Las pistas que Huawei ha ido dejando durante estos últimos días nos anticipaban que hoy presentaría su nuevo SoC para sus smartphones de gama alta. Y así ha sido. El nuevo Kirin 990 ya ha llegado, y, sobre el papel, pinta realmente bien. En su fabricación la compañía china emplea la avanzada tecnología de integración FinFET Plus de 7 nm, lo que les ha permitido integrar una cantidad de transistores abrumadora: nada menos que 10.300 millones.
Sin embargo, probablemente esta no es su baza más impactante. Durante la presentación Huawei ha hecho hincapié en que este nuevo SoC incorpora un módem 5G diseñado para acceder tanto a redes SA (Standalone) como NSA (Non-Standalone), una característica que, según la marca china, coloca a su solución un paso por delante de sus competidores, que por el momento solo contemplan la posibilidad de acceder a redes 5G NSA. En cualquier caso, esta es solo «la punta del icerberg».
Redes 5G SA vs NSA
Para entender la que sin duda es una de las bazas más importantes del SoC Kirin 990 nos viene bien repasar brevemente qué son las redes SA y NSA y en qué medida puede condicionar nuestra experiencia el hecho de que el SoC de nuestro teléfono móvil no sea compatible con ambas. La complejidad que conlleva el despliegue de la infraestructura de comunicaciones 5G ha provocado que las compañías que lo están llevando a cabo opten por dividirlo en dos grandes fases conocidas como NSA, que podemos traducir como ‘no autónoma’, y SA, que significa ‘autónoma’. La fase NSA precede a la etapa SA por una razón de peso: es más fácil de implementar y menos costosa. Y es que durante la fase NSA las redes 5G se asientan sobre la infraestructura 4G existente.
Los dispositivos 5G que intervienen en la comunicación durante la fase NSA, como cualquiera de los smartphones 5G que ya han sido presentados, establecen el enlace utilizando las bandas de frecuencia características de las comunicaciones 5G porque, de lo contrario, no conseguirían alcanzar las velocidades de transferencia que nos ha prometido esta tecnología (tasas medias superiores a los 100 Mbps y picos teóricos de hasta 20 Gbps). Sin embargo, la comunicación entre esos terminales y las estaciones base se lleva a cabo a través de enlaces 4G como los que utilizamos ahora, de ahí que la fase NSA no defina una infraestructura 5G que aproveche los beneficios de esta tecnología a todos los niveles.
Esta limitación queda resuelta en las redes 5G SA. Y es que los dispositivos involucrados en la comunicación utilizan las bandas de frecuencia que requieren los enlaces 5G tanto durante las operaciones de transferencia de datos como al llevar a cabo el diálogo de control con las estaciones base. Esta mejora es posible debido a que la fase SA define unas redes 5G independientes de la infraestructura 4G que tenemos actualmente.
Nota: Artículo en desarrollo...
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