Hace unos cuatro años Apple sorprendía con una jugada que no se producía desde aquel singular intento del iPhone 5C en 2013: el iPhone SE llegaba al mercado como alternativa ligeramente más económica y, sobre todo, más compacta con respecto a sus coetáneos de ese año, los iPhone 7 y iPhone 7 Plus. Desde entonces no hemos visto otra cosa que rumores, pero los de este año vienen particularmente fuertes y ya creemos saber bastante del iPhone SE2.
Culpa de que suenen con más intensidad la tiene, para variar, Mark Gurman de la mano de Bloomberg. El archiconocido filtrador y conocedor de la marca publicó hace escasos días que el iPhone SE2 sería una realidad en marzo, hablando de su fabricación y de posibles características.
El tamaño importa
Si Gurman es un habitual, el analista Ming Chi-Kuo no lo va a ser menos en este tema. En octubre ya publicaba información sobre este supuesto iPhone SE2 apuntando también al primer trimestre de 2020, dando algunas pistas sobre el diseño y sus componentes.
Kuo apuntó a un diseño equivalente al del iPhone 8, con una pantalla IPS de 4,7 pulgadas y ese frontal con prominentes marcos que desde hace dos generaciones no vemos en las hornadas de smartphones de Apple. Es decir, frontal y trasera de cristal (si es como el 8, con carga inalámbrica) y botón 'Home' físico con Touch ID, ampliando así la oferta de iPhone con este lector que estarían a la venta (si quedasen los 8 tras esto).
Con esto tendríamos un smartphone algo más compacto y ligero que el iPhone 11 Pro, el más pequeño de los iPhone más recientes, con pantalla más grande que el SE previo. De hecho, el rol sería muy similar al recuperar un diseño que de otro modo quedaría extinto, como el SE recuperó el del iPhone 5s.
En Forbes hablan de la posibilidad de que no se recuperase este diseño, sino el del iPhone X, calcado al de los iPhone XS y algo distinto a los actuales, de modo que incluiría una pantalla de 5,4 pulgadas. Pero esto no encaja con lo que apuntan Gurman y Kuo y quizás tiene menos sentido si se trata de esa estrategia seguida con el anterior SE.
Así, todo apunta a que será una pantalla IPS de 4,7 pulgadas con resolución de 1.334 x 750 píxeles (la misma que los 7 y 8 no Plus). Con conector Lightning y en principio sin minijack de audio, ni tampoco la rumoreada pantalla ProMotion de 120 hercios que se habla para los próximos iPhone de primera línea. Y sin Face ID.
Las dimensiones que apuntaba OnLeaks son algo distintas de las que vimos en los iPhone 7 y 8, pero bastante cercanas. Hablaba de 138,5 milímetros de alto, 67,4 mm de ancho y 7,8 mm de grosor incluyendo la protuberancia de la cámara (en singular). Serían algo más de 72 centímetros cúbicos de volumen frente a los aproximadamente 68 cc del iPhone 8.
Una sola cámara trasera
El iPhone SE llegaba en 2016 con el procesador Apple A9 (de 2015) mientras unos meses después lo hacían los iPhone 7 con el Apple A10 Fusion. Para el iPhone SE2 se habla del Apple A13, con lo que sería esa misma estrategia de preservar el procesador del año anterior al no haberse presentado aún uno más reciente. De RAM, algo que Apple nunca revela, se apunta a 3 GB, de modo que suponga una opción más básica a los iPhone más potentes tanto de éste como del año pasado.
Es bastante poco probable que soporte 5G y de batería no se ha filtrado nada, pero teniendo en cuenta que tendría un volumen similar (ligeramente mayor) al del 8 cabe pensar que los miliamperios por hora rondarían los 1.900 mAh. Además, se mantendría la cámara única trasera, por lo que el volumen de ese módulo tampoco debería ser mucho mayor.
En cuanto a cámaras se habla del mismo sensor de 12 megapíxeles que vimos en la cámara principal de los iPhone 11, sin ningún teleobjetivo o gran angular acompañando. De la frontal, sin notch a su alrededor, no se ha dicho nada de momento.
En marzo y por debajo de los 500 dólares
Asunto jugoso el del precio, al suponer en este caso un iPhone algo más accesible ya que desde hace años se establecieron cómodamente en los 900 euros. Kuo aseguraba en octubre un precio de salida de 399 dólares estadounidenses (por poner en contexto este precio, el iPhone 8 actualmente cuesta 449 dólares estadounidenses). Esto encaja con lo que apuntan en Forbes en cuanto a que quede por debajo de los 500 dólares, pero en este caso apuntan a un precio de 449 dólares por el modelo de 64 GB, que sería el más básico.
Veremos si es así y qué sube según el almacenamiento que se elija, que generalmente supone un salto de entre 50 y 100 dólares más. Desde luego el movimiento tiene todo el sentido del mundo cuando el iPhone XR sigue yendo bien en ventas siendo el móvil más vendido del mundo desde hace un año, mirando también a mercados emergentes como India, país donde están dos de los supuestos fabricantes de este móvil (Pegatron y Wistron), con lo que reducen costes de fabricación.