Lumia 650, primeras impresiones: renovando por fuera pero conservando por dentro

Microsoft ha venido con la tarea hecha al Mobile World Congress en cuanto a presentaciones, y de hecho hace poco conocíamos por fín al Lumia 650. Un terminal de media gama que apuntaba a ser conservador en cuanto a caracteristicas con su antecesor, el Lumia 640, pero que al menos físicamente se ha desmarcado de sus líneas de diseño.

Un terminal lanzado con el eslogan de ser una solución ideal para el entorno de la empresa y los negocios, buscando ser la opción más básica y económica a quien no necesite (o no quiera invertir la diferencia de precio) un terminal de alta gama como los Lumia 950 y 950 XL. ¿Cómo funciona este recién nacido Lumia 650? Tras la toma de contacto os contamos nuestras primeras impresiones sobre él.

El diseño: innovando con déjà vu

Cada vez queda más enterrada aquella era del mítico plástico Nokia. Una característica que fue seña de identidad del binomio entre la compañía finlandesa y Microsoft y que ha permanecido en todo el abanico de terminales hasta que se empezó a optar con el metal, sucumbiendo a la moda en algunos casos. Esta era queda un tramo más lejos con la llegada del Lumia 650, ya que en este sentido no ha heredado los genes de su antepasado directo, sino del Lumia 830.

El Lumia 650 es bastante más cómodo y ergonómico que el Lumia 830 por el diseño y dimensiones

Así, al contrario que el 640 y que sus coetáneos opta por la construcción combinando plástico con aluminio. La diferencia de los materiales obviamente deja una sensación bastante distinta con respecto al resto de terminales, pero también en comparación con el 830 por la curvatura del borde y por lo contenido del terminal. De hecho, el 650 es bastante más cómodo y ergonómico por el diseño y dimensiones, destacando por lo fino (6,9 milímetros de grosor) y lo ligero (122 gramos).

Así, el plástico y los acabados del marco metálico son de aparente calidad. Sin embargo, en el modelo en negro nos encontramos con lo que ya vimos en el 550 con respecto a la superficie: es un imán de huellas. Aunque algo menos que en el 550, puede que por la diferencia en el acabado (más pétreo). Otra diferencia en cuanto al diseño es la posición del altavoz. En el 650 han optado por ubicarlo en el frontal, encajado en la parte inferior entre el cristal y el borde.

El rendimiento y el problema de las novedades

En cuanto al rendimiento y la fluidez tenemos sensaciones encontradas. Si bien vemos que el sistema se mueve de manera fluida en general, el arranque de la cámara así como la visualización de la galería experimentan algo de lentitud en el arranque (en el caso de la cámara no se percibe en el desempeño).

Según la app también vemos algo de lentitud en el arranque, como en el caso de la app del tiempo (unos 3 segundos), y algunos cierres al intentar usar la función compartir. Queda de hecho una sensación similar al Lumia 550, también por el hecho de encontrarnos un sistema operativo en su primera fase (y por tanto, por madurar).

En cuanto al sonido, como hemos comentado la posición del altavoz varía y esto ayuda a que haya un sonido más claro y elevado al no tener una superficie obstaculizando su salida. El ambiente del MWC no ayuda demasiado en cuanto a la percepción de algunos aspectos pero sí es propicio para probar la potencia del audio en situaciones de considerable contaminación sonora. Así, el altavoz se defiende superando los 115 decibelios con el volumen máximo.

Ajustando en megapíxeles

las cámaras tardan en arrancar pero su funcionamiento no se ve comprometido

Como hemos comentado, las cámaras tardan en arrancar pero su funcionamiento no se ve comprometido. La trasera, de 8 megapíxeles, da unos resultados aceptables en macro tanto en automático como en manual teniendo en cuenta las condiciones del ambiente y el hardware, defendiéndose en detalle aunque quedando algo pobre en cuanto a la viveza de los colores (el resultado se consigue mejorar ligeramente ajustando manualmente).

Se pierde algo más de detalle y el ruido y las acuarelas (pérdida de nitidez) hacen más de presencia cuando el foco está más alejado, incluso usando el modo de mejora que se ha añadido en la versión de la app de cámara de Windows 10, el cual es una especie de HDR en la práctica. Un modo que de hecho no permite su ampliación en la galería, algo que no ayuda demasiado a percibir la supuesta mejora.

La cámara frontal, de importancia en este terminal por el perfil laboral con el que Microsoft ha querido enfocarlo (de cara a las videoconferencias, como la presencia del altavoz en el frontal), es de 5 megapíxeles y rinde bastante bien. Destaca la iluminación, muy aceptable teniendo en cuenta las condiciones, aunque el procesado en ocasiones resulta excesivo al forzar demasiado el detalle, probablemente en un intento de minimizar el poco detalle que se obtiene con estas cámaras más básicas.

Un paso adelante, pero a medias

El Lumia 650 representa el pertinente escalón intermedio entre la gama de entrada y lo más potente tanto por prestaciones y por precio, pero como iteración del 640 y de la gama media de los smartphones de Microsoft puede que haya quedado algo justo. Echamos de menos, por ejemplo, el soporte a Continuum, una de las principales novedades y reclamos del nuevo sistema operativo, sobre todo teniendo en cuenta el perfil empresarial de uso que han enfatizado en su lanzamiento.

Se ha apostado por un cambio en la línea de diseño y construcción probablemente también en sintonía con este enfoque, dejando atrás los colores y montándose en el tren del metal

Se ha apostado por un cambio en la línea de diseño y construcción probablemente también en sintonía con este enfoque, dejando atrás los colores y montándose en el tren del metal. Algo que es, a la vez, un reclamo y una desventaja según a qué público atendamos: el metal sigue siendo un valor añadido en cuanto a la construcción y tiene su demanda, pero al mismo tiempo puede hacer dudar (o directamente descartar) al usuario acostumbrado al plástico (por comodidad y tranquilidad a la hora de los golpes y arañazos).

Una evolución algo justa en cuanto al hardware, encontrándonos con 1 GB de RAM y un procesador Snapdragon de la serie 200. Quizás, de cara a ser el peldaño entre gamas y de cara a su antecesor, hubiese tenido algo más de sentido optar por los 2 GB de RAM y un procesador algo superior, también de cara a que hubiese tenido soporte para Continuum.

El Lumia 650 es, por tanto, una opción para aquel usuario que anteponga el diseño y los buenos materiales pero que por prestaciones o por precio no necesite o descarte directamente terminales más potentes o de una gama mayor. Una manera asequible de tener la experiencia Windows 10 con un tamaño de pantalla (y de terminal) que se queda más o menos en la media.

En Xataka Móvil | Microsoft Lumia 650, el aluminio llega a la gama Lumia por debajo de 200 euros

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