No es un secreto que el mercado mundial ama a los Moto G, es un teléfono super ventas en muchos territorios europeos y americanos, también todo un baluarte de la marca en el lugar con mayor expansión del planeta, India. La fórmula estaba clara en manos de Google, y Lenovo parece que quería mantenerla: muy buenas especificaciones a precio asequible, sin tocar demasiado Android.
Una vez en manos de Lenovo tenía que ir sintiéndose su toque, y en esta cuarta generación hay muchas decisiones que parecen tomadas a conciencia, cambiando el rumbo de la exitosa familia Moto G. Para empezar tenemos renovación por partida doble, un Moto G4, y una variante Plus que presume de cámara y sensor de huellas. Nosotros vamos a probar esta última.
Lenovo ha entendido que el teléfono superventas que gusta es algo más grande, y en lugar de crear un teléfono nuevo en esa categoría, hacen crecer a los Moto G hasta las 5,5 pulgadas. ¿Decisión acertada? El tiempo dirá, pero de todas formas se guardan las espaldas dejando una versión Moto G Play muy parecida a la tercera generación del Moto G.
Obviamente crecer en tamaño implica tener un teléfono diferente, más que una actualización, así que el hardware que se necesita es más potente, y se aprovecha para mejorar puntos que pueden marcar diferencias con la competencia: principalmente la cámara en el modelo Plus. Esto también implica subir los precios de partida, 269 euros. Lo que no esperábamos era perder detalles tan valorados como la resistencia al agua.
Moto G4 Plus, características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 153 x 76,6 x 9,8 mm (155 gramos) |
Pantalla | IPS 5,5 pulgadas |
Resolución | 1.920 x 1.080 (401 ppp) |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 617 (MSM8952) |
RAM | 2GB |
Memoria | 16GB (ampliables a otros 128 GB vía microSD) |
Versión software | Android 6.0.1 |
Conectividad | LTE Cat 4, Bluetooth 4.1, Wi‑Fi 802.11ac |
Cámaras | 16 megapíxeles con enfoque por detección de fase y asistencia láser. Cámara frontal de 5 megapíxeles |
Otros | Sensor de huellas dactilares |
Batería | 3.000 mAh |
Precio | 269 euros |
Moto G4 crece de tamaño, crece en todo
El Moto G es el teléfono más icónico que ha tenido Motorola en el últimos lustro, y la intención de Lenovo es la de mantener la esencia, conservando ciertos detalles de diseño. En líneas generales me parece bien resuelto, pero tiene algo menos de personalidad que el Moto G de tercera generación.
Un pequeño cambio muy llamativo es la salida de la “M” de la zona de la cámara, con ello lo identificamos rápidamente. La tapa trasera tiene una textura atractiva pero no agarra demasiado, y la podemos quitar haciendo palanca para acceder a la doble SIM y la ranura de memoria. Podemos jugar con ella para personalizar el teléfono, y es que en algunos mercados hay ‘Moto Maker’.
Es un teléfono que claramente no quiere parecer premium, aquí el plástico es la oferta principal en cuanto a materiales - un OnePlus X luce mucho mejor en su precio -, aunque tenemos un marco metálico rodeando los cuatro laterales del Moto.
Sí podemos decir que es mucho mejor en ligereza y delgadez - 7,9 mm y 155 gramos - a pesar de ser más grande, pero pierde en resistencia al no contar con el grado que tenía el modelo del año pasado, capaz de aguantar el sumergirse bajo el agua - ahora solo aguanta salpicaduras -.
Ahora estamos ante un teléfono más grande, y por lo tanto algo más difícil de coger. Si a ello le sumamos una espalda más sencilla, en la que se pierden las curvas del anterior Moto G, podemos calificarlo como de menos ergonómico. Se compensa con menos peso y una delgadez muy conseguida.
Resumiendo, el diseño mantiene cosas que lo hacen seguir siendo un Moto G, pero no es el modelo más bonito del mercado, ni el que mejor hecho está. En la media, que no es poco para su precio, pero con pérdidas importantes como el nivel de resistencia frente al agua.
Nuestro teléfono es el modelo negro, pero también está disponible en blanco. Un detalle importante sobre “marcas”: no vemos el nombre de Motorola por ningún sitio, tampoco en la caja.
Gran sensor de huellas en el Plus
Otra de las novedades de esta versión, que además está muy bien implementada desde el punto de vista funcional: es muy rápido, nunca falla. Ninguna queja en este aspecto, más si recordamos que estamos ante un teléfono de gama media por precio.
No nos gusta tanto el diseño, ya que no está bien integrado en las líneas del teléfono. Nos gusta su posición, bajo la pantalla, al estilo iPhone. Y no, no es un botón, es simplemente un sensor de huellas muy pequeño en tamaño. No hay botones de navegación a su lado, estos quedan dibujados en pantalla.
Una pantalla sobresaliente en 5,5 pulgadas
El cambio más importante que ha hecho Lenovo en esta nueva generación de Moto G es ampliar el tamaño de pantalla. No es un movimiento trivial, le da otro sitio de mercado al teléfono, pero también hace que perdamos algo de esa comodidad que presumían modelos anteriores: creo que las cinco pulgadas en formato compacto es un tamaño ideal para la mayoría.
Aquí tenemos un panel de 5,5 pulgadas, un tamaño que utilizan una gran de teléfonos que conforman esa nueva “super gama media”, y en la que se pueden hacer muy bien cosas como consumir contenidos multimedia, o ver páginas webs.
No voy a darle más peso a lo de la incomodidad, no es eso lo que quiero transmitir como importante, ya que realmente es un teléfono compacto y bien diseñado, solo que es una realidad que ahora tenemos una pantalla bastante más grande, que no se usa con una mano de la misma forma. En la parte positiva, tenemos un grosor mucho menor, y un peso que se mantiene a pesar del crecimiento.
Afortunadamente ese nuevo tamaño también viene de la mano de una nueva resolución, que es Full HD. Tenemos por lo tanto una mayor definición a la hora de mostrar los elementos, con una densidad de píxeles de 401ppp. Lo vemos todo más claro, pero también lo vemos mejor, ya que los principales parámetros de una pantalla están a gran nivel en el Moto G4.
El panel IPS elegido parece de un nivel superior, los colores se muestran realmente vivos, tenemos un gran contraste, y el nivel de brillo permite que se vea muy bien en exteriores - bien podemos ponerlo a la mitad en un uso normal y ahorrar batería -. Hay un par de modos de visualización - normal e intenso -, por si queremos unos tonos diferentes en los colores.
Terminamos con un detalle no menos importante, que es la protección del frontal. Motorola/Lenovo ha decidido que aquí haya un cristal Gorilla Glass 3 de Corning, y nosotros lo valoramos positivamente. Una pantalla ideal para este precio, que se encuentra con pocos rivales al nivel, entre los que podemos citar al Note 3 de Xiaomi o a su primo Lenovo Zuk Z1.
Qualcomm pone un Snapdragon de gama media
Tendemos a analizar el rendimiento de un teléfono según lo que ya conocemos, estableciendo comparativas, o en base al hardware que han metido dentro. La película completa no la da solo el Snapdragon de turno, es muy importante la optimización con el software, y aquí valoramos que Lenovo/Motorola lo hayan dejado todo tan simple.
En cuanto al Snapdragon 617 que hay dentro, pues muy contentos con su desempeño, ya que bastante más potente que el 410 empleado anteriormente, algo lógico teniendo en cuenta que ahora se enfrenta a una pantalla Full HD. Tiene una configuración de 64bits con ocho núcleos ARM Cortex-A53, la mitad funcionan a 1,5GHz, la otra a 1,2GHz.
El teléfono existe en diferentes variantes, el que nosotros tenemos ocasión de probar es una unidad con 2GB de RAM y 16GB para almacenamiento. En líneas generales está muy bien por su precio, pero siempre nos quedará la duda de si sería mejor optar por un escalón superior con 3/4GB, que desgraciadamente no se vende aquí.
No me gustan nada los benchmarks, pero por establecer alguna comparativa con sus iguales podemos decir que es muy parecido en rendimiento al HTC One A9, mejorándolo en PCMark y AnTuTu. Unas capturas de mis pruebas:
Desde el punto de vista del usuario normal, el día a día es perfecto con este Moto G4, no hay cosa que funcione mal. Si lo que queremos es meterlo en benchmarks, y que los juegos de última generación vayan tan bien como en un Galaxy S7, estaremos pidiendo demasiado. Precisamente es en la parte gráfica - Adreno 405 - donde el teléfono se muestra más débil: en este presupuesto, si lo que quieres es jugar, tiraría por un Mi 4 o un Lenovo Z1 que van con Snapdragon 801.
Las animaciones y transiciones van perfectas, muy poco lag - a veces tarda un poco en salir la cámara -, y algo de calentamiento cuando le exigimos más de lo normal: usamos mucho la cámara o jugamos más de diez minutos. Hay un comportamiento extraño a la hora de instalar aplicaciones, no sé si es cosa mía o generalizada, pero tarda bastante en ese proceso. Nada preocupante por otra parte.
Siendo muy exigentes con Lenovo, creo que hubieran bordado este teléfono eligiendo el Snapdragon 652 - o un 650 como en el Redmi Note 3- , es el chipset que Qualcomm ofrece para crear una gama media muy cercana a niveles top en rendimiento y eficiencia, sin subir tanto el precio.
En cuanto a memoria, pues mi unidad tiene 16GB, pero hay una versión superior con 32GB. En todo caso podemos ampliar con tarjetas microSD - hasta 128GB -, que se encuentra escondida tras la tapa trasera del equipo.
Desde el punto de vista de la conectividad debemos destacar que esto es un teléfono Dual SIM (dual-standby), de serie, y obviamente conecta con las redes 4G más modernas de nuestro mercado (es LTE Cat 4). Hay cosas que nos gustan como el USB-OTG o la radio FM, pero no nos agrada la ausencia de NFC.
Sobre la calidad de sonido podemos decir que es bastante decente, a pesar de haber desaparecido el doble altavoz frontal que tenía el anterior Moto G. Ahora es solo uno, colocado en la parte superior - en el frontal no lo pisamos con los dedos -, que dicho sea de paso tiene bastante potencia y no distorsiona. Motorola se suma a la moda de no meter auriculares en el paquete, a mi es algo que no me importa.
El sensor de huellas es uno de los añadidos principales en el modelo Plus, y merece la pena. No me gusta demasiado su diseño, pero la realidad es que está bien ubicado y funciona perfectamente, tanto como el mejor del mercado, de móviles de mayor precio. Como curiosidad comentar que reconoce el dedo en 360 grados, da igual desde la perspectiva que estemos tocando.
Autonomía mejor, cargamos con Turbo
La autonomía es una seña de identidad en los Moto G, siempre han andado bien de batería a pesar de su pequeño tamaño. Aquí crecemos en tamaño y por lo tanto también hay espacio para una unidad mayor, de 3.000 mAh (2.470 mAh en el Moto de 2015).
Es una capacidad bastante estándar entre los teléfonos con 5,5 pulgadas, así que podemos esperar un rendimiento convencional, algo mejorado gracias a que estamos ante un teléfono bastante optimizado, y de un hardware moderno como es el Snapdragon 617. El teléfono ahora tiene muchos menos problemas para aguantarnos una jornada, en eso salimos ganando con respecto a un Moto G3.
Una de las grandes noticias es la presencia de TurboPower, o lo que es lo mismo, carga rápida para un equipo relativamente asequible. Basado en la tecnología Quick Charge 3.0 de Qualcomm, el teléfono es capaz de rellenar su batería para darnos seis horas de vida en tan solo 15 minutos. Se carga al completo en 90 minutos.
Comentar que para efectuar este tipo de carga hace falta la fuente de alimentación que viene únicamente con el modelo Plus, y que el conector es de tipo microUSB. Motorola/Lenovo no han decidido pasar todavía al reversible, al menos en este escalón de precio.
Debo decir que no tengo excesiva experiencia con teléfonos de esta gama, no suelo probarlos, pero he estado repasando un poco la red y en su segmento - en pruebas iniciales - es de los que mejor se comporta, solo superado por el Redmi Note 3.
¿La mejor cámara en su clase? Posiblemente
Este Moto G es la generación con cambios más importantes, que podemos resumir en dos: crecimiento y mejor cámara. Para este segmento de teléfonos las marcas no se suelen esmerar demasiado en las cámaras, y Motorola sabedora de que es un factor importante ya en todos los niveles de precios, ha querido hacer algo especial en el modelo Plus del Moto G4.
Eso es algo que ni siquiera habían conseguido con teléfonos superiores, como los Moto X. Para empezar decir que tenemos un sensor de 16 megapíxeles, diseñado por la gente de Omnivision (1/2,4” - OV16860). El tamaño de píxel es considerable, con 1,34 micrones, también es llamativa la apertura de la lente: f/2,0. También es llamativo ver un flash de doble tono en este nivel.
Entre sus virtudes destacamos la presencia de un láser para asistir en el enfoque, que a su vez cuenta con un sistema de detección por contraste (PDAF). El enfoque podemos decir que es muy rápido en este Plus - si hay buena luz -, también la captura de la toma, no tanto a la hora de abrir la cámara. El enfoque se muestra un poco loco a veces, pero nada que no podamos controlar marcando el punto de nuevo de forma táctil.
La calidad de imagen es bastante buena, destacando la nitidez que es capaz de conseguir, especialmente al verlas desde un ordenador. Pero su funcionamiento nos recuerda al de otros módulos Omnivision que hemos probado - OnePlus 2 -, que presentan bastante inconsistencia, consiguiendo tomas geniales, al tiempo que otras mediocres.
Tanto el poco ruido como la alta nitidez son valores a destacar muy positivamente cuando hay buena luz, también nos gusta mucho el tipo de color natural que registra. No es perfecto, notamos que le cuesta obtener un rango dinámico adecuado para que una escena compleja quede bien registrada, y en cuanto se va la luz, las tomas pierden bastante calidad. El HDR nos salvará alguna toma.
Al no contar con estabilizador de imagen - recordamos que esto es un gama media, no nos volvamos locos -, las tomas con poca luz pueden aparecer movidas con facilidad.
Aunque no le gusta a todo el mundo, los chicos de DXOMARK han pasado por su laboratorio al teléfono, y recomiendo echarle un vistazo a su trabajo.
Interfaz
El software de la cámara es nuevo y muy básico en su presentación, y por lo tanto muy sencillo de empezar a usarlo. Nos hubiera gustado que sea más sencillo acceder a las tomas realizadas, no me gusta que usen un sistema de gestos para eso.
Lo interesante llega al colocar el modo Pro de la cámara, se abre un nuevo menú con una serie de controles manuales desplegados por toda la pantalla táctil - os sonará a otros teléfonos -, y podremos jugar con bastante certeza con la velocidad, distancia de enfoque o sensibilidad. No podemos guardar en RAW, una pena.
Modos especiales
Tenemos lo típico: panorama, HDR, vídeo en cámara lenta, y el citado modo pro. De entre ellos destacamos el funcionamiento del HDR, que salta de forma automática cuando la escena tiene zonas muy contrastadas. No me gusta el modo panorámico, nada destacable en él, y poco aprovechable cuando lo abrimos en un ordenador.
Cámara frontal
La cámara frontal también está a muy buen nivel para el segmento, con un gran angular bastante efectivo y 5 megapíxeles en el sensor. Hace buenas fotos incluso cuando se marcha la luz, con unos colores muy buenos. Para los selfies hay un modo en el que la pantalla hace de flash. También en videoconferencias da una calidad bastante destacable.
Vídeo
No le pidamos más, he visto por ahí críticas sobre la ausencia de 4K. En un teléfono de gama media, con hardware como este, no podemos esperar una gestión decente de tanto flujo de información, y no sé si tendría realmente sentido.
Aquí nos quedamos con un modo Full HD decente, bastante mediocre, que graba a 30 imágenes por segundo. Hay un modo de alta velocidad - 120fps - que registra la imagen en un formato inferior a lo acostumbrado, 540p.
No hay estabilización óptica de imagen, pero la verdad es que se porta bastante bien en esto - se hace digitalmente -, lo mismo que a la hora de registrar colores, muy naturales. Como en el modo foto, enfoca bastante rápido, en casi todas las condiciones. El sonido se graba a buena calidad.
En resumidas cuentas, esto es una cámara fantástica para el precio del teléfono, por momento podemos pensar que estamos en un nivel superior, y estoy seguro que habrá cosas que afinar desde el punto de vista software durante el ciclo de vida del teléfono. Estupendo trabajo de Motorola, creo que en su segmento es el que tiene mejor cámara.
Android sin florituras, optimizado
Si esperabas cambios en el software por parte de Motorola, por el hecho de haber cambiado el tamaño del teléfono, o por estar Lenovo más involucrada en el control, no los vas a encontrar. El Moto G4 Plus es bastante continuista con lo que ya teníamos, y es algo que nos gusta.
Motorola asegura una buena historia de actualizaciones para el teléfono, que parte desde Android 6.0.1 Marshmallow en una personalización muy simple, casi estamos ante el Android más básico. Estamos seguros de que no faltará Android N cuando toque, y eso es un punto a su favor. No hay nada fuera de los Nexus tan Android como estos Motorola.
El Moto Display está muy bien, solo con levantar el teléfono, aunque esté con la pantalla apagada, nos dibuja la hora, fecha y principales notificaciones. Hay algunas acciones más - son desconectables - que podemos hacer sin tocar la pantalla y eso nos gusta y realmente es útil:
- Giras dos veces la muñeca con el teléfono en la mano y salta la cámara.
- Si suena el teléfono, lo levantamos y pasa de sonido a vibración.
- Si no queremos coger esa llamada, ponemos el teléfono con la pantalla hacia abajo.
- Un doble corte en el aire enciende y apaga la linterna.
Hay otras cosas que nos gustaría destacar de este nuevo Moto G, como la presencia de una radio FM - incluso funciona sin auriculares - , o un buen gestor de archivos que reconoce USB On-The-Go. Por último decir algo que no nos gusta, y que tiene que ver con la ausencia de NFC: nada de hermanar dispositivos de forma fácil, nada de Android Pay.
La opinión de Xataka
Mi sensación es que Lenovo tiene muy claro qué tipo de teléfono Android triunfa a nivel global, y es el que hacen compañías chinas como Xiaomi, ella misma con su marca, o Huawei. Es una potente gama media que tiene características especiales que la hacen muy apetecible, pero que también tiende a ofrecer un teléfono más grande.
El Moto G4 se mete en este camino, aportando una buena cámara como característica especial, pero pierde algo de esencia Moto: si lo que nos gustaba su diseño original, o si lo que queríamos era algo más asequible. También podrían haber pensado que el que tenía un Moto G, al renovar, querría algo mejor, mayor, por eso este cambio.
En diseño no me parece que le vaya a ganar la partida a competidores directos, aunque es sencillo y gustará a la mayoría. En software sí tiene mucho que decir ahora, al venir perfectamente optimizado y actualizado, pero también dirá en el futuro ya que se convertirá en uno de los primeros teléfonos en recibir Android N. No creemos que en su gama de precios otros se vayan a comprometer tanto con esto.
Si eres el usuario medio que no necesita mucho más allá de WhatsApp y una buena pantalla, puedes elegir el modelo básico por 229 euros. Si te pesa tener una mejor cámara, carga rápida en gama media, y aprecias lo útil que es un sensor de huellas rápido para desbloquear, le echaría el guante al Plus, que son 269 euros.
El problema principal está en la competencia, por menos tenemos un Redmi Note 3 muy competente, por algo más Xiaomi tiene el Mi4, y un paso por delante hay teléfonos OnePlus con el mismo tamaño y mejores especificaciones. Con esta propuesta de Moto G vitaminado se nos antoja muy interesante conocer hasta dónde van a llevar al Moto X, que deberá también subir de nivel para no solaparse en el mercado.
8,3
A favor
- Excelente pantalla
- Sensor de huellas rapidísimo y efectivo
- Android básico optimizado al hardware, Android N llegará
- Cámara de un nivel superior en foto
- Carga rápida
- Dual SIM y Ranura MicroSD
- Notificaciones con la pantalla apagada
En contra
- Diseño sencillo, materiales justos
- La batería no se sustituye, tampoco es un portento en autonomía
- Pierde la resistencia al agua
- No lleva NFC, no hay soporte Android Pay
- Calentamientos con juegos y cámara
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Motorola. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En la realización del vídeo tenemos a Pedro Santamaría.