Moto G4 Plus tras un mes de uso: acabará convenciéndote

La reacción inicial a la llegada de los nuevos Moto G fabricados por Lenovo fue desigual: las señas de identidad de aquella familia creada por Motorola desaparecían ahora que Lenovo tomaba las riendas, y había una apuesta diferente. Probablemente más adaptada a los tiempos, algo que ciertos usuarios se resistieron a aceptar con buenos ojos.

Nosotros tampoco lo veíamos muy claro, pero tras el análisis inicial del Moto G4 Plus hemos podido pasar un mes con un dispositivo que va de menos a más y que acaba convenciendo por sus aciertos. Puede que no sea ya ese dispositivo estrella por debajo de los 200 euros, pero desde luego sigue manteniendo una calidad precio/prestaciones especialmente destacable.

Cambios importantes por fuera...

Mucho cambia en esta nueva familia Moto G de Lenovo. Para empezar contamos con tres versiones distintas del Moto G4, de las cuales la analizada por nosotros es la más potente (y cara). En este Moto G4 Plus y en el Moto G4 normal el diseño está condicionado por una de sus características diferenciales: la diagonal de pantalla, que pasa de las 5 pulgadas de la anterior generación a las 5,5 pulgadas de estos modelos.

Eso puede ser un impedimento para ciertos usuarios, pero lo cierto es que este formato phablet se ha impuesto en el mercado por buenas razones. Disponer de esa pantalla permite disfrutar más y mejor tanto de la lectura o la navegación web como de los vídeos que podamos reproducir en un terminal que aunque no es especialmente compacto sí cuenta con un grosor aceptable (9,8 mm) y un peso también bastante asumible (155 gramos).

Eso sí: el diseño es mediocre, y desde luego si queremos presumir de móvil no lo lograremos con este terminal. Motorola ofrece la posibilidad de personalizar el diseño con Moto Maker en algunos países, pero aquí las carcasas opciones son las únicas que pueden dar algún toque diferencial en este apartado.

Ni los materiales ni las formas llaman la atención, y los cambios se notan en ese nuevo sensor de huella dactilar -que hace que tengamos que olvidarnos de los dos altavoces frontales, ahora solo hay uno en la parte superior- y en una parte posterior que pierde la curvatura característica de los Moto G.

Curiosamente la carcasa se puede extraer y eso da acceso a las dos ranuras SIM -algo destacable- y a la ranura microSD, pero aunque vemos la batería, ésta no es extraíble.

...y por dentro

Muchas buenas noticias llegan de la parte hardware. La primera gran característica destacada es la pantalla IPS de 5,5 pulgadas que cuenta con una calidad realmente fantástica para un terminal de esta gama. Buen brillo y contraste, buena definición gracias al salto a la resolución 1080p protección Gorilla Glass 3 y un rendimiento que nos deja satisfechos tanto en exteriores como en interiores.

El sensor de huella dactilar, novedad llamativa de los Moto G4 Plus -no está presente en el resto de modelos- es una fantástica opción para cualquier dispositivo y desde luego esta no es la excepción. Su comportamiento es bueno ya que es veloz y el reconocimiento funciona con el dedo orientado en cualquier sentido.

El único problema de este sensor es que es tan solo eso, un sensor. No actúa como botón de inicio, algo que confunde y que haría la interacción más natural y cómoda. Los botones de inicio, atrás y menú tradicionales de los terminales Android no se sitúan en ese marco inferior, sino que son botones software en pantalla, algo que creemos que es uno de los principales peros que se le pueden poner al terminal: un mes después seguíamos presionando el sensor pensando que era el botón de inicio, no acabamos de acostumbrarnos a esa filosofía de Lenovo.

El software, acierto por la escasez de personalización

Bien por Lenovo a la hora de no sumar capas de personalización en este terminal. El Moto G4 Plus cuenta con una experiencia casi idéntica a la de los Nexus, con una versión Android 6.0.1 Marshmallow en la que apenas hay retoques y que, eso sí, cuenta con algunas aplicaciones nativas de Lenovo como Moto Display -para las notificaciones- y Moto Actions -para los gestos-.

Ambas son un acierto por la mejora en usabilidad que introducen, pero es que además el conjunto permite que la fluidez de comportamiento del terminal sea bastante notable. A ello ayuda que el dispositivo esté gobernado por un Snapdragon 617 -acompañado por 2 GB de RAM-, un salto cualitativo respecto a los procesadores utilizados anteriormente en esta gama.

Sí que es verdad que esa fluidez se ve algo comprometida cuando usamos aplicaciones o juegos exigentes: es ahí donde notamos cómo el terminal se caliente algo más de la cuenta a los 15 minutos de empezar a jugar por ejemplo, y es un problema que aunque no parece grave sí deja claro que ese apartado no está del todo bien resuelto por parte de Lenovo.

En ese software, por cierto, una característica llamativa: la inclusión de una aplicación de radio FM que permite escuchar emisoras de radio tanto con los cascos conectados -lo que ofrecerá mejor calidad al utilizarlos como antena- como sin ellos. Todo un punto a valorar teniendo en cuenta que esta opción la tienen muchos menos terminales de los que esperaríamos, especialmente en la gama alta.

Otro de los apartados que están bien resueltos es el de la batería: Lenovo ofrece una capacidad de 3.000 mAh en esa batería, algo que permite que el terminal aguante todo el día sin mayor problema, y con un uso moderado es probable que la sorpresa sea agradable y llegue al día y medio. Sin embargo aquí la opción más destacada es el soporte de la carga rápida que además podremos aprovechar desde el primer momento con el cargador incluido en el Moto G4 Plus (que no se incluye en el Moto G4 "normal").

Lo de poder cargar el 100% en apenas hora y media es ya de por sí una buena noticia, pero es que cuando necesitamos algo de margen también podremos recargar brevemente: en 15 minutos obtendremos una recarga suficiente para aguantar un par de horas sin problemas con el terminal, por ejemplo.

La cámara, punto diferencial

Si hay algún punto en el que el Moto G4 Plus brilla cuando miramos la etiqueta de su precio es en su cámara. El sensor de 16 Mpíxeles da aquí el do de pecho, y la verdad es que las tomas que captura son más que aceptables, con buen rango dinámico aunque quizás sature algo más de la cuenta para dar esa viveza de colores que muchos aprecian.

Esa cámara permite además acceder a un modo "Pro" en el que los aficionados podrán controlar diversos parámetros de forma independiente para obtener resultados específicos en ciertas escenas. No es posible capturar en formato RAW, pero desde luego tras un mes de uso hemos podido comprobar que podemos estar muy tranquilos con esta cámara.

Es cierto que en tomas de baja luminosidad la cosa se complica, pero aún así contamos con un componente realmente destacado. La velocidad de lanzamiento de la cámara no es espectacular y tampoco lo es la de enfoque -aquí se nota que los gama alta están un escalón por encima- pero como decimos la cámara se comporta sorprendentemente bien.

Todo ello hace de este Moto G4 Plus un terminal que es difícil no recomendar. Es cierto que no parece el heredero natural de los Moto G que habíamos visto en los últimos años, pero tras estas semanas hemos ido comprobando como esas "traiciones" a sus antecesores se ven compensadas por unas características que desde luego valen la pena. La sensación es que el Moto G4 plus va de menos a más y acaba convenciéndote. Con nosotros lo ha logrado, desde luego.

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