No hay vuelta atrás con los sensores biométricos, nos van a acompañar en dispositivos móviles, prácticamente en todos los niveles de precios. Son los teléfonos móviles los que han realizado el avance más importante colocando el reconocimiento de huellas en su superficie, pero como en todo, hay mucho margen de mejora.
Parece que en funcionamiento se ha llegado a un nivel muy bueno en velocidad y calidad, pero posiblemente en diseño haya que darle algunas vueltas al asunto. A algunos fabricantes les gusta colocarlos en la espalda del terminal, otros lo mandan al frontal en su zona más baja, e incluso hemos visto casos donde el sensor está en el lateral del teléfono. LG apuesta por hacerlo prácticamente invisible a nuestra vista y tacto.
Un recurso muy extendido es el de colocarlos en un botón, se pueda accionar o no, o sumergirlos en una zona especialmente delimitada, pero en LG Innotek consideran que ese sensor puede quedar embutido en la propia pantalla del teléfono. Lo consiguen creando un módulo que tiene una profundidad de solo 0,3 milímetros.
Lo dicho, el sensor queda bajo la protección de la pantalla sin ningún tipo de elemento que nos advierta que está ahí. LG asegura que la posición no interfiere en la calidad del reconocimiento, bajo el cristal sigue teniendo las mismas características que en un botón dedicado a estos menesteres.
La compañía coreana considera que introducer este elemento en esa posición no solo implica un diseño más limpio, también ayuda a confeccionar teléfonos resistentes al agua, también ante rayaduras. El sensor estará por lo tanto más protegido.
Todavía no hay ningún anuncio de su aparición real en el mercado, ni cuál será el primer teléfono en utilizar el módulo. Tiene toda la pinta de que no sea un componente exclusivo de LG y sus teléfonos, y que terminen vendiéndolo a otros fabricantes. No tiene mala pinta para un próximo iPhone, ¿no?
Más información | LG
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