla, la respuesta del panel también es muy buena nivel de sensibilidad al doble toque. No acaba de ser estrictamente instantánea, pero la exigencia es menor que la de otros paneles y esto se agradece tanto para desbloquear como para gestionar notificaciones.

Software: las ventajas y los inconvenientes del Android aún más puro

Android puro sigue siendo el estandarte que portan orgullosos los móviles Nokia de HMD y quizás la seña de identidad más importante, con el permiso de la antología de la marca finlandesa. Algo que no es muy habitual en el panorama de los fabricantes que optan por Android, dado que suelen incluir capas de personalización, y que tiene sus aspectos ventajosos y mejorables.

En concreto, el Nokia 8 Sirocco mueve Android One en su versión Oreo 8.1.0. La diferencia de Android One con la stock y con Android Go la explicaron de manera clara y detallada en Xataka Móvil, pero básicamente se trata de un software ideado para que se ejecutase de forma más fluida en dispositivos menos potentes con la premisa de que no se modifique prácticamente nada del sistema operativo original (pudiendo añadir, como en este caso, una app de cámara personalizada).

Así que, tal y como anunciaron en el MWC de este año, todos los Nokia llevarían Android One (salvo el Nokia 1 que va con Android Go, la versión de software menos exigente). En este caso no es que se necesite por los componentes, pero como comentábamos antes siempre se digerirá y ejecutará mejor un software cuanto menos pesado sea.

De este modo, tanto estética como funciones son las que ofrece el software de Google en su estado más puro, con la única excepción de la app de cámara que sí lleva la firma y el toque del fabricante (tampoco para añadir mucho más, pero hablaremos de ella en detalle a continuación). Las apps se organizan en un cajón en vertical y podemos elegir qué apps de Google instalar en el pre-load del sistema la primera vez que encendemos el terminal o al restaurar sistema.

Ajustes también de la stock, lo cual nos lleva a recordar todo lo que ofrecen las capas de terceros que no vemos en los de Android, como la personalización de la pantalla o el audio. No siempre lo liviano es lo mejor como ocurre en este sentido, sobre todo si se trata de complementar para mejorar la experiencia.

Los pros: el sistema va fluido, la navegación es intuitiva, no hay bloatware, la estética es minimalista y la gestión de las notificaciones es sencilla éstas se visualizan bien. Los contras: no podemos personalizar los parámetros de la pantalla, el desempeño del audio o la navegación (nada de esconder los botones y/o moverse con gestos).

Así quedan la cortinilla de notificaciones (izquierda) y la doble ventana (derecha).

Tampoco hay herramientas avanzadas de optimización o de monitorización del consumo energético, y en este caso además nos encontramos con que no se inhabilita la activación automática del modo de ahorro automático al llegar al 15% de autonomía (aunque lo desactivemos), lo cual podría corregirse con alguna actualización.

Cámaras: en la intersección de lo mejor de la gama media y lo mejorable de la alta

La doble cámara protuberante con la firma Zeiss se ha convertido en una marca de la casa en los smartphones de mayor gama de HMD. El Nokia 8 Sirocco integra bajo esto dos lentes dos cámaras de 12 y 13 megapíxeles, con píxeles de 1,4 y 1 micrómetro y aperturas f/1.7 y f/2.6 respectivamente, recurriendo a la combinación de una lente estándar y un tele.

La cámara frontal, por su parte, incorpora un sensor de 5 megapixeles con píxeles de 1,4 micrómetros, de la cual no conocemos la apertura. Tira de flash en pantalla e incorpora modo retrato, como la cámara trasera. Pero antes de ver cómo rinden todas estas lentes nos paseamos por la app de cámara, para no perder la costumbre y saber bien con qué cartas jugamos cuando queremos fotografiar con el Sirocco.

App de cámara

Lo que vemos habitualmente en ls apps propias de cámara es la adición de filtros, modos y opciones más allá del automático, en algunas ocasiones de dudosa utilidad como los que se centran en "comida" y similares. En Nokia huyen de eso y siguen apostando por los característicos aros de su interfaz, usados en los ajustes del modo manual que es lo único que añaden a la app nativa.

Interfaz de la app de cámara para el modo automático (arriba a la izquierda), modo pro o manual (centro, izquierda) y modo de "bokeh en directo" o desenfoque (arriba a la derecha) de la cámara trasera. Modo de desenfoque (abajo a la izquierda) y pro (abajo a la derecha) para la cámara frontal.

Así, tenemos una pantalla principal en la que tenemos el HDR, el temporizador, la herramienta de belleza y el PiP además del menú de opciones, el flash y el cambio de cámara. Los ajustes sí son los básicos y no hay añadidos como por ejemplo los de MIUI para ajustar contraste, saturación y detalle, pero al menos nos permite elegir la resolución de las cámaras para fotografía y vídeo (aunque se agradecería un acceso más directo).

Hay algunos detalles a tener en cuenta, que quizás de hecho podrían modificarse de cara a una futura mejora de la experiencia de usuario. La activación de la herramienta de belleza en las cámaras traseras bloquea la del HDR, de modo que hemos de elegir entre uno u otro (cuando no ocurre así en otros casos). Por otro lado, la visualización cuando ajustamos la velocidad de obturación en el modo manual falla al igual que vimos en MIUI o en EMUI, por lo que nos toca intuir cuál es el valor apropiado en cada ocasión, para acabar tirando de lo automático en la mayor parte de los casos.

La app ha ido fluida y bien, salvo en un par de ocasiones en las que se bloqueó, pero no hay lag ni disparos lentos, ni siquiera si se da el aumento de temperatura que comentábamos antes. Se abre sin problemas tanto desde el icono como con la doble pulsación al botón de inicio y es de navegación sencilla, aunque hemos de ir con especial cuidado con los toques accidentales, ya que en el momento que toquemos un poco la pantalla con la yema en cualquiera de los bordes el botón de disparo quedará anulado a efectos prácticos.

Cámaras traseras

En general, las cámaras traseras del Nokia 8 Sirocco se portan bastante bien, aunque en determinadas situaciones y modos es mejor coger antes el tranquillo para no encontrarnos alguna sorpresa al mirar la galería. En modo automático nos da colores realistas, quizás algo (muy poco) bajos en saturación y en alguna ocasión con una exposición que podría ajustarse algo mejor (bien por subexponer o bien por sobreexponer), pero nada llamativo ni preocupante.

Disparo en automático con luz abundante.

Esto ocurre sobre todo si fotografiamos a contraluz, una situación más difícil y exigente para las cámaras. Pero podemos tirar del HDR, que compensará a nivel de exposición y de detalle, al afinar algo más los contornos por el efecto de combinar los disparos.

Lo que tendremos que tener en cuenta es que en baja luz (sobre todo de noche o al anochecer) el disparo será algo más lento. Hablamos de unas cámaras sin estabilización óptica (sí electrónica, lo veremos sobre todo en el vídeo a 1080p), y probablemente esto implique que si no somos un poco más pacientes al disparar en estas situaciones la foto nos salga movida, ya sea con o sin HDR.

Disparo en HDR.

En baja luz además vamos apreciando una pérdida de detalle, pero no es tampoco alarmante y está dentro de lo esperado. Se agudiza cuando se trata de un contraluz, situación en la que tiende a subexponer y el enfoque automático es más inestable.

Disparo en automático.

De noche no da un mal resultado**, sin tampoco sobresalir frente a otras cámaras. Aquí ya suele aparecer el ruido, aunque en general no tira de** ISO altas si la escena tiene una iluminación media y esto hace que tampoco aparezca en abundancia, salvando bien el resultado si no movemos el móvil inmediatamente tras pulsar el botón de disparar.

Tenemos también un modo manual que ofrece cambiar los parámetros habituales: balance de blancos, enfoque, velocidad de obturación, ISO y exposición. Podemos intentar disparar con una ISO inferior para intentar quitar algo de ruido, aunque el hecho de que no se previsualice bien la imagen al ajustar la velocidad de obturación hará que sea algo más complicado acertar.

Disparo en modo manual. Nos va a permitir enfocar lo que queremos si el automático no responde bien.

Además, en bastantes ocasiones el valor deseado está entre el mínimo que se ajusta de manera manual y el automático, pudiendo establecer como mínimo el disparo a 1/500 segundos. El modo manual tampoco tiene HDR y habrá tomas que mejorarían con el amplio rango dinámico activado, sobre todo a nivel de cielos quemados.

Sobre todo nos valdrá este modo manual o pro para lograr macros a la mínima distancia focal posible y con el máximo desenfoque, obteniendo macros con buen nivel de detalle incluso en baja luz. Se agradecería algo como el peak del que disponen MIUI o la app de LG para acertar el enfoque en situaciones de menor luz, eso sí.

Disparo en modo manual.

El teleobjetivo por su parte nos dará la opción de tener un zoom algo más definido, con la facilidad de activarlo con el habitual botón 2x en la interfaz de disparo automático.

El modo retrato es de aplicación muy sencilla, estando disponible en el menú de hamburguesa junto con el disparo panorámico y el pro. Hemos de colocarnos a la distancia adecuada como suele ser habitual (probablemente teniéndonos que alejarnos un poco como ocurre con los iPhones), pero lo que no queda del todo claro es cuándo está activo, dado que aunque indica cuando se logra la profundidad adecuada no siempre hay un desenfoque notable, si bien en la mayoría de ocasiones puede lograrse algo de mejora con la posterior edición.

Al visualizar las fotografías nos indicará cuáles se tomaron en modo retrato, permitiendo editar el "bokeh". No se consiguen milagros, pero sí podemos aumentar un poco el nivel de desenfoque (derecha).

Su comportamiento es algo irregular y depende mucho de la escena. Exigente a nivel de iluminación, normalmente se activará con luz abundante, pero con iluminación media (por ejemplo, en interiores de día) será mucho más aleatorio y en contraluces es prácticamente imposible lograr un disparo con bokeh.

Disparo en modo retrato.

Cuando lo aplica es bastante equilibrado, sin borrones o zonas enfocadas dentro del fondo y respetando el detalle el primer plano, algo menos cuando logra aplicarlo en luz media-baja (por la pérdida de nitidez que ya tendría en automático, no debido al modo en sí). Teniendo en cuenta que se crea un mapa de profundidad tirando de la combinación de ambas lentes y algo de software, puede tener bastante margen de mejora.

Cámara frontal

Quizás no haya sido una prioridad sacar jugo a esta cámara (a veces injustamente llamada) secundaria, viendo que otros fabricantes tiran de sensores con más resolución o incluso añadiendo una segunda cámara. No obstante, la experiencia con la cámara frontal del Sirocco es satisfactoria, logrando instantáneas con buen nivel de detalle con luz abundante.

Aquí el HDR puede ser un amigo fiel, dado que nos va a salvar cielos completamente quemados añadiendo algo de azul y ayudará a obtener más detalle definiendo los contornos, sin que quede agresivo, dramático o con un sharpening exagerado. También tenemos modo manual, pero en la práctica no se requiere demasiado al no suponer una ventaja notable e implicar un tiempo de ajuste que no suele tenerse al ser disparos más bien espontáneos (y tampoco podemos jugar con el enfoque).

Arriba con el modo belleza a cero, abajo al máximo.

Hay también modo belleza y modo retrato, que en contra de lo que podíamos pensar es menos exigente que el de las cámaras traseras y actúa en muchas más situaciones. Eso sí, siempre que miremos a cámara, porque si queremos un perfil con desenfoque de fondo casi nunca se activará, ni siquiera con luz abundante.

Cuesta que nos acepte el perfil y no siempre logramos activarlo, aunque en esta ocasión lo acaba ejecutando incluso a contraluz.

La pérdida de detalle cuando baja la luz es más acusada, sobre todo en escenas nocturnas tanto en exteriores como en interiores, y el disparo tiende a ser lento en interiores dando alguna instantánea movida. No es una cámara a destacar, pero dadas las prestaciones da un resultado rondando lo esperado.

El desenfoque es más inconsistente en la cámara frontal.

La curvatura debida a la lente está también menos corregida o compensada que en otros casos y lo notaremos en los elementos cercanos al borde (si por ejemplo posamos a un lado, la cara saldrá algo deformada por este efecto). El modo retrato es menos dependiente de la luz, pero la aplicación es un poco más irregular teniendo en este caso zonas sin desenfoque en el fondo y bordes menos diferenciados a falta de cierto nivel de contraste con el objeto principal, así que también tiene algo de mejora posible.

Vídeo

Las cámaras traseras del 8 Sirocco son capaces de grabar en 4K, con el añadido de que dispone de tres micrófonos para capturar el sonido de diversas direcciones, pudiendo elegir entre envolvente, delantero o trasero. En general tenemos tomas aceptables, siempre con algo más de detalle si optamos por grabar en 4K, aunque a esta resolución no se activa la estabilización.

Veremos que ésta actúa de manera automática si optamos por 1080p. Para elegir la resolución, por cierto, tendremos que cambiar desde el menú de ajustes con el modo vídeo seleccionado en la app de cámara (si no nos saldrán las opciones para fotografía).

Bien a nivel de detalle tanto a 1x como a 2x de día y con luz abundante. Cuando cae la tarde el ruido y la falta de nitidez empiezan a aparecer (dentro de lo esperado) haciéndose más obvias con el zoom. El balance de blancos también algo es más inestable en estas condiciones.

La cámara lenta se graba automáticamente a 1080p con un resultado bastante bueno incluso en interiores. Aunque el enfoque automático es algo más rebelde y más vale que andemos con ojo para dar un tap recordatorio cuando sea conveniente.

La cámara frontal queda bastante bien también en vídeo, tanto a nivel de detalle como de rango dinámico en escenas diurnas. Se observa cierta estabilización (electrónica) que ayuda a disminuir los temblores y movimientos más bruscos, aunque como la que hay en la trasera puede ser algo agresiva puntualmente.

Autonomía: una sorpresa para bien

El Nokia 8 Sirocco puede presumir de fino y de compacto con respecto a otros smartphones de HMD, pero esto normalmente está asociado a un menor volumen y, por tanto, un menor espacio para la batería. Es así si comparamos con el Nokia 7 Plus o el Nokia 6.1 y su batería de 3.800 miliamperios/hora, pero aún queda por encima de los 3.090 del Nokia 8 o los 3.000 del Nokia 6 con una batería de 3.260 mAh.

Una pila que se esconde tras una pantalla de 5,5 pulgadas y resolución QHD, con lo cual hay una exigencia más importante de energía de lo que representaría una pantalla FullHD o FullHD+. Tampoco tenemos el plus de herramientas para la optimización del software y la automatización de la gestión de la autonomía que proporcionan algunas capas de software propias (sobre las básicas de Android). Con todo esto, cómo rinde el Nokia 8 Sirocco en cuanto a autonomía?

Pues la verdad es que bastante bien. La media de autonomía nos sale entre 20 y 21 horas, alternando días de uso intenso y otros con más horas de wifi y menos actividad, con unas cinco horas de pantalla de media.

Esto se traduce en que podemos salir más o menos tranquilos de casa sin pensar en que al final de la jornada tendremos que ir mendigando enchufes o baterías externas. Los días de uso más intenso, con sesiones fotográficas, actualización de redes sociales y multimedia sí llegamos más justos al final de la jornada, quizás por debajo del 20%, pero aguanta bastante bien incluso si tiramos de reproducción multimedia en primer y segundo plano durante más de ocho horas al día.

En cuanto a la carga de la batería, de 0 a 100%, con el terminal apagado y el cargador que viene en la caja tarda más o menos 1 hora y 50 minutos en completar la carga, obteniendo casi un 50% a la media hora. Valores que igualan a lo obtenido en el caso del Nokia 7 Plus, con lo cual la carga en este caso es algo más lenta, aunque con menos miliamperios/hora obtenemos una autonomía similar con más horas de pantalla, así que de alguna manera hay una mejor gestión del consumo (quizás al ser una versión posterior del sistema).

Sonido: sabe escuchar, pero no tanto "cantar"

El reto con la compactación de los terminales pasa por ese menor espacio para la batería y acaba en una dificultad añadida para que el teléfono esté a la altura si tiramos de reproducción por altavoz. Un único altavoz que como hemos comentado en el apartado de diseño se encuentra en la base junto con el USB Tipo C, que es a su vez la única conexión física por la que podremos conectar auriculares con cable, al no haber jack de audio.

El sonido por altavoz no es plano del todo, pero tiende a "metálico" y tiene bastante margen de mejora

Sin estéreo ni ajustes para poder adecuar más a nuestro gusto el desempeño del audio, la audición por altavoz tiene bastante margen de mejora. El sonido es algo metálico aunque no subamos de volumen, si bien está compensado medianamente bien en cuanto a bajos y agudos, aunque lo justo para que no quede plano del todo.

La experiencia mejora si el móvil no está totalmente apoyado en su parte trasera, lo cual implica tenerlo en algún tipo de soporte o sostenerlo en nuestra mano (lo cual está bien para unos minutos, pero no si vamos a estar reproduciendo contenido horas). Esto ocurre al actuar como barrera la superficie de apoyo, de modo que el sonido rebota ahí y pierde calidad y nitidez.

De volumen máximo no va nada mal, dando 115,2 decibelios (un valor bastante más alto que lo que solemos ver, más cercano a los 100 decibelios), aunque quedarnos en este nivel implica una pérdida considerable de la nitidez, siendo mejor dejarlo más o menos en torno al 70% del volumen.

Mejor, como es habitual, es la experiencia con auriculares, con un sonido más limpio y más matizado. En el pack se incluyen unos auriculares in-ear con conexión USB, pero por si tenemos los nuestros y los preferimos también se incluye un adaptador de 3,5 milímetros a USB tipo C.

Nokia 8 Sirocco, la opinión de Xataka

Nokia ha querido diferenciarse con este Sirocco, un apellido que como ya comentamos en las primeras impresiones conlleva precisamente el ser distinto si tiramos de la genealogía de Nokia, con aquel Nokia 8800 Sirocco (2006) y su edición en oro de 18 quilates que ya buscaban destacar con ese toque de lujo, elegancia o distinción.

Es con lo que nos quedamos tras unos días con el Nokia 8 Sirocco: un móvil tan compacto que parece más de 5 pulgadas que de 5,5 y que por su acabado y sus esquinas (y también por lo fino) es un recuerdo constante de que se trata de una estética distinta lo que vemos en la competencia actualmente.

Para ello cierto es que han tirado de un recurso que ya hemos visto y que no se trata de una innovación como tal, pero al menos logra añadir algo de variedad al catálogo de la marca y quizás sea, en cierto modo, una declaración de intenciones. No ha sido la mejor aplicación, no nos gustan las sombras en pantalla ni los toques accidentales, pero al menos es un terminal más cómodo de lo que parece, atractivo y diferente, y nos recuerda que la Nokia actual es nueva y que parte de un importante precedente a nivel de diseño y de la telefonía móvil en general.

La experiencia podría mejorar en tres aspectos: la disipación, el sonido y la cámara. La excelencia de los buques insignia no la hace sólo el diseño y la potencia, que pese a recurrir a un procesador "antiguo" ésta no le falta, y haría falta lucir más ese toque Zeiss (y todo lo que repercute en el resultado) para que la cámara pueda competir con los móviles más potentes de la competencia, dado que su rendimiento en la actualidad equivale al de un gama media.

Y el precio no corresponde ni mucho menos a esta gama. Los casi 800€ que marca la web lo convierten en un móvil con un reclamo menos viendo que hay rivales con el procesador al día, misma o superior RAM y cámara muy competente por precios hasta 200 euros por debajo, como el Samsung Galaxy S9+ por [699 euros](samsung galaxy s9 plus), el Xiaomi Mi 2S a 519 euros o el OnePlus 6 a 567 euros, aún teniendo en cuenta que se encuentra algo más barato en otros canales.

8.5

Diseño8,75
Pantalla8,50
Rendimiento9
Cámara7,5
Software8,5
Autonomía8,75

A favor

  • Es muy compacto y las esquinas no molestan, sino que ayudan a mejorar el agarre.
  • La batería no es sobresaliente, pero da para ir con tranquilidad,.
  • Va muy fluido y no tiene problemas de rendimiento.

En contra

  • El sonido tiene mucho margen de mejora, la calidad está por debajo de lo esperado.
  • La curvatura de la pantalla es estéticamente atractiva, pero ocasiona sombras y no discrimina los toques accidentales, además de no añadir ninguna funcionalidad.
  • El desempeño de la cámara no es malo si lo ponemos a competir con la gama media, pero puede mejorar bastante en ciertas situaciones y el modo retrato.

En la realización del vídeo tenemos a Pedro Santamaría.

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Nokia. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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