La próxima revolución de tu smartphone no es la cámara: es la pantalla

Los argumentos para vendernos "el próximo gran smartphone" han sido muchos y variados. Los fabricantes nos han conquistado con sus promesas sobre smartphones con mayores diagonales, con mejores cámaras (duales o no), con resistencias al agua, con cargas rápidas e inalámbricas, con diseños espectaculares y ultradelgados y, por supuesto, con móviles más potentes y versátiles.

Cada año suele aparecer esa nueva revolución que nos ofrece la excusa perfecta para cambiar de móvil, y este año parece que esa excusa va a ser la tecnología de las pantallas integradas en los futuros smartphones. Varios fabricantes están preparando novedades interesantes en este ámbito, y ahora queda por saber si esta excusa será realmente válida o no.

Vuelve el protagonismo para las pantallas

En realidad ese protagonismo reclamado por las pantallas este año no es del todo nuevo. La tecnología de pantalla siempre ha sido uno de los argumentos esgrimidos por los fabricantes, y tenemos a un gran ejemplo en las Retina Display de los iPhone, que por primera vez hicieron "indistinguibles" los píxeles de esas pantallas a simple vista.

La tecnología Retina Display se convirtió en una de esas pequeñas grandes revoluciones en las que los iPhone acabaron siendo el modelo a seguir por el resto de fabricantes. Las diferencias eran obvias.

Más tarde llegarían otras mejoras 'evolucionarias' en el ámbito de la resolución. Todos quisieron seguir los pasos de Apple tarde o temprano, y eso hizo que aparecieran móviles con resoluciones y densidades de pantalla que rayaban el absurdo. A las pantallas 1080p les sucedieron las 2K, y de hecho hubo modelos que presumieron de pantallas 4K.

El debate sobre si compensa o no tener una pantalla 2K en nuestro smartphone sigue vigente, y la cosa se agrava con los dispositivos con pantallas 4K.

El debate sobre la validez de llevar esas resoluciones a diagonales tan reducidas sigue produciéndose, sobre todo porque el impacto sobre el resto de recursos hardware del móvil (CPU, GPU, memoria y, cómo no, batería) es sensible. Aún así los fabricantes siguen defendiendo esta opción por mucho que contar con esas definiciones de pantalla no sea fácilmente apreciable por los usuarios.

¿El triunfo OLED?

Pero por supuesto ha habido otras guerras tecnológicas, como las que han sostenido las tecnologías LCD y OLED que han ido protagonizando distintos dispositivos. La evolución de ambas ha hecho que nuestros dispositivos se vean cada vez mejor, pero parece que hay un claro destacado en esa carrera: OLED.

Los fabricantes que han ido integrando estas pantallas han ido mejorándolas con diversas técnicas. En LCD hemos visto como la tecnología IPS con sus variantes (PLS es una "edición Samsung") iba imponiéndose por su gran calidad, pero también ha llamado mucho la atención la tecnología Quantum Dots, sobre todo por su capacidad para mostrar colores más vivos.

La tecnología OLED se ha ido convirtiendo en la preferida para diversos fabricantes por su capacidad de para lograr grandes contrastes y "negros verdaderos", pero también favorece el diseño de dispositivos más delgados y pantallas más vivas, más "resultonas", podría decirse. La posibilidad de aprovechar el hecho de que cada píxel es su propia fuente de luz hace que en ciertos modos (aquellos en los que no se muestra apenas información) las pantallas OLED sean muy eficientes, pero LCD suele ser más eficiente en términos generales en un uso habitual.

LCD sigue siendo muy utilizada, pero parece que poco a poco la tecnología OLED se va imponiendo entre los fabricantes

Aunque LCD sigue siendo protagonista en muchos dispositivos —los iPhone siempre han aprovechado este tipo de tecnología— parece que poco a poco los argumentos de OLED se van imponiendo entre fabricantes y usuarios. De hecho muchos hablan ya desde hace tiempo del uso de OLED en los futuros iPhone 8, y ya es la norma en terminales de Samsung pero también en varios terminales de última hornada de fabricantes como Huawei, Lenovo, Xiaomi, Meizu, OnePlus ZTE, o incluso Google, que las ha aprovechado en sus nuevos Pixel.

En 2017, más y mejores pantallas

Las noticias que nos están llegando de diversos fabricantes confirman que este será de nuevo uno de los principales argumentos de venta de estos dispositivos. Puede que temas como los asistentes de voz o las cámaras sigan siendo claves en ese discurso, pero atentos porque este año promete en el ámbito de las pantallas.

Lo vemos por ejemplo en los rumores recientes que se han publicado sobre el LG G6, que hará uso de una pantalla 18:9 (2:1, para entendernos), más alargada, lo que hará que tengamos un dispositivo aún más panorámico y con una resolución QHD+ de 2.880 x 1.440 píxeles en su diagonal de 5,7 pulgadas.

No solo eso: entre las características de esa pantalla (al parecer, LCD) estará la de contar con unos marcos laterales extradelgados. No se sabe si además LG ofrecerá una "segunda pantalla LCD" en el G6 como ya hizo tanto con los V10 como con los V20, pero en esa batalla por la gama alta el LG quiere ofrecer al parece una relación "pantalla/cuerpo" lo más amplia posible para que casi todo el frontal sea precisamente pantalla.

En ese ámbito precisamente es en el que hemos visto dispositivos como el Xiaomi Mi Mix, que con su pantalla con relación de aspecto 17:9 y su sorprendente diseño sin marcos laterales ni superior ha maravillado a propios y extraños.

Muchos creen que esta tendencia irá a más entre los fabricantes este año, y de hecho en Apple se espera un diseño revolucionario para el iPhone 8: podría llegar con pantalla sin bordes y un botón Home virtual que además podría doblar como lector de huella dactilar. Colocar un sensor bajo la pantalla ya es posible —lo ha demostrado Synaptics— y puede que en Cupertino estén yendo en esa dirección.

Los frontales en los que todo es pantalla parecen ser tendencia clave para los dispositivos de gama alta de este año: el Mi Mix ha sentado un fuerte precedente, y otro fabricantes podrían seguir esa línea.

Incluso Samsung podría ir también a ese diseño en el que el frontal es "todo pantalla" en el Galaxy S8, y una foto filtrada en Weibo de hace unos días revelaba un diseño en el que los marcos laterales prácticamente desaparecían y el superior y el inferior también se habían reducido de forma notable.

Esa obsesión por ocupar todo el frontal con la pantalla también podría contagiarse a HTC un fabricante que prepara su HTC 11 (o HTC Ocean, como se le conoce también) con esa característica en la cual además no solo el frontal sería "tocable". De hecho la interfaz Sense Touch UI ha sido filtrada en algunos vídeos, y aunque no se sabe si es una prueba de concepto o algo real, el resultado es notable.

Las pantallas curvas también serán tendencia en este 2017 que acaba de empezar: el Xiaomi Mi 6 ofrecerá según los últimos rumores una de estas pantallas, y es lógico pensar que Samsung ofrecerá su Samsung Galaxy S8 Edge con todas las ventajas del S8 y esa característica que ha sido propia de su gama Edge desde hace tiempo.

Parece que vamos a tener pantallas para rato, queridos lectores. Qué alegría.

En Xataka | ¿Por qué las pantallas de los smartphones se siguen rompiendo?

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